Fuente: miradaprofesional.com
En julio de este año, la FDA de estados Unidos aprobó el uso de Qsymia, un medicamento de Vivus, que promete lo que millones sueñan: un fármaco efectivo y seguro contra la obesidad. A base de dos droga más antiguas (phentermine y topirimate), el tratamiento generó un fuerte debate entre los especialistas, que todavía no se ponen de acuerdo sobre la efectividad del mismo. Esta discusión llegó a la Argentina, donde si bien el producto no está disponible podría desembarcar en 2013. Por eso, médicos piden tranquilidad y esperan más datos para conocer la verdadera dimensión de la que muchos ya llaman “la pastilla milagrosa”.
“Lo que le tiene que quedar muy en claro a los pacientes, es que la Qsymia no es un suplemento dietario, sino un medicamento, por lo que se debe consultar a un especialista antes de comprar y probar esta droga. En Argentina aún no tenemos experiencia con este medicamento porque no está aprobado por la ANMAT y, por lo tanto no se comercializa en nuestro país”, explicó Lilia Cafaro, médica clínica especialista en nutrición del Programa de Obesidad y Cirugía Mini Invasiva (OCMI). La especialista igual recordó que “la Qsymia está aprobada sólo para las personas obesas (con un IMC superior a 30) o con sobrepeso (un IMC superior a 27) que sufren además hipertensión, diabetes tipo 2 o colesterol alto”,
Con respecto a los efectos secundarios, uno de los temas que generó más debate en Estados Unidos, Cafaro dijo que Qsymia “puede provocar taquicardia, hipertensión, parestesias, alteración del gusto, neuropatía periférica y defectos de nacimiento como el paladar hendido en los bebés si es ingerido por mujeres embarazadas”. Este fármaco “tampoco está recomendado para personas con glaucoma o hipertiroidismo, ni para quienes hayan sufrido un accidente cerebrovascular o enfermedad cardíaca dentro de los seis meses previos, dado que puede aumentar el ritmo cardíaco” sostuvo Cafaro.
“Los medicamentos no se elijen, deben ser prescriptos por un profesional. La Qsymia es ejemplo de ello ya que, si el paciente no presenta las condiciones necesarias para su consumo, podría llegar a causarle efectos secundarios desfavorables.” aseveró la profesional.
Para cualquier persona que decida iniciar una dieta para bajar de peso, debe consultar a un especialista antes de empezar, para evaluar el estado nutricional. Será él quien indique y siga su plan alimentario. Para que un régimen nutricional sea considerado aceptable, éste debe ser implementado de manera gradual, tiene que ser también consensuado con el paciente, individualizado, flexible y placentero, sin prohibiciones, que pueda ser sostenido a largo plazo y con actividad física habitual. “El plan no debe tener ningún riesgo para la salud, debe considerar las costumbres, cultura, y calidad de vida del paciente”, concluyó la experta.
A nivel mundial, los defensores del medicamento aseguran que tiene muchos beneficios en su uso.
Los investigadores de la FDA, por ejemplo, dicen que la innovación de Qsymia se encuentra “en la selección de múltiples señales cerebrales” que conducen a gente a comer en exceso. “Ahora sabemos que hay múltiples vías que determinan la cantidad de energía que tomamos todos los días”, dijo Tim Garvey, de la Universidad de Alabama en Birmingham.
“Si se interviene en una vía que es difícil hacer una gran diferencia, que realmente necesita para atacar múltiples mecanismos para conseguir un efecto pronunciado.” Garvey ayudó a realizar varios ensayos clínicos pivotales de la droga. Qsymia es la droga de la pérdida de peso segundo aprobado por la FDA en menos de un mes, a raíz de la píldora Belviq Arena Pharmaceuticals a finales de junio.
Anteriormente, la agencia no había aprobado un nuevo medicamento para la pérdida de peso a largo plazo desde 1999. Con las tasas de obesidad en Estados Unidos se acercan el 35 por ciento de la población adulta, muchos médicos han pedido a la FDA la aprobación de nuevos tratamientos para la pérdida de peso. Sin embargo, una larga fila de pastillas dietéticas se han asociado con efectos secundarios peligrosos, en particular problemas cardíacos. En 1997, la combinación de la dieta droga popular fen-phen estaba vinculado a la condición cardíaca.
