Fuente: miradaprofesional.com
Estos productos abarcan chicles, tiras o palillos y cigarrillos electrónicos, entre otros. Según un reciente informe, la expansión de su uso alcanzó proporciones epidémicas, y causa altas tasas de mortalidad.
El consumo de tabaco sin humo está alcanzando proporciones epidémicas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que presentará un informe sobre esta situación a los 176 Estados parte de la Convención Marco para el Control del Tabaco que se reunirán desde el próximo lunes en Seúl.
"El tabaco sin humo se está convirtiendo en una epidemia en algunas partes del mundo", sostuvo hoy el experto Vijay Trivedi, coordinador de la Secretaría de la OMS que desde Ginebra gestiona esa convención.
Como tabaco sin humo están considerados los productos entera o parcialmente elaborados a partir de hoja de tabaco y que pueden ser fumados, chupados, mascados o inhalados, bajo la forma de polvo, chicles, pastillas, tiras o palillos, así como de cigarrillos electrónicos, entre otros.
"El tabaco que no genera humo contiene muchos ingredientes que son muy nocivos y (su consumo) está aumentando realmente en proporciones epidemiológicas en ciertas partes del mundo, sobre todo en el sur de Asia y África", recalcó Trivedi.
Reconoció que el problema es muy complejo porque estos productos adoptan numerosas formas y prácticamente están "hechos a medida" del consumidor, pero subrayó que la rápida expansión de su uso confiere un "sentido de urgencia" a la necesidad de tomar medidas para atajar el problema.
"Las tabacaleras han dado un importante giro en su estrategia y se están moviendo hacia el mundo en desarrollo, donde la población es más joven, para contrarrestar las barreras que afrontan en el mundo desarrollado, donde las normas contra el tabaco suelen ser más drásticas", agregó el especialista.
Según un informe sobre esta cuestión preparado por la Secretaría de la Convención para la conferencia internacional que se celebrará la próxima semana en Seúl, estos productos son utilizados por un 27% de hombres adultos y un 9% de mujeres adultas a nivel mundial.
Entre los más jóvenes, el 15% de chicos y el 7% de chicas consumen algún tipo de tabaco sin humo.
Para la OMS, esta adicción es una causa importante de enfermedad, discapacidad y muerte en países donde su utilización es elevada. Como ejemplo, cita un estudio publicado este año en India, que revela que la mortalidad por cáncer bucal entre los consumidores de chicle con tabaco y nicotina es cinco veces superior que en las víctimas de la misma enfermedad que nunca han usado este producto.
La nicotina contenida en estas presentaciones es responsable de su propiedad adictiva, además de otros ingredientes de carácter tóxico y cancerígeno. La industria del tabaco introdujo recientemente una nueva generación de productos sin humo en países en desarrollo y emergentes que pueden tener un atractivo mayor para el consumidor, debido a los perfumes o sabores -como menta o fruta- que se le agregan.
De acuerdo con el informe, los aditivos y sabores en realidad pueden servir para "enmascarar la baja calidad de algunos productos o para dirigirse a ciertos grupos de edad", especialmente mujeres y jóvenes.
Para mostrar la extensión del problema, se menciona que en Canadá se han lanzado desde 2009 veinte nuevos productos de tabaco sin humo y que sus ventas han aumentado un 10% en los últimos cinco años.
Estos productos abarcan chicles, tiras o palillos y cigarrillos electrónicos, entre otros. Según un reciente informe, la expansión de su uso alcanzó proporciones epidémicas, y causa altas tasas de mortalidad.
El consumo de tabaco sin humo está alcanzando proporciones epidémicas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que presentará un informe sobre esta situación a los 176 Estados parte de la Convención Marco para el Control del Tabaco que se reunirán desde el próximo lunes en Seúl.
"El tabaco sin humo se está convirtiendo en una epidemia en algunas partes del mundo", sostuvo hoy el experto Vijay Trivedi, coordinador de la Secretaría de la OMS que desde Ginebra gestiona esa convención.
Como tabaco sin humo están considerados los productos entera o parcialmente elaborados a partir de hoja de tabaco y que pueden ser fumados, chupados, mascados o inhalados, bajo la forma de polvo, chicles, pastillas, tiras o palillos, así como de cigarrillos electrónicos, entre otros.
"El tabaco que no genera humo contiene muchos ingredientes que son muy nocivos y (su consumo) está aumentando realmente en proporciones epidemiológicas en ciertas partes del mundo, sobre todo en el sur de Asia y África", recalcó Trivedi.
Reconoció que el problema es muy complejo porque estos productos adoptan numerosas formas y prácticamente están "hechos a medida" del consumidor, pero subrayó que la rápida expansión de su uso confiere un "sentido de urgencia" a la necesidad de tomar medidas para atajar el problema.
"Las tabacaleras han dado un importante giro en su estrategia y se están moviendo hacia el mundo en desarrollo, donde la población es más joven, para contrarrestar las barreras que afrontan en el mundo desarrollado, donde las normas contra el tabaco suelen ser más drásticas", agregó el especialista.
Según un informe sobre esta cuestión preparado por la Secretaría de la Convención para la conferencia internacional que se celebrará la próxima semana en Seúl, estos productos son utilizados por un 27% de hombres adultos y un 9% de mujeres adultas a nivel mundial.
Entre los más jóvenes, el 15% de chicos y el 7% de chicas consumen algún tipo de tabaco sin humo.
Para la OMS, esta adicción es una causa importante de enfermedad, discapacidad y muerte en países donde su utilización es elevada. Como ejemplo, cita un estudio publicado este año en India, que revela que la mortalidad por cáncer bucal entre los consumidores de chicle con tabaco y nicotina es cinco veces superior que en las víctimas de la misma enfermedad que nunca han usado este producto.
La nicotina contenida en estas presentaciones es responsable de su propiedad adictiva, además de otros ingredientes de carácter tóxico y cancerígeno. La industria del tabaco introdujo recientemente una nueva generación de productos sin humo en países en desarrollo y emergentes que pueden tener un atractivo mayor para el consumidor, debido a los perfumes o sabores -como menta o fruta- que se le agregan.
De acuerdo con el informe, los aditivos y sabores en realidad pueden servir para "enmascarar la baja calidad de algunos productos o para dirigirse a ciertos grupos de edad", especialmente mujeres y jóvenes.
Para mostrar la extensión del problema, se menciona que en Canadá se han lanzado desde 2009 veinte nuevos productos de tabaco sin humo y que sus ventas han aumentado un 10% en los últimos cinco años.
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