Fuente: medicamentosseguros.com
Habría pagado U$S 210 millones a médicos para que firmaran estudios escritos por empleados de la compañía.
Artículos científicos publicados en revistas médicas especializadas, que señalaban los beneficios de un producto para el tratamiento de problemas óseos elaborado por la compañía Medtronic, habrían sido escritos por empleados de esa compañía y no por los médicos que firman los estudios, sostiene una investigación del Senado de los Estados Unidos.
Los 13 médicos que entre 2002 y 2009 firmaron los estudios clínicos sobre la proteína morfogénica infuse habrían recibido U$S 210 millones de dólares, según la investigación del Senado, que se basa en investigaciones periodísticas del Journal Sentinel y de MedPage Today.
Si bien la práctica de “ghostwriting” no es ilegal, no es considerada ni ética ni transparente, y pone en duda además la veracidad de la información consignada en los estudios clínicos sobre infuse.
Medtronic, por su parte, emitió el siguiente comunicado “Medtronic está vigorosamente en desacuerdo con cualquier sugerencia de que la compañía influenció impropiamente o es autora de cualquiera de los artículos publicados, o de que Medtronic trató de desestimar la publicación de efectos adversos”
Habría pagado U$S 210 millones a médicos para que firmaran estudios escritos por empleados de la compañía.
Artículos científicos publicados en revistas médicas especializadas, que señalaban los beneficios de un producto para el tratamiento de problemas óseos elaborado por la compañía Medtronic, habrían sido escritos por empleados de esa compañía y no por los médicos que firman los estudios, sostiene una investigación del Senado de los Estados Unidos.
Los 13 médicos que entre 2002 y 2009 firmaron los estudios clínicos sobre la proteína morfogénica infuse habrían recibido U$S 210 millones de dólares, según la investigación del Senado, que se basa en investigaciones periodísticas del Journal Sentinel y de MedPage Today.
Si bien la práctica de “ghostwriting” no es ilegal, no es considerada ni ética ni transparente, y pone en duda además la veracidad de la información consignada en los estudios clínicos sobre infuse.
Medtronic, por su parte, emitió el siguiente comunicado “Medtronic está vigorosamente en desacuerdo con cualquier sugerencia de que la compañía influenció impropiamente o es autora de cualquiera de los artículos publicados, o de que Medtronic trató de desestimar la publicación de efectos adversos”