Fuente: miradaprofesional.com
BUENOS AIRES: De visita en la Argentina, el virólogo francés Jean Luc Montagnier, quien en 2008 recibió el Premio Nobel de Medicina por su descubrimiento del VIH, habló de innovadores enfoques que podrían dar lugar a nuevas alternativas para el tratamiento de estas enfermedades. Por Agustina Sucri. Diario La Prensa, lunes 29 de abril de 2013.
Pasaron 30 años desde que Jean Luc Montagnier logró, junto a Franoise Barré-Sinoussi, dar un paso trascendental en la historia de la Medicina, al aislar el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (Sida). Ese primer hito fue el que permitió avanzar en el conocimiento de la enfermedad -que hoy padecen 34 millones de personas en el mundo-, desarrollar tratamientos que mejoren el pronóstico de los afectados por el virus, e identificar las mejores estrategias para su prevención.
Sin embargo, el sida continúa desvelando al virólogo francés, quien en la actualidad -a sus 80 años de edad- trabaja junto a un equipo de científicos en pos de superar el mayor desafío: conseguir la cura de esta afección.
Así lo aseguró Montagnier durante su visita a la Argentina, invitado por la Fundación Osde. Luego de disertar en la provincia de Mendoza -donde la Universidad Nacional de Cuyo le entregó un doctorado Honoris Causa por sus contribuciones a las ciencias médicas- y en la Academia Nacional de Medicina, el experto participó de un encuentro con periodistas del que formó parte La Prensa.
En sus alocuciones, el Premio Nobel enfatizó que "a 30 años del aislamiento del virus, el sida sigue siendo un problema de salud en el que hay varios factores en juego".
Los estudios de Montagnier y su equipo se han concentrado precisamente en determinar cuáles son esos otros factores. Los resultados que han obtenido llevan al especialista a pensar que el sida "puede estar estimulado, además de por el VIH, por otros factores infecciosos y no infecciosos".
En concreto, afirmó que la presencia en algunas personas de una infección bacteriana específica -de la cual se limitó a decir que ya pudieron identificar- favorecería la infección con VIH.
Mientras que al referirse a los factores no infecciosos, que aumentan el riesgo de contraer la enfermedad, el científico argumentó: "Un buen sistema inmunológico disminuye las posibilidades de infección. En los países desarrollados la gente tiene un mejor sistema inmunológico y resiste más las bacterias y, por ende, la incidencia de la enfermedad es menor".
Respecto al modo de fortalecer el sistema inmunológico -lo cual contribuye a la prevención de la enfermedad-, el virólogo señaló que ésto está vinculado con hábitos de vida tales como mantener una buena higiene, una buena nutrición, no cometer excesos (como el consumo de tabaco o alcohol). "Si uno tiene ciertos hábitos de vida, se puede resistir, se puede tener una respuesta ante el contacto con el virus", remarcó, para luego contraponer: "Pero las personas que sufren otras infecciones o que no tienen una forma de vida higiénica no pueden resistir el embate de la infección por VIH y se vuelve crónica".
Cabe aclarar que "una forma de vida higiénica" hace referencia a la importancia de evitar la promiscuidad sexual, ya que -según confirmó Montagnier- "el aumento de la cantidad de compañeros sexuales incrementa el factor de transmisión"; al consejo de utilizar preservativo -vale recordar que no se trata de un método de prevención del sida 100% efectivo, sino que disminuye en un 90% el riesgo del contagio-; y a rehuir al contacto con sangre ajena.
AUN SIN CURA
"El virus del sida no ha sido eliminado y los diferentes tratamientos en práctica sólo permiten alargar la vida del paciente. Existe una vacuna preventiva pero falta encontrar una vacuna curativa: esa es nuestra esperanza", confesó el científico. Hallar la cura implica, según Montagnier, "identificar cuál es la reserva del virus, descubrir de qué se alimenta".
