Fuente: diariomedico.com
La investigación en la vacuna del VIH ha recibido una inyección de optimismo. Y no sólo por los datos esperanzadores que acaba de presentar el equipo de científicos españoles encabezado por Mariano Esteban, del CSIC, sobre su prototipo, el MVA-B. El último y reciente congreso mundial dedicado íntegramente a la inmunización profiláctica y terapéutica en el VIH/sida, en Bangkok, traía también buenas noticias. Entre ellas, la solución a una incógnita despertada por la vacuna que ha llegado más lejos en los ensayos clínicos: el estudio RV 144.
También conocido como el ensayo de Tailandia, el estudio RV 144, desvelaba, tras culminar la fase III, que la combinación de dos vacunas (una basada en un virus aviar y otra con la glicoproteína viral gp120) podía alcanzar un 30 por ciento de protección en el grupo vacunado con respecto al placebo. Las dos inmunizaciones habían fracasado en sendos ensayos por separado; ¿por qué ahora, aunque de forma modesta, funcionaban?
La respuesta, según expuso Barton Haynes, director del Instituto Duke de Vacunación Humana, en Durham (Carolina del Norte), en el congreso de Bangkok, se encuentra en el loop o bucle V2: los individuos vacunados que desarrollaron anticuerpos dirigidos frente a este dominio de gp120 obtuvieron una protección mayor (43 por ciento menos riesgo de infectarse) que los vacunados que no generaron esos anticuerpos. La investigación ahora se encamina hacia esta clave, que parece aumentar la capacidad protectora.
Según la base de datos de la Iniciativa Internacional para la Vacuna del Sida, hay una treintena de estudios en marcha con prototipos vacunales, la gran mayoría de ellos en fase I. Cuatro son los candidatos mejor colocados: uno que emplea adenovirus como vector, que expresa antígenos del VIH y objeto en el estudio STEP; otros basados en poxvirus, entre los que se halla la vacuna española MVA-B y el del RV 144; los que usan vectores de ADN desnudo para expresar antígenos del VIH, y los de proteína purificada de la envuelta gp120 y gp140.
Además, se investiga en las combinaciones de esos cuatro prototipos y también en diferentes esquemas inmunizadores a los que se añaden adyuvantes.
Mariano Esteban confía en iniciar la fase II de su estudio sobre inmunización preventiva con MVA-B en 2014: "Sería lo deseable", comenta, aún en proceso de financiación. Los resultados obtenidos en la fase I avalan con creces la continuidad del proyecto: un 95 por ciento de los voluntarios vacunados registraron respuestas inmunológicas específicas frente a los antígenos del VIH env, gag, pol, nef, que se mantuvieron en el tiempo hasta un año, según el último seguimiento.
Colaboración traslacional
"Nuestra vacuna induce tanto respuesta humoral como celular; activa las ramas del sistema inmune importantes en la defensa del organismo, como los linfocitos T de memoria. A diferencia de otras que se ensayan, la nuestra mantiene el efecto inmunológico; por eso pensamos que puede resultar eficaz en la protección, aunque esto aún no lo sabemos", afirma con cautela.
Esas conclusiones también han dado pie al diseño de otro estudio, cuyos resultados en fase I podrían estar en el verano de 2013, y que evalúa el perfil terapéutico del prototipo vacunal. El trabajo se lleva a cabo con hospitales de Madrid y Barcelona, en la línea de colaboración traslacional que ha llevado a este proyecto a la vanguardia internacional de la investigación en vacunas.
La investigación en la vacuna del VIH ha recibido una inyección de optimismo. Y no sólo por los datos esperanzadores que acaba de presentar el equipo de científicos españoles encabezado por Mariano Esteban, del CSIC, sobre su prototipo, el MVA-B. El último y reciente congreso mundial dedicado íntegramente a la inmunización profiláctica y terapéutica en el VIH/sida, en Bangkok, traía también buenas noticias. Entre ellas, la solución a una incógnita despertada por la vacuna que ha llegado más lejos en los ensayos clínicos: el estudio RV 144.
También conocido como el ensayo de Tailandia, el estudio RV 144, desvelaba, tras culminar la fase III, que la combinación de dos vacunas (una basada en un virus aviar y otra con la glicoproteína viral gp120) podía alcanzar un 30 por ciento de protección en el grupo vacunado con respecto al placebo. Las dos inmunizaciones habían fracasado en sendos ensayos por separado; ¿por qué ahora, aunque de forma modesta, funcionaban?
La respuesta, según expuso Barton Haynes, director del Instituto Duke de Vacunación Humana, en Durham (Carolina del Norte), en el congreso de Bangkok, se encuentra en el loop o bucle V2: los individuos vacunados que desarrollaron anticuerpos dirigidos frente a este dominio de gp120 obtuvieron una protección mayor (43 por ciento menos riesgo de infectarse) que los vacunados que no generaron esos anticuerpos. La investigación ahora se encamina hacia esta clave, que parece aumentar la capacidad protectora.
- El científico Mariano Esteban, del CSIC, confía en iniciar la fase II del estudio preventivo con la vacuna MVA-B a principios de 2014
Según la base de datos de la Iniciativa Internacional para la Vacuna del Sida, hay una treintena de estudios en marcha con prototipos vacunales, la gran mayoría de ellos en fase I. Cuatro son los candidatos mejor colocados: uno que emplea adenovirus como vector, que expresa antígenos del VIH y objeto en el estudio STEP; otros basados en poxvirus, entre los que se halla la vacuna española MVA-B y el del RV 144; los que usan vectores de ADN desnudo para expresar antígenos del VIH, y los de proteína purificada de la envuelta gp120 y gp140.
Además, se investiga en las combinaciones de esos cuatro prototipos y también en diferentes esquemas inmunizadores a los que se añaden adyuvantes.
Mariano Esteban confía en iniciar la fase II de su estudio sobre inmunización preventiva con MVA-B en 2014: "Sería lo deseable", comenta, aún en proceso de financiación. Los resultados obtenidos en la fase I avalan con creces la continuidad del proyecto: un 95 por ciento de los voluntarios vacunados registraron respuestas inmunológicas específicas frente a los antígenos del VIH env, gag, pol, nef, que se mantuvieron en el tiempo hasta un año, según el último seguimiento.
Colaboración traslacional
"Nuestra vacuna induce tanto respuesta humoral como celular; activa las ramas del sistema inmune importantes en la defensa del organismo, como los linfocitos T de memoria. A diferencia de otras que se ensayan, la nuestra mantiene el efecto inmunológico; por eso pensamos que puede resultar eficaz en la protección, aunque esto aún no lo sabemos", afirma con cautela.
Esas conclusiones también han dado pie al diseño de otro estudio, cuyos resultados en fase I podrían estar en el verano de 2013, y que evalúa el perfil terapéutico del prototipo vacunal. El trabajo se lleva a cabo con hospitales de Madrid y Barcelona, en la línea de colaboración traslacional que ha llevado a este proyecto a la vanguardia internacional de la investigación en vacunas.
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