lunes, 17 de octubre de 2011

UNA OBJECIÓN MÉDICA FRENÓ LA REALIZACIÓN DE UN ABORTO

 Fuente: www.apfdigital.com.ar
Así lo indicó ayer el médico Leonardo Gubspun, secretario técnico del Hospital San Roque, al ser consultado por el caso que ha cobrado repercusión pública a nivel nacional, luego de que fuera publicado en el diario Página/12, anteayer.



“Los médicos del hospital no se sentían con la experiencia suficiente como para tratar un cuadro como el que presentaba la paciente, y llevar adelante el acto médico. Por eso, deciden derivarla para que sea evaluada por gente que tiene experiencia con este tipo de pacientes”, señaló el profesional a EL DIARIO.
De acuerdo a lo que publicó el matutino porteño, a partir de la presentación del Consorcio Nacional por los Derechos Sexuales y Reproductivos (Conders) ante la Defensoría del Pueblo de Paraná y de la Nación, la paciente es una mujer que padece patología cardíaca congénita, que le ocasiona un cuadro de deficiencia de oxígeno crónica. Esa situación se vio agravada a partir de un embarazo que, por recomendación médica, debió interrumpir. Aunque la materialización del aborto no pudo llevarse adelante.

• Cambio de opinión
La aprobación la tuvo el 4 de agosto. Ese día un ateneo de profesionales del Hospital San Roque dio el visto bueno para la realización de la interrupción del embarazo, y la mujer firmó el consentimiento respectivo.
“Esa señora tiene un embarazo incompatible con la posibilidad de que llegue a buen término. Hicimos una junta médica, le aconsejamos que interrumpiera el embarazado, nos dijo que sí, y firmó consentimiento informado. Pero como en nuestro hospital no contamos con una unidad de terapia intensiva, pedimos turno en el San Martín. Pero cuando llegó el día de la cirugía, dijo que no, cambió de opinión”, señaló Hugo Cati, director del Hospital San Roque, nosocomio adonde la mujer llegó por primera vez.
En medio, surgió la versión de que un médico ligado a la Iglesia habría aconsejado a la mujer desistir de la realización del aborto, y que todo quedó en veremos. Cati dijo que oyó la misma versión, pero prefirió no dar crédito a esos rumores, y ceñirse a lo que dice la historia clínica y la documentación escrita con que cuenta el hospital. “Al negarse al aborto, le conseguimos una cama en el Hospital Posadas, de Buenos Aires, porque allí está el único Servicio de Cardiología que atiende malformaciones en adultos. Es el único en toda Latinoamérica”, subrayó.
Cati detalló que la mujer hace ocho semanas que está en Buenos Aires, internada, y que está estable, medicada y en reposo absoluto.
– ¿Cabe la posibilidad de que allá concreten el aborto?
– Imposible. Estamos hablando de un embarazo que está en la semana 28, seis meses y medio. Un aborto practicado en la semana 18 o 20 es una cirugía de riesgo. Además, ella cambió de opinión. No sé quién la convenció, pero cambió de opinión.

• Negativa
Gubspun aseveró que el cambio de opinión no fue volcado en un documento escrito, como sí ocurrió cuando la mujer aceptó que le realizaran una cirugía para interrumpirle el embarazo.
A ese respecto, explicó dos puntos. “Acá se arma todo un folclore, porque dicen que participa un médico que la habría convencido de que cambiara de opinión. Al hospital no le consta eso. Por otro lado, más allá de que la paciente estaba a derecho, y amparada por el derecho, este no es un caso que se toma como legal. Se lo toma como un caso médico. La paciente estaba legalmente habilitada para la interrupción del embarazo. Pero la experiencia médica hacía dudar de efectuarla en el hospital, motivo por el cual la paciente es derivada”, expresó.
En ese sentido, puntualizó que “los profesionales no se sentían preparados para este tipo de paciente, y por eso prefirieron derivarla. En el hospital adonde fue derivada, la paciente continúa con su embarazo”.
– ¿Pero no había una opinión del Hospital San Roque que habilitaba al aborto, y por eso fue derivada?
– Lo que sucedió fue que los médicos intervinientes del Hospital San Martín no se consideraron en condiciones de realizar esa intervención. El jefe del Servicio de Ginecología habló con la paciente, le explicó la situación, y la paciente comprendió lo que estaba sucediendo.

• El 30 por ciento
El 30 por ciento de muertes maternas que se producen en la maternidad del San Roque son producto de interrupciones voluntarias de los embarazos hechos en forma clandestina.
Por eso, el director del Hospital San Roque, Hugo Cati, se muestra partidario de legislar sobre esa temática. Una ley de abortos es necesaria, dice, para evitar esas muertes. (APF.Digital)

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