Fuente: http://www.vozbcn.com/
La polémica orden de la Consejería de Sanidad obliga a médicos y enfermeros a hablar ‘siempre’ en catalán -usando ‘recursos no verbales y materiales gráficos de apoyo’ con los pacientes que no lo entiendan-, establece que las historias clínicas deben redactarse en catalán, y señala que los impresos en castellano ‘no hace falta que estén directamente al alcance del público’, entre otras insólitas directrices.
Impulso Ciudadano ha anunciado este martes la interposición de un recurso contencioso-administrativo contra la orden de los servicios territoriales de la Consejería de Salud en Tarragona que obliga al personal sanitario a utilizar siempre el catalán, incluso cuando los pacientes tengan dificultades para entenderlo.
En un comunicado, la entidad presidida por el ex diputado autonómico José Domingo ha denunciado que las medidas contenidas en el protocolo, que es de obligado cumplimiento, ‘son contrarias al Estatuto de Autonomía de Cataluña en la interpretación dada por el Tribunal Constitucional’. ‘La obligación de usar el catalán en detrimento del castellano es claramente anticonstitucional y, además, vulnera los derechos de los pacientes recogidos en la vigente Ley General de Sanidad que dispone que deba respetarse la personalidad de los mismos sin que puedan ser objeto de discriminación, tampoco por razón de lengua’, ha añadido.
Apoyo a los profesionales que quieran impugnar el protocolo
Para Impulso Ciudadano, ‘en momentos en que la sanidad catalana está perdiendo calidad y equidad, es lamentable que se destinen esfuerzos en fomentar políticas absurdas de corte identitario en un espacio como el sanitario que debería estar presidido por la eficacia en el tratamiento al paciente y no por el control exhaustivo de los usos lingüísticos de los profesionales sanitarios’.
La entidad también ha ofrecido su apoyo ‘a todos aquellos profesionales que quieran impugnar esa normativa’, para ello, habilitará un espacio en su página web. Además, ha reclamado a los partidos políticos y asociaciones de defensa de la sanidad que ‘reprueben’ a los actuales responsables de la Consejería de Sanidad por lo sucedido.
‘La lengua de las instituciones catalanas es el catalán’
Según han confirmado a LA VOZ DE BARCELONA médicos de Tarragona, el protocolo les fue comunicado a través de la intranet del Instituto Catalán de la Salud (ICS) el pasado 9 de enero, y afecta a ‘cualquier trabajador del sector sanitario público’. Está firmado por Josep Mercadé, director de los Servicios Territoriales de Salud en Tarragona, pero se desconoce si ha sido distribuida a todos los hospitales y centros de atención sanitaria de Cataluña.
En realidad, la orden, que lleva por título Modelo de protocolo de usos lingüísticos para el sector sanitario público en Cataluña, es una reedición o recordatorio de otra similar emitida en diciembre de 2010, durante el mandato del tripartito. Y argumenta que ‘todos los centros de salud públicos están sujetos a la normativa legal vigente también a efectos lingüísticos, lo que significa que si la lengua de las instituciones catalanas es el catalán, también lo es de estos’.
Responder en catalán aunque el paciente pregunte en español
Las directrices que impone son, además de ilegales, taxativas y propias de otra época: ‘La lengua de comunicación entre el personal ha de ser la catalana, tanto presencialmente como por teléfono, en la megafonía, en las reuniones de trabajo, etc., especialmente ante terceras personas: usuarios y sus familiares, y personal sanitario o laboral externo’.
‘Tanto si la conversación la inicia el usuario como el trabajador, este la mantendrá en catalán -independientemente de la lengua que utilice el interlocutor-, salvo el caso en que el usuario manifieste dificultades para entender el catalán o pida ser atendido en la otra lengua oficial’, añade el protocolo.
También especifica que ‘las conversaciones telefónicas siempre se han de iniciar en lengua catalana’, y ‘si el usuario no habla catalán pero lo entiende, se continúa hablándole en catalán, salvo que pida ser atendido en castellano’.
Incluso los mensajes de los contestadores automáticos deben ser en catalán
No hay detalle que escape a la directriz. ‘¿Como ha de ser el mensaje del contestador automático?’, se pregunta. Y responde: ‘Ha de ser claro y sencillo, ha de permitir identificar la institución u organismo, ha de ser en catalán’.
Según ordena la Consejería de Salud, ‘los representantes del sector sanitario público se expresarán normalmente en catalán en los actos públicos que se hagan en el ámbito lingüístico catalán, siempre que la intervención sea por razón del propio cargo’, lo que incluye ‘actos protocolarios internos o externos, reuniones de trabajo externas, cursos, seminarios, simposios o congresos profesionales, e intervenciones en los medios de comunicación’.
