Fuente: www.diariodemocracia.com
En los distritos bonaerenses la transmisión del VIH en el embarazo bajó 7 puntos porcentuales en los últimos 5 años. Lo atribuyen al incremento de testeos y al diagnóstico oportuno que permite iniciar el tratamiento a tiempo.
En los distritos bonaerenses, la transmisión del VIH en el embarazo
bajó 7 puntos porcentuales en los últimos 5 años. Lo atribuyen al
incremento de testeos y al diagnóstico oportuno que permite iniciar el
tratamiento a tiempo.
En los últimos cinco años la
transmisión vertical del VIH, es decir, de la mamá al bebé, bajó casi 7
puntos porcentuales en la Provincia, al pasar del 9 al 2 por ciento
entre 2009 y 2014. Las autoridades del Ministerio de Salud atribuyen
esta tendencia positiva al incremento de testeos entre las embarazadas y
a la posibilidad de iniciar un tratamiento para frenar el contagio.
De acuerdo a los últimos datos epidemiológicos del Programa provincial de VIH, la cobertura de testeo entre las embarazadas llega al 80 por ciento. “Esto es producto de las 1.674 campañas realizadas por la cartera sanitaria en los últimos 5 años, en las que casi un centenar de personas por operativo se asesoraron sobre el tema y se realizaron los análisis voluntarios”, explicó el ministro de Salud bonaerense, Alejandro Collia.
Un diagnóstico a tiempo permite iniciar el tratamiento antirretroviral para evitar el contagio del bebé y programar una cesárea sin riesgos. “Que la mamá esté debidamente informada también es muy importante, ya que si bien la transmisión puede evitarse durante el embarazo, en algunos casos se produce en el periodo de lactancia”, señaló la directora del Programa provincial de VIH, Sonia Quiruelas. Y agregó: “Una mujer con VIH no debe amantar a su bebé, ya que la leche materna contiene el virus en alta concentración”.
En rigor, una mujer con VIH que no realiza el tratamiento antirretroviral incrementa hasta un 25 por ciento las posibilidades de transmitir el virus a su bebé en el embarazo, el parto o mediante la lactancia. En cambio, si toma la medicación a diario y sigue las pautas del médico ese riesgo se reduce notablemente.
Fertilización asistida
El Ministerio de Salud provincial otorga la posibilidad, mediante la ley de Fertilización Asistida, de que las personas con VIH que así lo desean, puedan convertirse en padres y madres. Se estima que en territorio bonaerense hay casi 6.000 mujeres en edad fértil que conviven con el virus. No obstante, esta oportunidad también está dirigida a los hombres, mediante un tratamiento conocido como “lavado de semen”, un procedimiento de laboratorio que reduce 10.000 veces el riesgo de contagio.
El test, fundamental
En el marco del Día Mundial de la lucha contra el VIH/SIDA que se conmemora el 1º de diciembre, Collia insistió en la necesidad de que médicos y pacientes “soliciten el análisis para detectar el virus en los chequeos de rutina”.
“No importa la edad, es fundamental que todos los médicos pidan ese testeo con la misma habitualidad que lo hacen, por ejemplo, con respecto a los valores de glucosa o colesterol”, indicó. Agregó que si los profesionales no lo hacen, los pacientes deben saber que pueden solicitarlo.
Quiruelas, explicó que “hacerse un test es de lo más sencillo”, ya que consiste en un simple análisis de sangre, es decir, “es un pinchazo para una extracción común y corriente, e incluso más fácil, porque si sólo se va a buscar el VIH ni siquiera hace falta ir al laboratorio en ayunas”.
Ni bien se sospecha de la posibilidad de una transmisión sólo hace falta concurrir a uno de los 319 Centros de Testeo Gratuito para VIH, Sífilis y Hepatitis de la Provincia, cuya ubicación puede encontrarse en la página web del Ministerio de Salud provincial: www.ms.gba.gov.ar.
“En estos centros de testeo la atención es gratuita y confidencial. Es más: no nos limitamos a hacer el análisis y dar los resultados. Tenemos la logística armada para que la persona que tenga efectivamente VIH, sífilis o hepatitis inicie el tratamiento cuanto antes”, explicó Sonia Quiruelas. No obstante, advirtió que además del inicio temprano, la adherencia y la continuidad son fundamentales para prevenir un avance del virus que derive en la enfermedad del SIDA y en otros cuadros graves.
Diagnóstico tardío y prevalencia
Se calcula que unas 110.000 personas conviven con VIH en el país, aunque el 40 por ciento desconoce su diagnóstico. Es más, un 20 por ciento se entera que tiene el virus de manera tardía, es decir, cuando desarrolló alguna enfermedad oportunista, producto del daño que ha sufrido el sistema inmune.
