martes, 4 de mayo de 2010

EEUU: LAS RECETAS DE FÁRMACOS MAL TRADUCIDAS Y LOS PELIGROS PARA EL PACIENTE


Imagen de noticias HealthDayJUEVES, 8 de abril (HealthDay News/DrTango) -- Muchos hispanoparlantes de Estados Unidos reciben las indicaciones de las recetas de la farmacia tan mal traducidas que los medicamentos son un peligro potencial para su salud, muestra un estudio reciente.
Los errores ocurren mayormente debido a deficiencias en los programas de computadora a los que la mayoría de farmacias recurren para traducir la información sobre los medicamentos de inglés a español, afirmó la líder de la investigación, la Dra. Iman Sharif, jefa de la división de pediatría general del Hospital Pediátrico Nemours/Alfred I. duPont en Wilmington, Delaware.
"Las tecnologías ahora disponibles para producir indicaciones en el idioma del paciente son inadecuadas", lamentó Sharif.
La mitad de las etiquetas en español revisadas para el estudio contenían errores, y algunos de esos errores podrían resultar en situaciones que amenacen la vida sin son malentendidas por el paciente, advirtió Sharif.
El estudio aparece en la edición de mayo de la revista Pediatrics.
De las farmacias de la ciudad de Nueva York encuestadas que proveen etiquetas en español, más de cuatro de cada cinco utilizaban un programa de computadora para traducir sus etiquetas de inglés a español. Casi todas las farmacias dijeron que había alguien que revisaba si las etiquetas contenían errores, pero los investigadores encontraron docenas de indicaciones mal traducidas.
Un problema común fue el "Spanglish", señaló Sharif. Los programas producían una mezcla de inglés y español en las etiquetas, lo que creaba indicaciones confusas y difíciles de leer.
El uso de "Spanglish" también creaba algunas situaciones potencialmente peligrosas. Por ejemplo, la palabra "once" significa "una vez" en inglés. "Tal vez el que escriba la receta quiera decir 'una vez', pero el hispanoparlante puede leer el número en su idioma", apuntó Sharif. Dicho error podría resultar en una sobredosis.
Otras frases que no se traducían con precisión incluían "un cuentagotas", "aplicar de forma tópica", "durante siete días", "durante 30 días", "aplicar en las áreas afectadas", "con jugo" y "tomar con alimentos".
Las faltas ortográficas también crearon errores. El uso incorrecto de la palabra "poca" en lugar de "boca" es un ejemplo claro. Unas instrucciones decían "dos besos", cuando probablemente lo correcto era "dos veces".
Entre las malas traducciones citadas específicamente en el estudio se encontraban:

  • "Tome 1.2 al día dar gotero con jugo once al día".
  • "Tomar 0.6 mL 2 veces al día por un poco con jugo".
  • "Aplicar al área afectada dos veces el día indicado como".
El Dr. David Flockhart, director de la división de farmacología clínica de la Facultad de medicina de la Universidad de Indiana en Indianápolis, dijo que no es sorprendente que ocurran estos errores generados por computadoras.
"Es probable que se pudiera obtener algo correcto palabra por palabra, pero no se puede captar el sentido completo delo que se está comunicando a través de un programa de computadoras", aseguró Flockhart.
La cantidad misma de información que un farmaceuta debe proveer todos los días también dificulta que personas que no saben demasiado español detecten los errores. "Es un problema particular, porque el PDR [vademécum] es tan inmenso", apuntó Flockhart. Para los farmaceutas que no hablan español, traducirlo es casi imposible. Hay demasiada información".
Sharif cree que estos errores ayudan a explicar por qué las personas que no hablan inglés tienden a recibir una peor atención de salud en EE. UU.
"Se trata de algo que contribuye de forma crítica a las disparidades en la atención", advirtió. "Muchas personas que no hablan inglés no pueden comprender cómo usar sus fármacos. Esa es una pieza del rompecabezas".
Anotando que la ciudad de Nueva York requiere que las etiquetas de las recetas se encuentren en otros seis idiomas comunes, los autores dijeron que se necesita investigación para identificar los peligros del etiquetado y proteger a los pacientes que no hablan inglés.
Además, las firmas de software necesita crear mejores programas si se desea dar un mejor servicio a los pacientes, ya que es poco probable que todas las farmacias de Estados Unidos puedan encontrar y contratar a intérpretes calificados para producir etiquetas e indicaciones, enfatizó Sharif.
"Necesitamos ayuda", comentó. "Necesitamos que el sector tecnológico cumpla su papel y mejore la forma en que el software de recetas de las farmacias traduce las indicaciones".
Flockhart tiene una opinión distinta, y afirma que la solución real es contratar a más farmaceutas bilingües. "Dudo que se pueda mejorar el software para que sea tan bueno como un farmaceuta que hable español", dijo.
Mientras tanto, los pacientes hispanoparlantes deben protegerse. "Mi recomendación sería que se asegure de pedir un intérprete que hable su idioma para que le explique cómo usar el medicamento recetado", aconsejó Sharif.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

FUENTES: Dr. Iman Sharif, M.D., M.P.H., chief, division of general pediatrics, Nemours/Alfred I. duPont Hospital for Children, Wilmington, Del.; Dr. David Flockhart, M.D., Ph.D., director, division of clinical pharmacology, Indiana University School of Medicine, Indianapolis; May 2010 Pediatrics HealthDay (c) Derechos de autor 2010, HealthDay

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