Sellos, nóminas, contratos, circulares, historias clínicas, material ofimático
Las ‘comunicaciones escritas’ también deberán ser en catalán, ‘ya sea en soporte papel o electrónico, en la rotulación, los sellos, etc’. Esto también se aplicará a ‘la documentación interna de todo tipo’, como ‘nóminas, contratos, avisos, circulares’. Y, ‘en el caso que se tengan que rellenar (como la documentación relacionada con la gestión de personal), también se ha de hacer en esta lengua’.
‘En lo que se refiere a las historias clínicas, se han de redactar normalmente en catalán, aunque hay que tener en cuenta el derecho de los usuarios de solicitar una traducción al castellano’, señala. Y añade que ‘en cuanto al material ofimático, se ha de dar preferencia a la adquisición y al uso de programas en versión catalana’.
‘Cláusulas lingüísticas’ en los contratos con los proveedores
El protocolo insiste en que la documentación externa ‘de todo tipo’, ‘se ha de hacer en lengua catalana, sin perjuicio del derecho de los ususarios de poder solicitar una versión en castellano’, aunque permite que ‘las comunicaciones dirigidas afuera del ámito lingüístico catalán se pueden hacer en castellano, o en cualquier otra lengua teniendo en cuenta la normativa vigente aplicable en cada caso’.
Además obliga a que ‘la documentación mercantil que afecte a los contratos, las concesiones y los suministros de servicios ha de incluir cláusulas lingüísticas que garanticen el uso del catalán en todos los aspectos objeto de la relación comercial’.
‘Recursos no verbales y materiales gráficos de apoyo’ si no entienden catalán
Por si estas instrucciones no han quedado claras, el protocolo establece una Pauta de usos e indicaciones prácticas. En el caso de la comunicación oral, indica: ‘Comenzar siempre en catalán; si se observa extrañeza, preguntar si no se entiende; en caso de que se entienda, continuar en catalán; si se observa cierta dificultad, seguir las Indicaciones prácticas para facilitar la comunicación oral’.
Estas indicaciones señalan: ‘Utilizar un lenguaje sencillo y fácilmente entendible; hablar despacio; repetir frases, si hace falta, o traducir alguna palabra; utilizar recursos no verbales y materiales gráficos de apoyo; repetir alguna palabra o frase en la lengua que pueda entender el ususario y que el profesional pueda conocer’.
Los impresos en español ‘no hace falta que estén al alcance del público’
En cuanto a la lengua escrita, especifica que se debe ‘utilizar siempre el catalán en la edición o elaboración de materiales escritos’, e insta al personal sanitario a ‘asegurar sistemáticamente la presencia del catalán en los materiales impresos’ y a ‘evitar las versiones monolingües separados porque la ausencia del catalán priva de hacer evidente una realidad lingüística de la existencia de la cual es importante que adquieran consciencia las personas que vienen de fuera’.
Y añade que, ‘en caso de versiones multilingües, la catalana ha de ser la preferente’. ¿Cómo? Todo está previsto. El protocolo propone ‘diversos recursos’: ‘Para la rotulación o material impreso divulgativo, dar un cuerpo más grande a la letra [en catalán], ponerla en un color diferente (que destaque más sobre el fondo donde se encuentre), situarla en primer lugar, etc.; para el material impreso dirigido a las personas administradas, difundir la versión catalana y disponer de versiones en otras lenguas sin los elementos que oficializan el documento (sin logotipo, sin firma, etc.), que no hace falta que estén directamente al alcance del público, o tener disponibles suportes de traducción para cuando haya la necesidad’.
El PP y Ciudadanos exigen la anulación del protocolo
El portavoz del PP en el Parlamento autonómico, Enric Millo, ha calificado el protocolo de “absolutamente rechazable”. “Es totalmente surrealista e inmoral que el Gobierno [autonómico] utlice a los médicos como herramientas de divulgación de este nacionalismo independentista que algunos quieren que impregne la acción del Gobierno de la Generalidad de Cataluña, que es de todos los catalanes”, ha lamentado, y ha reclamado que se “invalide” este documento.
Por parte de Ciudadanos, su portavoz y diputado autonómico, Jordi Cañas, ha denunciado que el protocolo “atenta contra la legalidad y, en el caso sanitario, contra la salud de los pacientes”, y ha exigido al Gobierno autonómico que los anule por “inconstitucionales y antiestatutarios”. Cañas ha lamentado que “la imposición lingüística haga peligrar la salud de nuestros ciudadanos”, de forma que “la Generalidad presiona a los médicos para que hablen en catalán con los pacientes llegando hasta el punto de que tienen que gesticular si su interlocutor no les entiende en catalán”.
