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domingo, 7 de marzo de 2010
COMPRA DE FÁRMACOS A TRAVÉS DE INTERNET
“La calidad del medicamento sólo la garantiza la farmacia”
HOY. CIUDAD REAL
Según un estudio de la empresa farmacéutica Pfizer, España es uno de los países europeos en los que más se adquieren a través de internet medicamentos cuyo uso ha de ser prescrito por un médico.
En concreto, según el informe, elaborado a finales del pasado año 2009 con encuestas a 14.000 europeos de entre 18 y 80 años, el 29,8% de los españoles reconocía haber comprado algún fármaco mediante una web, a pesar de ser necesaria una receta.
Esto sitúa a España como el cuarto país que registra más casos de esta imprudencia sanitaria, sólo por detrás de Alemania, donde el porcentaje de incautos alcanza el 38%, Italia (37%) y Noruega (30%).
La consecuencia menos grave de la compra no controlada ni supervisada de un fármaco es que no sirva para nada y se haya perdido de forma inútil el dinero. La más grave: que la extraña sustancia adquirida cause daños a quien la toma. Y es que en la mayoría de las ocasiones (50-90%), los productos que se venden a través de las denominadas farmacias ‘on line’ o se anuncian en webs de cualquier tipo son falsos.
El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Ciudad Real, Julián Creis, decía no dar crédito a los resultados del informe. “España es un país con un sistema muy riguroso de elaboración y control de los medicamentos; en las farmacias y en las cooperativas de distribución está todo controlado y los medicamentos llegan intactos al paciente”, aseguraba. “La calidad del medicamento sólo la garantiza la farmacia; las otras vías son muy complicadas”.
Campaña informativa
En 2006, el Colegio de Farmacéuticos realizó una campaña que, con el lema “Cuidado con tu salud; medicamentos en internet”, recomendaba, al tomar un fármaco, asegurarse de que “ha sido prescrito por un médico o indicado por un farmacéutico”, que “está fabricado siguiendo los controles que las autoridades sanitarias imponen”, que “ha sido conservado en condiciones adecuadas” y que llega al paciente “con el embalaje intacto, correctamente etiquetado y con un prospecto con las instrucciones de uso”.
Creis insistía en lo “desaconsejable” que es consumir una sustancia de cuya función no se tiene plena seguridad. Asimismo, aunque el supuesto fármaco sirva para aquello que se anuncia, la dosis quizá no sea la adecuada. “Puede que cada pastilla tenga menos contenido del preciso y no haga nada, o bien que la cantidad sea mayor y cause una sobredosis terapéutica o tóxica”, afirmaba. Además, no hay control alguno que garantice que el producto no esté caducado o contaminado durante su producción o traslado.
“No entiendo que la gente arriesgue su salud; es un problema de educación”, aseguraba el presidente de los farmacéuticos de la provincia, quien señalaba que un médico o un farmacéutico son las únicas personas idóneas para orientar ante un problema de salud. “¿A quién se lo vas a contar si no?”.
Necesidad de diagnóstico
Por otro lado, y teniendo en cuenta que la viagra suele ser uno de los fármacos más falsificados y vendidos por internet, Creis explicaba que “quien necesita viagra tiene un problema de salud que puede estar ocasionado por otras patologías; habría que diagnosticarlo porque puede ocultar problemas más graves”.
El informe de la farmacéutica Pfizer también señala que durante el pasado año se adquirieron vía web muchos antivirales ante la alarma mundial creada en torno a la gripe A, aunque, según apuntaba Creis, lo más probable es que los incautos compradores ni siquiera los hayan consumido y sólo quisieran tenerlos en casa por tranquilidad.
En vista de los resultados de este informe, el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Ciudad Real abría la posibilidad a volver a llevar a cabo una campaña informativa para alertar a los ciudadanos de los riesgos de adquirir y consumir fármacos sin la necesaria prescripción médica.
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