viernes, 22 de enero de 2010

RASTREAN LAS HUELLAS DE UNA PELIGROSA BACTERIA HOSPITALARIA

Infecciones / El estafilococo resistente a los antibióticos Según su "árbol genealógico", surgió en Europa en los 60 y se diseminó por el mundo Noticias de Ciencia/Salud: Viernes 22 de enero de 2010 | Publicado en edición impresa . . Fabiola Czubaj LA NACION Con una nueva técnica de seguimiento de huellas genéticas, un equipo internacional de científicos rastreó la ruta intercontinental por la que se diseminó una peligrosa bacteria que se puede adquirir en la comunidad y en los hospitales: el estafilococo resistente a la meticilina o MRSA, por sus siglas en inglés. La investigación, que por primera vez permite trazar su "árbol genealógico", demuestra que el supergermen apareció en Europa en 1960 y, de allí, pasó al resto del mundo. Su aparición coincide justamente con la generalización del uso de los antibióticos, lo que seguramente hizo que una cepa del estafilococo desarrollara resistencia a los antibióticos. Una de cada tres personas es portadora de la bacteria en la nariz sin síntomas, aunque puede infectar a los demás. En un hospital, eso genera un brote epidémico. De hecho, entre el 50 y el 70% de las bacterias que circulan en las unidades de terapia intensiva son resistentes a los antibióticos. El trabajo, cuyos resultados se publicaron ayer en la revista Science , revela también que el MRSA puede mutar su código genético cada seis semanas, lo que explica en parte por qué puede ser tan difícil controlarlo y se disemina tan rápidamente. "El control de las infecciones hospitalarias está disminuyendo las tasas de infección por MRSA en los centros donde existen los recursos para hacerlo. En cambio, donde existen limitaciones de esos recursos, las tasas de transmisión y de infección podrían estar aumentando", respondió a LA NACION la coautora del estudio, doctora Sharon Peacock, del Departamento de Medicina de la Universidad de Cambridge y de la Facultad de Medicina Tropical de la Universidad de Mahidol, en Bangkok, Tailandia. Y agregó: "De modo que, si pensamos globalmente, hay países donde la cantidad de portadores del MRSA y de infecciones sería considerablemente más alta que en otros. Dado que los seres humanos transportamos el germen y los viajes internacionales están cada vez más generalizados, es probable que las cepas de MRSA pasen de un país a otro, como muchas otras bacterias. Por eso resulta tan difícil detener la diseminación del MRSA entre los países, aunque sí se puede lograr dentro de un hospital". Para eso, hay que identificar dónde los pacientes adquirieron la bacteria (en el hospital o antes) e implementar medidas de control de la infección. De segunda generación La tecnología utilizada en el estudio, un secuenciador genómico de segunda generación, fue desarrollada por científicos británicos del Area de Genómica de Patógenos del Instituto Sanger, en Cambridge. La nueva herramienta ayudó a los investigadores a "mirar" en detalle las 62 muestras de un lineaje del MRSA resistente a múltiples antibióticos, el ST239, recolectadas en 15 países, incluida la Argentina, y a comparar los genomas completos (los planos de los códigos genéticos) de las muestras en lugar de pequeñas porciones del ADN. "Quisimos poner a prueba si el método nos ayudaría a rastrear la infección a escala global, de continente a continente, y a la escala más pequeña posible, que es de persona a persona", dijo en una teleconferencia de prensa el doctor Simon Harris, que coordinó a ocho grupos del Reino Unido, Portugal, Estados Unidos y Tailandia. Dos tercios de las muestras pertenecían a pacientes que habían estado hospitalizados entre 1982 y 2003 en 14 países, mientras que el resto se obtuvo entre 2006 y 2007 en un hospital al norte de Tailandia. El equipo identificó 6714 variaciones en el ADN de las muestras, lo que permitió construir un "árbol genealógico" y mostrar cómo el clon ST239 se diseminó por el mundo y se ramificó en familias de subcepas. Las muestras europeas forman el punto de partida de la evolución. Y al trabajar hacia el pasado, el equipo pudo determinar que la cepa resistente, que puede ser mortal si ingresa en el flujo sanguíneo y en los órganos de un paciente infectado, surgió en Europa hace 40 años. En América del Sur, las muestras aisladas en Chile, Uruguay, Brasil y la Argentina revelaron lo siguiente: "Con una sola excepción, se unieron en un clado [conjunto de especies con un antepasado común] uniforme y distintivo, lo que demuestra la expansión reciente de una sola variación en todo el continente", escriben los autores. Lo mismo ocurrió con el clon ST239 en China y Tailandia, y también en Europa. Y en 1993, por ejemplo, la reaparición del MRSA en los hospitales de Portugal se debieron a la llegada de la variante sudamericana. "Esto prueba que las infecciones están globalizadas y una bacteria que muta aquí, mañana podría generar un brote en Europa -opinó el doctor Carlos Martínez Sagasta, profesor de inmunología de la Universidad del Salvador-. Por eso, la identificación genética es importante no sólo en los países con gran desarrollo tecnológico." Agregó que un problema sobre el que el estudio alerta indirectamente es la escasez de enfermería. "Muchos brotes en las unidades críticas se deben a que no existe la relación 1:1 paciente-enfermera en pacientes ventilados -dijo-. Y por qué no, algo mucho más simple: el lavado de manos." Por su parte, la licenciada Stella Maimones, fundadora de la Asociación Argentina de Enfermeros en Control de Infecciones, dijo: "Sabemos que aquí hay transmisión interinstitucional y hasta interprovincial. Sin embargo, los laboratorios generalmente no pueden hacer estudios de biología molecular, que nos darían más datos sobre la forma de transmisión y su control en cada centro". Las medidas de prevención son: el lavado de manos (con soluciones alcohólicas), el aislamiento del contacto y la limpieza controlada de superficies. ..

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