La polémica orden de la Consejería de Sanidad obliga a médicos y enfermeros a hablar ‘siempre’ en catalán -usando ‘recursos no verbales y materiales gráficos de apoyo’ con los pacientes que no lo entiendan-, establece que las historias clínicas deben redactarse en catalán, y señala que los impresos en castellano ‘no hace falta que estén directamente al alcance del público’, entre otras insólitas directrices.
Impulso Ciudadano ha anunciado este martes la interposición de un recurso contencioso-administrativo contra la orden de los servicios territoriales de la Consejería de Salud en Tarragona que obliga al personal sanitario a utilizar siempre el catalán, incluso cuando los pacientes tengan dificultades para entenderlo.
En un comunicado, la entidad presidida por el ex diputado autonómico José Domingo ha denunciado que las medidas contenidas en el protocolo, que es de obligado cumplimiento, ‘son contrarias al Estatuto de Autonomía de Cataluña en la interpretación dada por el Tribunal Constitucional’. ‘La obligación de usar el catalán en detrimento del castellano es claramente anticonstitucional y, además, vulnera los derechos de los pacientes recogidos en la vigente Ley General de Sanidad que dispone que deba respetarse la personalidad de los mismos sin que puedan ser objeto de discriminación, tampoco por razón de lengua’, ha añadido.
Apoyo a los profesionales que quieran impugnar el protocolo
Para Impulso Ciudadano, ‘en momentos en que la sanidad catalana está perdiendo calidad y equidad, es lamentable que se destinen esfuerzos en fomentar políticas absurdas de corte identitario en un espacio como el sanitario que debería estar presidido por la eficacia en el tratamiento al paciente y no por el control exhaustivo de los usos lingüísticos de los profesionales sanitarios’.
La entidad también ha ofrecido su apoyo ‘a todos aquellos profesionales que quieran impugnar esa normativa’, para ello, habilitará un espacio en su página web. Además, ha reclamado a los partidos políticos y asociaciones de defensa de la sanidad que ‘reprueben’ a los actuales responsables de la Consejería de Sanidad por lo sucedido.
‘La lengua de las instituciones catalanas es el catalán’
Según han confirmado a LA VOZ DE BARCELONA médicos de Tarragona, el protocolo les fue comunicado a través de la intranet del Instituto Catalán de la Salud (ICS) el pasado 9 de enero, y afecta a ‘cualquier trabajador del sector sanitario público’. Está firmado por Josep Mercadé, director de los Servicios Territoriales de Salud en Tarragona, pero se desconoce si ha sido distribuida a todos los hospitales y centros de atención sanitaria de Cataluña.
En realidad, la orden, que lleva por título Modelo de protocolo de usos lingüísticos para el sector sanitario público en Cataluña, es una reedición o recordatorio de otra similar emitida en diciembre de 2010, durante el mandato del tripartito. Y argumenta que ‘todos los centros de salud públicos están sujetos a la normativa legal vigente también a efectos lingüísticos, lo que significa que si la lengua de las instituciones catalanas es el catalán, también lo es de estos’.
Responder en catalán aunque el paciente pregunte en español
Las directrices que impone son, además de ilegales, taxativas y propias de otra época: ‘La lengua de comunicación entre el personal ha de ser la catalana, tanto presencialmente como por teléfono, en la megafonía, en las reuniones de trabajo, etc., especialmente ante terceras personas: usuarios y sus familiares, y personal sanitario o laboral externo’.
‘Tanto si la conversación la inicia el usuario como el trabajador, este la mantendrá en catalán -independientemente de la lengua que utilice el interlocutor-, salvo el caso en que el usuario manifieste dificultades para entender el catalán o pida ser atendido en la otra lengua oficial’, añade el protocolo.
También especifica que ‘las conversaciones telefónicas siempre se han de iniciar en lengua catalana’, y ‘si el usuario no habla catalán pero lo entiende, se continúa hablándole en catalán, salvo que pida ser atendido en castellano’.
Incluso los mensajes de los contestadores automáticos deben ser en catalán
No hay detalle que escape a la directriz. ‘¿Como ha de ser el mensaje del contestador automático?’, se pregunta. Y responde: ‘Ha de ser claro y sencillo, ha de permitir identificar la institución u organismo, ha de ser en catalán’.
Según ordena la Consejería de Salud, ‘los representantes del sector sanitario público se expresarán normalmente en catalán en los actos públicos que se hagan en el ámbito lingüístico catalán, siempre que la intervención sea por razón del propio cargo’, lo que incluye ‘actos protocolarios internos o externos, reuniones de trabajo externas, cursos, seminarios, simposios o congresos profesionales, e intervenciones en los medios de comunicación’.