En julio de este año, la FDA de estados Unidos aprobó el uso de Qsymia, un medicamento de Vivus, que promete lo que millones sueñan: un fármaco efectivo y seguro contra la obesidad. A base de dos droga más antiguas (phentermine y topirimate), el tratamiento generó un fuerte debate entre los especialistas, que todavía no se ponen de acuerdo sobre la efectividad del mismo. Esta discusión llegó a la Argentina, donde si bien el producto no está disponible podría desembarcar en 2013. Por eso, médicos piden tranquilidad y esperan más datos para conocer la verdadera dimensión de la que muchos ya llaman “la pastilla milagrosa”.
“Lo que le tiene que quedar muy en claro a los pacientes, es que la Qsymia no es un suplemento dietario, sino un medicamento, por lo que se debe consultar a un especialista antes de comprar y probar esta droga. En Argentina aún no tenemos experiencia con este medicamento porque no está aprobado por la ANMAT y, por lo tanto no se comercializa en nuestro país”, explicó Lilia Cafaro, médica clínica especialista en nutrición del Programa de Obesidad y Cirugía Mini Invasiva (OCMI). La especialista igual recordó que “la Qsymia está aprobada sólo para las personas obesas (con un IMC superior a 30) o con sobrepeso (un IMC superior a 27) que sufren además hipertensión, diabetes tipo 2 o colesterol alto”,
Con respecto a los efectos secundarios, uno de los temas que generó más debate en Estados Unidos, Cafaro dijo que Qsymia “puede provocar taquicardia, hipertensión, parestesias, alteración del gusto, neuropatía periférica y defectos de nacimiento como el paladar hendido en los bebés si es ingerido por mujeres embarazadas”. Este fármaco “tampoco está recomendado para personas con glaucoma o hipertiroidismo, ni para quienes hayan sufrido un accidente cerebrovascular o enfermedad cardíaca dentro de los seis meses previos, dado que puede aumentar el ritmo cardíaco” sostuvo Cafaro.
“Los medicamentos no se elijen, deben ser prescriptos por un profesional. La Qsymia es ejemplo de ello ya que, si el paciente no presenta las condiciones necesarias para su consumo, podría llegar a causarle efectos secundarios desfavorables.” aseveró la profesional.
Para cualquier persona que decida iniciar una dieta para bajar de peso, debe consultar a un especialista antes de empezar, para evaluar el estado nutricional. Será él quien indique y siga su plan alimentario. Para que un régimen nutricional sea considerado aceptable, éste debe ser implementado de manera gradual, tiene que ser también consensuado con el paciente, individualizado, flexible y placentero, sin prohibiciones, que pueda ser sostenido a largo plazo y con actividad física habitual. “El plan no debe tener ningún riesgo para la salud, debe considerar las costumbres, cultura, y calidad de vida del paciente”, concluyó la experta.
A nivel mundial, los defensores del medicamento aseguran que tiene muchos beneficios en su uso.
Los investigadores de la FDA, por ejemplo, dicen que la innovación de Qsymia se encuentra “en la selección de múltiples señales cerebrales” que conducen a gente a comer en exceso. “Ahora sabemos que hay múltiples vías que determinan la cantidad de energía que tomamos todos los días”, dijo Tim Garvey, de la Universidad de Alabama en Birmingham.
“Si se interviene en una vía que es difícil hacer una gran diferencia, que realmente necesita para atacar múltiples mecanismos para conseguir un efecto pronunciado.” Garvey ayudó a realizar varios ensayos clínicos pivotales de la droga. Qsymia es la droga de la pérdida de peso segundo aprobado por la FDA en menos de un mes, a raíz de la píldora Belviq Arena Pharmaceuticals a finales de junio.
Anteriormente, la agencia no había aprobado un nuevo medicamento para la pérdida de peso a largo plazo desde 1999. Con las tasas de obesidad en Estados Unidos se acercan el 35 por ciento de la población adulta, muchos médicos han pedido a la FDA la aprobación de nuevos tratamientos para la pérdida de peso. Sin embargo, una larga fila de pastillas dietéticas se han asociado con efectos secundarios peligrosos, en particular problemas cardíacos. En 1997, la combinación de la dieta droga popular fen-phen estaba vinculado a la condición cardíaca.
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