Los datos del Programa de VIH indican que unos 25 mil bonaerenses conviven con el virus al día de hoy. En los hombres es más frecuente, ya que representan el 60 por ciento de los casos. Y si se tiene en cuenta la franja etaria, la gran mayoría de los infectados –el 37,7 por ciento– tiene entre 30 y 39 años. Le siguen las personas de entre 20 y 29 años, con el 27,6 por ciento; las de 40 a 49 representan el 17 por ciento, de 0 a 19, el 9,3 por ciento, de 50 a 59 el 6,4 por ciento, mientras que los mayores de 60 representan el 2 por ciento.
Promueven cambios en la ley
Una nueva ley nacional de VIH que promueva el testeo universal, permita mejorar el acceso al tratamiento y su continuidad y deje atrás viejos términos como “portadores” para reemplazarlos por “personas que viven con VIH o seropositivas” son algunos de los cambios que especialistas propusieron esta semana en un encuentro promovido por la Sociedad Argentina Interdisciplinaria de SIDA (SAISIDA), en el marco del Día Mundial de Lucha contra el Sida que se conmemora mañana 1° de diciembre.
“La ley 23.798 que hoy tenemos vigente es de 1990, fue en su momento una ley muy avanzada que apuntaba a resguardar los derechos del paciente, pero 23 años después necesitamos aggiornarla”, indicó el médico Miguel Pedrola, coordinador en Argentina y Brasil de AIDS Healthcare Foundation.
Entre lo mucho que ha sucedido en la materia durante estas dos décadas, existe un hecho que es sustancial: la aparición de los tratamientos antirretrovirales, que hicieron que el VIH/Sida pasara de ser una enfermedad mortal a una crónica.
Entre los primeros cambios que los especialistas consideran necesarios, pero no por ello en orden de importancia, se encuentra el tema del lenguaje.
“Hoy utilizamos otra terminología, por ejemplo, no se utiliza la palabra ‘contagio’, sino que se habla de ‘transmisión’, así como no decimos más ‘portadores’ sino que nos referimos a las personas viviendo con VIH o seropositivas”, explicó por su parte el doctor Juan Carlos Cisneros, presidente de SAISIDA.
En este sentido el abogado Fabio Núñez, de la Dirección Nacional de Sida y Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), añadió que “también habría que modificar conceptos como ‘grupo de riesgo’ o el testeo obligatorio a los inmigrantes, que en la ley no especificaba además con qué objetivos se realizaba”.
Por su parte, la abogada María Cristina Cortesi, directora del Instituto de Derecho Sanitario del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal recordó que “quienes nos dedicamos al derecho de la salud siempre hacemos alusión a que hubo un ‘antes’ y un ‘después’ de la aparición del VIH/Sida”.
“Cuando surge la enfermedad, desde el derecho había que garantizar a las personas viviendo con VIH/Sida el acceso a los tratamientos que había entonces, a los protocolos de investigación bajo las normas éticas y legales nacionales e internacionales, pero además, se debía garantizar que no se les restringieran derechos consagrados por la Constitución Nacional, como ser los derechos a trabajar, a estudiar, etc.”, sostuvo la letrada.
Además, explicó que “no se trataba de una patología más, sino que además de ser muy grave en los primeros tiempos, venía acompañada de la discriminación y de una fuerte estigmatización, como hasta entonces no habíamos conocido”.
El debate sobre una nueva ley para Argentina se da en el contexto de las nuevas metas fijadas por la ONU en referencia al VIH, conocidas como 90/90/90.
“Esto implica que debemos apuntar a que el 90 por ciento de la población con VIH conozca su estado, el 90 por ciento de estos comience el tratamiento y el 90 por ciento de quienes están en tratamiento tengan su carga viral indetectable, lo que ya sabemos que disminuye casi a cero la transmisión del virus”, explicó Cisneros
Para cumplir con estos objetivos, añadió, “habrá que desarrollar políticas más agresivas y esto debe estar respaldado en una ley”.
Pedrola destacó que en el país existe la universalización del tratamiento, “y esto tenemos que aprovecharlo. Entonces, habría que incorporar por ley el testeo rápido que permita la posibilidad de hacer que el test llegue a más personas”.
Para ello “hay que repensar lo de las consejerías, tienen que estar, pero tienen que ser acordes a la necesidades de cada paciente, no puede ser que una persona que se hace un test cada año porque su pareja en seropositiva tenga que recibir una charla de 40 minutos cada vez”, consideró.
Para el especialista de la Dirección Nacional de SIDA y ETS, “es necesario integrar temas tales como la prevención, tratamiento, asistencia e investigación de las Hepatitis Virales, y también pensar las cuestiones sociales y su asistencia como parte del acceso a la salud de las personas con VIH”.
