Un reciente proyecto en la Cámara de Diputados de la Provincia insta al Ministerio de Salud de Corrientes y a la Superintendencia de Salud de la Nación, a mediar en la dificultad de las empleadas domésticas de acceder a la cobertura de obras sociales que no la aceptan como monotributistas.
Pero esa realidad no es exclusiva de empleadas domésticas, quienes en los últimos gozan de un nuevo régimen de regularización masiva. La mayoría de quienes ingresan a los regímenes de Monotributo o Monotributo Social, viven la odisea de no ser aceptados en las obras sociales. De acuerdo a informes nacionales, esta situación de obras sociales que no aceptan a monotributistas se registra en todo el país, pero se agudiza en provincias con alta informalidad laboral y falta de controles. Corrientes se ubica entre las provincias con más problemas en este sentido. Numerosas obras sociales no aceptan monotributistas, demoran las inscripciones, y en caso de aceptar limitan las prestaciones brindadas. Se estima en decenas de miles los monotributistas en Corrientes. El monto menor de pago orilla los 300 pesos, de los cuales 110 se destina a obra social, y luego 100 pesos más por cada integrante de la familia. La cantidad de monotributistas creció en los últimos años con el auge de los “contratos de locación de obra” una modalidad de empleo temporal e informal que en especial lo implementan los organismos del Estado, y las empresas para contratar servicios de profesionales. Otro tanto de los monotributistas son trabajadores de actividades informales, como empleadas domésticas, que optaron por este mecanismo para acceder a obra social y jubilación. Muchos también gozan el Monotributo Social, con cuota más económica y de acceso para trabajadores o grupos sociales en situación de supervivencia. Algunas obras sociales se niegan a inscribir monotribustistas, y otras otorgan prestaciones acotadas comparados con los planes clásicos de quienes trabajan en relación de dependencia. Otras mutuales o prepagas, que funcionan como obras sociales, al momento de inscribirse como monotributistas, sólo aceptan a cambio del pago de una cuota adicional con la cual el beneficiario accede a planes especiales. Desde las obras sociales con sede en Corrientes, explican que es tal la demanda de monotributistas, que no están en condiciones de garantizar la prestación de inscribirlos a todos. Pero además aducen que es más bajo lo que las obras sociales reciben de monotributistas, que lo recibido cuando trabajan en relación de dependencia. Por último, un motivo que también aducen las obras sociales es que en Corrientes es alta la tasa de inestabilidad laboral, por lo que es alto el porcentaje de monotributistas que ingresan a las obras sociales y en pocos meses dejan de pagar el monotributo. Un caso referente, de una de las obras sociales más grandes de la provincia, con más de 4500 monotributistas resolvió tercerizar la prestación, con lo cual los monotributistas que gozaban de las mismas prestaciones que los trabajadores en relación de dependencia o los autónomos, pasaron de contar con una cartilla de prestadores de 60 pediatras a cinco pediatras, de 30 ginecólogas a tres, de casi todos los médicos clínicos que aceptaban esa obra social a solo diez médicos clínicos habilitados, y de poder atenderse en cualquier clínica a contar con sólo tres clínicas habilitadas. La estrategia de las obras sociales que reducen la prestación, pasa por cubrir sólo lo exigido por el Plan Médico Obligatorio (PMO), y de reducir la cifra de prestadores, como forma de tentar a los afiliados a pasarse a planes más caros. La falta de aceptación de monotributistas o la reducción de prestaciones para monotributistas, motivó una serie de recursos o amparos judiciales, que sin embargo no logran garantizar el beneficio. Otra posibilidad, la recomendada es recurrir en queja ante la Superintendencia de Salud de la Nación, que sin embargo demora las respuestas.
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