La capacidad de regeneración es mayor cuando las células madre
musculares adultas habitan en el entorno típico del desarrollo
embrionario.
(ABC
Salud) Entre otras muchas consecuencias, el envejecimiento conlleva una
pérdida progresiva de masa muscular. pérdida que se produce de perdemos
masa muscular. Una degeneración asociada de forma natural al paso de
los años pero que, sin embargo, puede producirse de manera acelerada en
algunas patologías, caso del cáncer o, sobre todo, de las distrofias
musculares. Sin embargo, y según muestra un estudio llevado a cabo por
investigadores del Instituto de Investigación Médica Sanford Burnham
Prebys en La Jolla (EE.UU.), el tejido muscular podría ser regenerado
con el uso de células madre musculares. O más concretamente, de células
madre musculares embrionarias, mucho más capaces de formar nuevos
tejidos que sus homónimas obtenidas de los adultos.
Como explica Matthew Tierney, co-autor de esta investigación publicada en la revista «Cell Reports», «en nuestro estudio hemos observado que las células madre musculares embrionarias reestructuran su microentorno mediante la secreción de proteínas específicas, y luego hemos analizado cuáles son las condiciones idóneas de este microambiente para que las células madre musculares adultas generen nuevo tejido muscular de la forma más eficiente posible. Es decir, las células madre musculares adultas normalmente colaboran en el crecimiento del músculo, pero esta no es una función intrínseca de este tipo de células. Sin embargo, como muestran nuestros resultados, esta situación puede modificarse».
De vuelta al útero
Concretamente, el estudio muestra cómo las células madre musculares embrionarias secretan proteínas que componen la matriz extracelular, esto es, la estructura que mantiene unida a las células para formar un tejido. Sin embargo, y una vez maduran en células madre musculares adultas, adquieren otras funciones y responsabilidades, por lo que secretan otro tipo de proteínas.
El resultado es que las células madre musculares embrionarias tienen como función primordial la generación de nuevo tejido muscular, pero así las adultas, orientadas a la reparación de las lesiones en el músculo y a dividirse para constituir un ‘bote’ de células madre embrionarias que garanticen la curación de las futuras lesiones.
Como indica Alessandra Sacco, directora del estudio, «nuestros resultados ayudan a explicar la diferente capacidad que tienen las células madre musculares embrionarias y las adultas a la hora de reparar el músculo. Un hallazgo sumamente importante un necesario dado que, aún en la actualidad, no contamos con tratamientos disponibles para las distrofias musculares y los trastornos que cursan con una pérdida de tejido muscular».
¿Tratamiento para el futuro?
Y este hallazgo, ¿tiene alguna aplicación en la práctica clínica? Es decir, ¿podría utilizarse para el tratamiento de aquellas enfermedades en las que, caso de las distrofias musculares, la degeneración progresiva del tejido muscular supera la capacidad regenerativa de las células madre musculares adultas? Pues según destacan los autores, sí, dado que «nuestro estudio demuestra que las células madre musculares adultas que habitan en un microentorno con características embrionarias tienen mayor capacidad de regeneración muscular, lo que ofrece una base para el desarrollo de fármacos que puedan dirigir esta transición».
Como concluye Alessandra Sacco, «el comportamiento de las células está condicionado por su entorno estructural y bioquímico. Así, la modificación de este microambiente se presenta como un enfoque cada vez más aceptado en el tratamiento de numerosas enfermedades, desde el cáncer a las patologías cardiovasculares y neurodegenerativas. Estamos realmente emocionados con las posibles implicaciones de nuestro estudio en el tratamiento de las enfermedades musculares, y seguiremos trabajando para que nuestras conclusiones puedan ser aplicadas en el desarrollo de tratamientos».
Como explica Matthew Tierney, co-autor de esta investigación publicada en la revista «Cell Reports», «en nuestro estudio hemos observado que las células madre musculares embrionarias reestructuran su microentorno mediante la secreción de proteínas específicas, y luego hemos analizado cuáles son las condiciones idóneas de este microambiente para que las células madre musculares adultas generen nuevo tejido muscular de la forma más eficiente posible. Es decir, las células madre musculares adultas normalmente colaboran en el crecimiento del músculo, pero esta no es una función intrínseca de este tipo de células. Sin embargo, como muestran nuestros resultados, esta situación puede modificarse».
De vuelta al útero
Concretamente, el estudio muestra cómo las células madre musculares embrionarias secretan proteínas que componen la matriz extracelular, esto es, la estructura que mantiene unida a las células para formar un tejido. Sin embargo, y una vez maduran en células madre musculares adultas, adquieren otras funciones y responsabilidades, por lo que secretan otro tipo de proteínas.
El resultado es que las células madre musculares embrionarias tienen como función primordial la generación de nuevo tejido muscular, pero así las adultas, orientadas a la reparación de las lesiones en el músculo y a dividirse para constituir un ‘bote’ de células madre embrionarias que garanticen la curación de las futuras lesiones.
Como indica Alessandra Sacco, directora del estudio, «nuestros resultados ayudan a explicar la diferente capacidad que tienen las células madre musculares embrionarias y las adultas a la hora de reparar el músculo. Un hallazgo sumamente importante un necesario dado que, aún en la actualidad, no contamos con tratamientos disponibles para las distrofias musculares y los trastornos que cursan con una pérdida de tejido muscular».
¿Tratamiento para el futuro?
Y este hallazgo, ¿tiene alguna aplicación en la práctica clínica? Es decir, ¿podría utilizarse para el tratamiento de aquellas enfermedades en las que, caso de las distrofias musculares, la degeneración progresiva del tejido muscular supera la capacidad regenerativa de las células madre musculares adultas? Pues según destacan los autores, sí, dado que «nuestro estudio demuestra que las células madre musculares adultas que habitan en un microentorno con características embrionarias tienen mayor capacidad de regeneración muscular, lo que ofrece una base para el desarrollo de fármacos que puedan dirigir esta transición».
Como concluye Alessandra Sacco, «el comportamiento de las células está condicionado por su entorno estructural y bioquímico. Así, la modificación de este microambiente se presenta como un enfoque cada vez más aceptado en el tratamiento de numerosas enfermedades, desde el cáncer a las patologías cardiovasculares y neurodegenerativas. Estamos realmente emocionados con las posibles implicaciones de nuestro estudio en el tratamiento de las enfermedades musculares, y seguiremos trabajando para que nuestras conclusiones puedan ser aplicadas en el desarrollo de tratamientos».
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