“Son temas que necesitamos incorporar para tener una herramienta legal que nos permita reforzar la tarea del Estado frente a la epidemia, profundizando esta tarea desde el Enfoque de Derechos Humanos en Salud”, continuó Núñez.
Por su parte, Cortesi agregó que “también sería importante que el virus del VIH no se considere una preexistencia que dé lugar a que las empresas de medicina prepaga cobren a los que quieran afiliarse, una cuota diferencial”.
De acuerdo a los últimos datos epidemiológicos del Programa provincial de VIH, la cobertura de testeo entre las embarazadas llega al 80 por ciento. “Esto es producto de las 1.674 campañas realizadas por la cartera sanitaria en los últimos 5 años, en las que casi un centenar de personas por operativo se asesoraron sobre el tema y se realizaron los análisis voluntarios”, explicó el ministro de Salud bonaerense, Alejandro Collia.
Un diagnóstico a tiempo permite iniciar el tratamiento antirretroviral para evitar el contagio del bebé y programar una cesárea sin riesgos. “Que la mamá esté debidamente informada también es muy importante, ya que si bien la transmisión puede evitarse durante el embarazo, en algunos casos se produce en el periodo de lactancia”, señaló la directora del Programa provincial de VIH, Sonia Quiruelas. Y agregó: “Una mujer con VIH no debe amantar a su bebé, ya que la leche materna contiene el virus en alta concentración”.
En rigor, una mujer con VIH que no realiza el tratamiento antirretroviral incrementa hasta un 25 por ciento las posibilidades de transmitir el virus a su bebé en el embarazo, el parto o mediante la lactancia. En cambio, si toma la medicación a diario y sigue las pautas del médico ese riesgo se reduce notablemente.
Fertilización asistida
El Ministerio de Salud provincial otorga la posibilidad, mediante la ley de Fertilización Asistida, de que las personas con VIH que así lo desean, puedan convertirse en padres y madres. Se estima que en territorio bonaerense hay casi 6.000 mujeres en edad fértil que conviven con el virus. No obstante, esta oportunidad también está dirigida a los hombres, mediante un tratamiento conocido como “lavado de semen”, un procedimiento de laboratorio que reduce 10.000 veces el riesgo de contagio.
El test, fundamental
En el marco del Día Mundial de la lucha contra el VIH/SIDA que se conmemora el 1º de diciembre, Collia insistió en la necesidad de que médicos y pacientes “soliciten el análisis para detectar el virus en los chequeos de rutina”.
“No importa la edad, es fundamental que todos los médicos pidan ese testeo con la misma habitualidad que lo hacen, por ejemplo, con respecto a los valores de glucosa o colesterol”, indicó. Agregó que si los profesionales no lo hacen, los pacientes deben saber que pueden solicitarlo.
Quiruelas, explicó que “hacerse un test es de lo más sencillo”, ya que consiste en un simple análisis de sangre, es decir, “es un pinchazo para una extracción común y corriente, e incluso más fácil, porque si sólo se va a buscar el VIH ni siquiera hace falta ir al laboratorio en ayunas”.
Ni bien se sospecha de la posibilidad de una transmisión sólo hace falta concurrir a uno de los 319 Centros de Testeo Gratuito para VIH, Sífilis y Hepatitis de la Provincia, cuya ubicación puede encontrarse en la página web del Ministerio de Salud provincial: www.ms.gba.gov.ar.
“En estos centros de testeo la atención es gratuita y confidencial. Es más: no nos limitamos a hacer el análisis y dar los resultados. Tenemos la logística armada para que la persona que tenga efectivamente VIH, sífilis o hepatitis inicie el tratamiento cuanto antes”, explicó Sonia Quiruelas. No obstante, advirtió que además del inicio temprano, la adherencia y la continuidad son fundamentales para prevenir un avance del virus que derive en la enfermedad del SIDA y en otros cuadros graves.
Diagnóstico tardío y prevalencia
Se calcula que unas 110.000 personas conviven con VIH en el país, aunque el 40 por ciento desconoce su diagnóstico. Es más, un 20 por ciento se entera que tiene el virus de manera tardía, es decir, cuando desarrolló alguna enfermedad oportunista, producto del daño que ha sufrido el sistema inmune.
Los datos del Programa de VIH indican que unos 25 mil bonaerenses conviven con el virus al día de hoy. En los hombres es más frecuente, ya que representan el 60 por ciento de los casos. Y si se tiene en cuenta la franja etaria, la gran mayoría de los infectados –el 37,7 por ciento– tiene entre 30 y 39 años. Le siguen las personas de entre 20 y 29 años, con el 27,6 por ciento; las de 40 a 49 representan el 17 por ciento, de 0 a 19, el 9,3 por ciento, de 50 a 59 el 6,4 por ciento, mientras que los mayores de 60 representan el 2 por ciento.