Sellos, nóminas, contratos, circulares, historias clínicas, material ofimático
Las ‘comunicaciones escritas’ también deberán ser en catalán, ‘ya sea en soporte papel o electrónico, en la rotulación, los sellos, etc’. Esto también se aplicará a ‘la documentación interna de todo tipo’, como ‘nóminas, contratos, avisos, circulares’. Y, ‘en el caso que se tengan que rellenar (como la documentación relacionada con la gestión de personal), también se ha de hacer en esta lengua’.
‘En lo que se refiere a las historias clínicas, se han de redactar normalmente en catalán, aunque hay que tener en cuenta el derecho de los usuarios de solicitar una traducción al castellano’, señala. Y añade que ‘en cuanto al material ofimático, se ha de dar preferencia a la adquisición y al uso de programas en versión catalana’.
‘Cláusulas lingüísticas’ en los contratos con los proveedores
El protocolo insiste en que la documentación externa ‘de todo tipo’, ‘se ha de hacer en lengua catalana, sin perjuicio del derecho de los ususarios de poder solicitar una versión en castellano’, aunque permite que ‘las comunicaciones dirigidas afuera del ámito lingüístico catalán se pueden hacer en castellano, o en cualquier otra lengua teniendo en cuenta la normativa vigente aplicable en cada caso’.
Además obliga a que ‘la documentación mercantil que afecte a los contratos, las concesiones y los suministros de servicios ha de incluir cláusulas lingüísticas que garanticen el uso del catalán en todos los aspectos objeto de la relación comercial’.
‘Recursos no verbales y materiales gráficos de apoyo’ si no entienden catalán
Por si estas instrucciones no han quedado claras, el protocolo establece una Pauta de usos e indicaciones prácticas. En el caso de la comunicación oral, indica: ‘Comenzar siempre en catalán; si se observa extrañeza, preguntar si no se entiende; en caso de que se entienda, continuar en catalán; si se observa cierta dificultad, seguir las Indicaciones prácticas para facilitar la comunicación oral’.
Estas indicaciones señalan: ‘Utilizar un lenguaje sencillo y fácilmente entendible; hablar despacio; repetir frases, si hace falta, o traducir alguna palabra; utilizar recursos no verbales y materiales gráficos de apoyo; repetir alguna palabra o frase en la lengua que pueda entender el ususario y que el profesional pueda conocer’.
Los impresos en español ‘no hace falta que estén al alcance del público’
En cuanto a la lengua escrita, especifica que se debe ‘utilizar siempre el catalán en la edición o elaboración de materiales escritos’, e insta al personal sanitario a ‘asegurar sistemáticamente la presencia del catalán en los materiales impresos’ y a ‘evitar las versiones monolingües separados porque la ausencia del catalán priva de hacer evidente una realidad lingüística de la existencia de la cual es importante que adquieran consciencia las personas que vienen de fuera’.
Y añade que, ‘en caso de versiones multilingües, la catalana ha de ser la preferente’. ¿Cómo? Todo está previsto. El protocolo propone ‘diversos recursos’: ‘Para la rotulación o material impreso divulgativo, dar un cuerpo más grande a la letra [en catalán], ponerla en un color diferente (que destaque más sobre el fondo donde se encuentre), situarla en primer lugar, etc.; para el material impreso dirigido a las personas administradas, difundir la versión catalana y disponer de versiones en otras lenguas sin los elementos que oficializan el documento (sin logotipo, sin firma, etc.), que no hace falta que estén directamente al alcance del público, o tener disponibles suportes de traducción para cuando haya la necesidad’.
El PP y Ciudadanos exigen la anulación del protocolo
El portavoz del PP en el Parlamento autonómico, Enric Millo, ha calificado el protocolo de “absolutamente rechazable”. “Es totalmente surrealista e inmoral que el Gobierno [autonómico] utlice a los médicos como herramientas de divulgación de este nacionalismo independentista que algunos quieren que impregne la acción del Gobierno de la Generalidad de Cataluña, que es de todos los catalanes”, ha lamentado, y ha reclamado que se “invalide” este documento.
Por parte de Ciudadanos, su portavoz y diputado autonómico, Jordi Cañas, ha denunciado que el protocolo “atenta contra la legalidad y, en el caso sanitario, contra la salud de los pacientes”, y ha exigido al Gobierno autonómico que los anule por “inconstitucionales y antiestatutarios”. Cañas ha lamentado que “la imposición lingüística haga peligrar la salud de nuestros ciudadanos”, de forma que “la Generalidad presiona a los médicos para que hablen en catalán con los pacientes llegando hasta el punto de que tienen que gesticular si su interlocutor no les entiende en catalán”.
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