Fuente: jano.es
Un estudio con más de 700 presos muestra que el 45,3% de los
casos que se atienden tienen que ver con la ansiedad; un 41% se deben a
trastornos del estado de ánimo, y un 10,7% a cuadros de esquizofrenia o
trastorno bipolar.
El 84,4% de los presos españoles sufre o ha sufrido enfermedades mentales en algún momento de su vida en las prisiones españolas, en su mayoría por adicción o abuso de drogas (76%), según un estudio con datos de 2011 realizado a más de 700 hombres de cinco cárceles de Cataluña, Madrid y Zaragoza.
Esta cifra está lejos de la prevalencia de los trastornos mentales en la población general, que es de un 15,7%, y se explica por la influencia del consumo de drogas, según ha afirmado en una entrevista a Europa Press el director de psiquiatría penitenciaria del Parc Sanitari de Sant Joan de Déu, el doctor Francesc Pérez Arnau, colaborador del estudio.
"Un porcentaje muy bajo sólo consume alcohol, pero a partir de aquí, lo que es más frecuente es la combinación de diferentes y muchas sustancias", el policonsumo, lo cual tiene una relación directa con el incremento de la violencia y el desarrollo de patologías, incluidas las psicosis, señala Pérez Arnau.
En el caso de los internos que no han consumido estupefacientes (de los 707 presos que participaron en el estudio, el 23,8% dijo no habese drogado nunca), la enfermedad mental se rebaja hasta el 8,6%.
Adaptarse a la prisión
Según Pérez Arnau la mayoría de los trastornos por los que los presos piden una visita psiquiátrica son adaptativos: "Es un tipo de reacción ante una situación, sobre todo en presos preventivos. Una persona que está en la calle, comete un delito e ingresa en prisión es normal que tenga ansiedad, insomnio y que se sienta triste".
Del estudio se desprende que el 45,3% de los casos tienen que ver con la ansiedad; un 41% son trastornos del estado de ánimo, y un 10,7% a sintomatología psicótica -cuadros de esquizofrenia, trastorno bipolar y otros-, mediatizados generalmente por la prevalencia del abuso y dependencia de sustancias.
Esta radiografía cambia radicalmente en la sociedad general, donde la ansiedad tiene una presencia del 23,3%, seguida del consumo de sustancias -17,5%-, los trastornos del estado de ánimo -14,9%- y el trastorno psicótico -4,2%-, aunque el estudio no analiza los mismos periodos.
Pérez Arnau matiza, sobre el estudio, que hay "algún trastorno que ahora está en estudio y que probablemente es muy habitual en prisión pero que no se ha incluido en el análisis", mientras que otros que sí se han tenido en cuenta -trastornos de personalidad- requerían otro tipo de análisis; y ha remarcado la restricción de la muestra, que se limita a hombres penados que entienden el español.
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