Promueven cambios en la ley
Una nueva ley nacional de VIH que promueva el testeo universal, permita mejorar el acceso al tratamiento y su continuidad y deje atrás viejos términos como “portadores” para reemplazarlos por “personas que viven con VIH o seropositivas” son algunos de los cambios que especialistas propusieron esta semana en un encuentro promovido por la Sociedad Argentina Interdisciplinaria de SIDA (SAISIDA), en el marco del Día Mundial de Lucha contra el Sida que se conmemora mañana 1° de diciembre.
“La ley 23.798 que hoy tenemos vigente es de 1990, fue en su momento una ley muy avanzada que apuntaba a resguardar los derechos del paciente, pero 23 años después necesitamos aggiornarla”, indicó el médico Miguel Pedrola, coordinador en Argentina y Brasil de AIDS Healthcare Foundation.
Entre lo mucho que ha sucedido en la materia durante estas dos décadas, existe un hecho que es sustancial: la aparición de los tratamientos antirretrovirales, que hicieron que el VIH/Sida pasara de ser una enfermedad mortal a una crónica.
Entre los primeros cambios que los especialistas consideran necesarios, pero no por ello en orden de importancia, se encuentra el tema del lenguaje.
“Hoy utilizamos otra terminología, por ejemplo, no se utiliza la palabra ‘contagio’, sino que se habla de ‘transmisión’, así como no decimos más ‘portadores’ sino que nos referimos a las personas viviendo con VIH o seropositivas”, explicó por su parte el doctor Juan Carlos Cisneros, presidente de SAISIDA.
En este sentido el abogado Fabio Núñez, de la Dirección Nacional de Sida y Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), añadió que “también habría que modificar conceptos como ‘grupo de riesgo’ o el testeo obligatorio a los inmigrantes, que en la ley no especificaba además con qué objetivos se realizaba”.
Por su parte, la abogada María Cristina Cortesi, directora del Instituto de Derecho Sanitario del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal recordó que “quienes nos dedicamos al derecho de la salud siempre hacemos alusión a que hubo un ‘antes’ y un ‘después’ de la aparición del VIH/Sida”.
“Cuando surge la enfermedad, desde el derecho había que garantizar a las personas viviendo con VIH/Sida el acceso a los tratamientos que había entonces, a los protocolos de investigación bajo las normas éticas y legales nacionales e internacionales, pero además, se debía garantizar que no se les restringieran derechos consagrados por la Constitución Nacional, como ser los derechos a trabajar, a estudiar, etc.”, sostuvo la letrada.
Además, explicó que “no se trataba de una patología más, sino que además de ser muy grave en los primeros tiempos, venía acompañada de la discriminación y de una fuerte estigmatización, como hasta entonces no habíamos conocido”.
El debate sobre una nueva ley para Argentina se da en el contexto de las nuevas metas fijadas por la ONU en referencia al VIH, conocidas como 90/90/90.
“Esto implica que debemos apuntar a que el 90 por ciento de la población con VIH conozca su estado, el 90 por ciento de estos comience el tratamiento y el 90 por ciento de quienes están en tratamiento tengan su carga viral indetectable, lo que ya sabemos que disminuye casi a cero la transmisión del virus”, explicó Cisneros
Para cumplir con estos objetivos, añadió, “habrá que desarrollar políticas más agresivas y esto debe estar respaldado en una ley”.
Pedrola destacó que en el país existe la universalización del tratamiento, “y esto tenemos que aprovecharlo. Entonces, habría que incorporar por ley el testeo rápido que permita la posibilidad de hacer que el test llegue a más personas”.
Para ello “hay que repensar lo de las consejerías, tienen que estar, pero tienen que ser acordes a la necesidades de cada paciente, no puede ser que una persona que se hace un test cada año porque su pareja en seropositiva tenga que recibir una charla de 40 minutos cada vez”, consideró.
Para el especialista de la Dirección Nacional de SIDA y ETS, “es necesario integrar temas tales como la prevención, tratamiento, asistencia e investigación de las Hepatitis Virales, y también pensar las cuestiones sociales y su asistencia como parte del acceso a la salud de las personas con VIH”.
“Son temas que necesitamos incorporar para tener una herramienta legal que nos permita reforzar la tarea del Estado frente a la epidemia, profundizando esta tarea desde el Enfoque de Derechos Humanos en Salud”, continuó Núñez.
Por su parte, Cortesi agregó que “también sería importante que el virus del VIH no se considere una preexistencia que dé lugar a que las empresas de medicina prepaga cobren a los que quieran afiliarse, una cuota diferencial”.
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