Quedó allanado desde lo judicial, pero la fiscalía aduce un interés económico
CÓRDOBA.-
Desde el punto de vista judicial, quedó allanado el camino para el
trasplante de riñón en Córdoba en un caso atípico: el donante es una
persona viva no familiar del paciente.
La Cámara Octava en lo
Civil y Comercial rechazó por unanimidad el planteo de la fiscal Alicia
García de Solavgione, que insiste en que hay intereses económicos de por
medio y que esto vulnera el principio de altruismo que establece la
ley.El receptor es un hombre de 67 años que hace cuatro tiene problemas renales y se somete a diálisis tres veces por semana. En los últimos tiempos, según dijo a LA NACION el abogado Carlos Nayi, que lo representa en el trámite judicial, su salud se ha deteriorado.
Estuvo internado tres veces en los últimos 12 días y con un cuadro de depresión "por lo que viene afrontando en los últimos tiempos". De todos modos, está clínicamente apto para encarar el trasplante.
García de Solavgione apeló la autorización del juez para hacer el trasplante y afirmó que era "inexplicable" su accionar, ya que el receptor, en la audiencia, había expresado su voluntad de incluirlo en su testamento y de regalarle una moto.
Ayer confirmó a LA NACION que ahora no puede hablar por "pedido expreso" del fiscal general Alejandro Moyano.
La fiscal, que ya fue denunciada por la familia del receptor ante el tribunal de ética del Superior Tribunal, ahora afrontará un pedido de jury y una acción penal por daño moral.
"Dejaremos por escrito y certificado que, en caso de ganar esa instancia, todo lo que se recaude será donado al Cottolengo Don Orione", apuntó Nayi, que sostuvo que la funcionaria "actuó sólo para suspender la ablación".
El abogado admitió que el donante afirmó en la audiencia que "quería tanto al donante que hasta lo incluiría en el testamento como un hijo más". Pero aseguró que lo hizo cuando "el proceso estaba terminado, de manera espontánea y como una cuestión de agradecimiento; incluso es inviable jurídicamente porque tiene hijos legítimos".
El donante es un joven de 27 años empleado de la familia y amigo de los hijos. Los estudios médicos confirmaron que ninguno de los cuatro hijos (con diferentes problemas de salud, según Nayi) ni la esposa pueden ser donantes.
Desde un principio García de Solavgione se opuso a la decisión del juez Gustavo Massano por considerar que no estaba claro que el procedimiento no incluyera intereses económicos.
Para ella, las propias afirmaciones del receptor son determinantes respecto de que se incumplen los principios de la ley.
El caso se debió judicializar porque la ley argentina autoriza la donación entre personas vivas sólo cuando son parientes o cónyuges. Si no, debe resolver la Justicia a través de un amparo.
Mientras la fiscal insistió en que no estaba claro que la donación era promovida por el "altruismo", la familia y el donante aseguraron que los une un "profundo afecto" y que la relación de dependencia laboral "viene de mucho antes" de esta situación de emergencia.
Recientemente, el periodista Jorge Lanata recibió un riñón de un donante no relacionado. Fue el primer trasplante cruzado entre cuatro personas que se realizó en América latina. La madre de un joven enfermo aceptó donar uno de sus riñones a Lanata, y la mujer de éste, Sara Stewart Brown, le donó uno de sus riñones al hijo de la mujer.
Un caso controvertido
- La ley autoriza la donación entre personas vivas sólo cuando hay parentesco de por medio, o cuando se hace "en cadena", pero con autorización del juez.
- En este caso, el receptor es un hombre de 67 años con insuficiencia renal crónica que espera el órgano desde hace cuatro años.
- El donante tiene 27 años y es amigo de un hijo del paciente. Le prometieron una moto e incorporarlo como heredero al testamento del receptor.
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