lunes, 28 de enero de 2013

EL FORO ECONÓMICO MUNDIAL DAVOS, DIVIDIDO SOBRE CÓMO ABORDAR LA OBESIDAD

Fuente: pmfarma.com


La obesidad, un factor clave en las enfermedades cardiovasculares y la diabetes, impone costes tanto al sector público como al privado y es un lastre para el crecimiento económico, pero los líderes empresariales reunidos en Davos no se ponen de acuerdo sobre qué pueden o deben hacer para afrontarla.
El Foro Económico Mundial ha conseguido en el pasado algunos avances significativos en materia de sanidad, como el respaldo a la lucha contra el sida y la vacunación infantil en países pobres, pero abordar el incremento de la obesidad promete ser una labor mucho más complicada.
"Hay enormes intereses implicados. La cuestión es ¿cómo conciliamos esos intereses? La industria ve un impacto en su línea de flotación. Necesita trabajadores y consumidores sanos", dijo Olivier Raynaud, experto en salud y atención sanitaria del Foro de Davos (FEM).
El FEM estima que unos 47 billones de dólares acumulados pueden perderse en los próximos 20 años debido a enfermedades no transmisibles y problemas de salud mental, con la obesidad culpable de un 44 por ciento de los costes por diabetes y de un 23 por ciento del presupuesto de las enfermedades del corazón.

Cuatro de cada cinco diabéticos viven en países con ingresos bajos y medianos, y las ventas globales de medicamentos para la diabetes se espera que lleguen a los 48.000-53.000 millones de dólares para 2016, frente a los 39.200 millones de dólares de 2011, según la empresa de investigación IMS Health.
Una vistazo a la lista de socios estratégicos del FEM muestra la cantidad de intereses en juego - a las compañías de alimentos y bebidas se las culpa de agravar la crisis, mientras que los laboratorios farmacéuticos se benefician de las tasas crecientes de diabetes.
También hay cuestiones de elección de los consumidores que hay que tener en cuenta, y el hecho de que las empresas que venden alimentos ricos en calorías también ofrecen a menudo alternativas más saludables.
"Podríamos dejar de vender helados, pero la gente va a seguir queriendo comer helado", dijo Paul Bulcke, consejero delegado del gigante alimentario Nestlé, que ha invertido fuertemente en desarrollar productos más sanos, incluidos los helados bajos en grasa.
Esta misma semana, Coca-Cola, cuyo consejero delegado Muhtar Kent es uno de los copresidentes de la reunión de Davos de este año, lanzó un anunció en la televisión por cable de EEUU que pretende dar a conocer los esfuerzos de la compañía en su lucha contra la obesidad.
Mientras la industria de los refrescos se enfrenta a la amenaza de una regulación más estricta, él destaca que Coca-Cola vende alrededor de 180 bebidas bajas en calorías o sin ellas, y recuerda a los espectadores "si comes y bebes más calorías de las que quemas, engordarás".
El Foro de Davos será el anfitrión de una reunión privada sobre "vida sana" el sábado en la que participarán actores clave, como ejecutivos de los sectores alimentario, agrícola y sanitario, así como regulares y ministros de sanidad, e intentarán alcanzar un acuerdo sobre medidas concretas.
"Para resolver el tema del tabaco, excluimos a las tabacaleras. Pero excluir a las empresas de alimentos y bebidas, y productos farmacéuticos sería un gran error", dijo Raynard. "El segundo error sería culpar solamente. El tercer error sería ser demasiado simplista, centrándonos solo en la reducción de azúcar, por ejemplo".
Nike, otra empresa con una clara agenda sobre este tema, encargó recientemente un estudio que estima que el nueve por ciento de todas las muertes prematuras en el mundo se deben a la inactividad.
Pero Eva Jane-Llopis, experta en enfermedades crónicas en el FEM, dijo que la intervención gubernamental - como los impuestos a la soda, a los que se oponen con vehemencia la industria de los refrescos - es aún necesaria. "A todo el mundo le gusta la actividad física, eso no está en discusión, pero no es una solución milagrosa", dijo. "Necesitamos una regulación para nivelar el campo de juego. Todo el mundo va a tener que hacer mucho más si queremos cambiar la situación, especialmente en los países de ingresos medios".

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