Fuente: abc.es
Los médicos avisan de que sólo avalarán el uso de tratamientos homeopáticos que demuestren científicamente su eficacia
La Organización Médica Colegial (OMC) recuerda a toda la profesión que están obligados por su Código de Deontología Médica a emplear «preferentemente» procedimientos y prescribir fármacos cuya eficacia se haya demostrado científicamente, y avisa de que sólo avalarán el uso de aquellas terapias no convencionales -como los tratamientos homeopáticos- que hayan probado su eficacia, efectividad, eficiencia, calidad y seguridad.
Así lo ha acordado la Asamblea General de este organismo durante la última reunión celebrada este sábado en Granada, tras la publicación del borrador de la orden del Ministerio de Sanidad que regulará los medicamentos homeopáticos y que la titular del ramo Ana Mato presentará este miércoles a las comunidades en el marco del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS).
Ante esta regulación, la OMC recuerda a «todos los médicos» que «no son éticas las prácticas inspiradas en el charlatanismo, las carentes de base científica y que prometen a los enfermos la curación, los procedimientos ilusorios o insuficientemente probados que se proponen como eficaces, la simulación de tratamientos médicos o intervenciones quirúrgicas y el uso de productos de composición no conocida».
Pese a todo, en caso de que un médico decida utilizar una terapia no convencional que no cuente con una base científica suficiente, éste «está obligado a informar» a los pacientes «de forma clara e inteligible y con rigor y minuciosidad», tanto del posible beneficio/riesgo que las mismas conllevan como de las alternativas terapéuticas existentes que sí están fundamentadas científicamente. Asimismo, también han querido dejar claro algunos aspectos relacionados con quienes administran estos productos, recordando que «hay múltiples actividades que benefician y determinan directa o indirectamente el estado de bienestar y hasta la salud de los ciudadanos, que no son realizadas por médicos ni siquiera por profesionales sanitarios».
Sobre este aspecto, avisan de que no forman parte del acto médico «aquellas acciones u omisiones que, al margen del ejercicio de la medicina, un ciudadano con la condición de licenciado/especialista en medicina pueda realizar en relación a sus convicciones, creencias, tendencias, ideología o cualquier otra circunstancia».
También recuerdan a las autoridades sanitarias de que su responsabilidad pasa por regular estas terapias, así como las repercusiones de su uso en el ámbito de la salud pública y los riesgos derivados de su mala utilización o utilización inadecuada. De igual modo, advierte la OMC, debe regular los centros donde debe aplicarse e identificar a quiénes lo hacen, cómo lo hacen y la veracidad de la publicidad al respecto.
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