"El tratamiento esencial es atacar el
BUENOS AIRES: De visita en la Argentina, el virólogo francés Jean Luc Montagnier, quien en 2008 recibió el Premio Nobel de Medicina por su descubrimiento del VIH, habló de innovadores enfoques que podrían dar lugar a nuevas alternativas para el tratamiento de estas enfermedades. Por Agustina Sucri. Diario La Prensa, lunes 29 de abril de 2013.
Pasaron 30 años desde que Jean Luc Montagnier logró, junto a Franoise Barré-Sinoussi, dar un paso trascendental en la historia de la Medicina, al aislar el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (Sida). Ese primer hito fue el que permitió avanzar en el conocimiento de la enfermedad -que hoy padecen 34 millones de personas en el mundo-, desarrollar tratamientos que mejoren el pronóstico de los afectados por el virus, e identificar las mejores estrategias para su prevención.
Sin embargo, el sida continúa desvelando al virólogo francés, quien en la actualidad -a sus 80 años de edad- trabaja junto a un equipo de científicos en pos de superar el mayor desafío: conseguir la cura de esta afección.
Así lo aseguró Montagnier durante su visita a la Argentina, invitado por la Fundación Osde. Luego de disertar en la provincia de Mendoza -donde la Universidad Nacional de Cuyo le entregó un doctorado Honoris Causa por sus contribuciones a las ciencias médicas- y en la Academia Nacional de Medicina, el experto participó de un encuentro con periodistas del que formó parte La Prensa.
En sus alocuciones, el Premio Nobel enfatizó que "a 30 años del aislamiento del virus, el sida sigue siendo un problema de salud en el que hay varios factores en juego".
Los estudios de Montagnier y su equipo se han concentrado precisamente en determinar cuáles son esos otros factores. Los resultados que han obtenido llevan al especialista a pensar que el sida "puede estar estimulado, además de por el VIH, por otros factores infecciosos y no infecciosos".
En concreto, afirmó que la presencia en algunas personas de una infección bacteriana específica -de la cual se limitó a decir que ya pudieron identificar- favorecería la infección con VIH.
Mientras que al referirse a los factores no infecciosos, que aumentan el riesgo de contraer la enfermedad, el científico argumentó: "Un buen sistema inmunológico disminuye las posibilidades de infección. En los países desarrollados la gente tiene un mejor sistema inmunológico y resiste más las bacterias y, por ende, la incidencia de la enfermedad es menor".
Respecto al modo de fortalecer el sistema inmunológico -lo cual contribuye a la prevención de la enfermedad-, el virólogo señaló que ésto está vinculado con hábitos de vida tales como mantener una buena higiene, una buena nutrición, no cometer excesos (como el consumo de tabaco o alcohol). "Si uno tiene ciertos hábitos de vida, se puede resistir, se puede tener una respuesta ante el contacto con el virus", remarcó, para luego contraponer: "Pero las personas que sufren otras infecciones o que no tienen una forma de vida higiénica no pueden resistir el embate de la infección por VIH y se vuelve crónica".
Cabe aclarar que "una forma de vida higiénica" hace referencia a la importancia de evitar la promiscuidad sexual, ya que -según confirmó Montagnier- "el aumento de la cantidad de compañeros sexuales incrementa el factor de transmisión"; al consejo de utilizar preservativo -vale recordar que no se trata de un método de prevención del sida 100% efectivo, sino que disminuye en un 90% el riesgo del contagio-; y a rehuir al contacto con sangre ajena.
AUN SIN CURA
"El virus del sida no ha sido eliminado y los diferentes tratamientos en práctica sólo permiten alargar la vida del paciente. Existe una vacuna preventiva pero falta encontrar una vacuna curativa: esa es nuestra esperanza", confesó el científico. Hallar la cura implica, según Montagnier, "identificar cuál es la reserva del virus, descubrir de qué se alimenta".
"El tratamiento esencial es atacar el
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