BARCELONA, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
Solo el 20% de las donaciones de sangre de cordón umbilical resultan viables para realizar trasplantes futuros, lo que acentúa la potencialidad de aumentar el número las madres donantes, según han puesto de relieve diversos expertos reunidos este viernes en Barcelona en el marco de una jornada sobre la materia.
En declaraciones a Europa Press, la directora del programa Concordia de donación de sangre de cordón umbilical del Banc de Sang i Texits de Catalunya (BST), Marta Torrabadella, ha explicado que la sangre del cordón umbilical ofrece una mayor posibilidad de compatibilidad con el receptor que la tradicional donación de médula ósea.
En concreto, en el trasplante de sangre de cordón es necesaria la compatibilidad de 4 de 6 antígenos, frente a los 10 de 10 que son necesarios en el caso de un trasplante procedente de la médula ósea de un adulto, ha señalado Torrabadella.
La diferencia radica en que la sangre de cordón es "muy nueva" porque no ha estado en contacto con el exterior, lo que la convierte en muy tolerable para pacientes de enfermedades que, si bien no son muy comunes, sí presentan una tasa de curación baja.
La experta ha recordado que la donación se centra en la sangre sobrante que el recién nacido "ya no necesita", por lo que no supone ningún riesgo para el bebé, si bien el poco volumen de sangre que suele haber en el cordón hace que la viabilidad se reduzca al 20%.
Una vez obtenida la muestra y comprobada su validez, ésta se criopreserva hasta que es solicitada mediante el registro de donantes mundial, momento en la que se envía congelada a -50 grados hasta la cabecera del paciente, que recibe la transfusión.
Torrabadella ha lamentado que "falta muchísima concienciación social" para aumentar el número de gestantes donantes, a las que ha animado a informarse, ya que ha considerado que las evidencias científicas demuestran que guardar el cordón para curar al mismo bebé en el futuro no es eficiente, puesto que solo afectaría a uno de cada 100.000 nacimientos.
La jornada, celebrada en La Pedrera de Barcelona para celebrar el trasplante número 1.000 efectuado por el BST, cuenta con la participación de referentes mundiales en la materia como el director del Banco de Cordón de Nueva York, Pablo Rubinstein, o la primera doctora que realizó un trasplante de sangre de cordón en el mundo, Eliane Gluckman, y Torrabadella ha señalado el "éxito" que supone reunir a expertos de toda España.
La cita ha servido también para abordar la potencialidad futura de esta sangre en el campo de la medicina regenerativa, por la capacidad que podría tener en la generación de hematíes y de células específicas de algún tejido concreto, entre otras.
El Banco de Cordón de Barcelona es el responsable del 10% de los trasplantes de este tipo que se realizan en el mundo, gracias a un número creciente también de donaciones de madres de toda España, que se han multiplicado por más de cinco en la última década hasta llegar a las 11.763 en 2011.
Actualmente, el banco catalán dispone de más de 15.000 unidades de sangre de cordón disponibles, en un contexto mundial en el que se realizan unos 2.000 trasplantes anuales, 150 en el caso de España.
Solo el 20% de las donaciones de sangre de cordón umbilical resultan viables para realizar trasplantes futuros, lo que acentúa la potencialidad de aumentar el número las madres donantes, según han puesto de relieve diversos expertos reunidos este viernes en Barcelona en el marco de una jornada sobre la materia.
En declaraciones a Europa Press, la directora del programa Concordia de donación de sangre de cordón umbilical del Banc de Sang i Texits de Catalunya (BST), Marta Torrabadella, ha explicado que la sangre del cordón umbilical ofrece una mayor posibilidad de compatibilidad con el receptor que la tradicional donación de médula ósea.
En concreto, en el trasplante de sangre de cordón es necesaria la compatibilidad de 4 de 6 antígenos, frente a los 10 de 10 que son necesarios en el caso de un trasplante procedente de la médula ósea de un adulto, ha señalado Torrabadella.
La diferencia radica en que la sangre de cordón es "muy nueva" porque no ha estado en contacto con el exterior, lo que la convierte en muy tolerable para pacientes de enfermedades que, si bien no son muy comunes, sí presentan una tasa de curación baja.
La experta ha recordado que la donación se centra en la sangre sobrante que el recién nacido "ya no necesita", por lo que no supone ningún riesgo para el bebé, si bien el poco volumen de sangre que suele haber en el cordón hace que la viabilidad se reduzca al 20%.
Una vez obtenida la muestra y comprobada su validez, ésta se criopreserva hasta que es solicitada mediante el registro de donantes mundial, momento en la que se envía congelada a -50 grados hasta la cabecera del paciente, que recibe la transfusión.
Torrabadella ha lamentado que "falta muchísima concienciación social" para aumentar el número de gestantes donantes, a las que ha animado a informarse, ya que ha considerado que las evidencias científicas demuestran que guardar el cordón para curar al mismo bebé en el futuro no es eficiente, puesto que solo afectaría a uno de cada 100.000 nacimientos.
La jornada, celebrada en La Pedrera de Barcelona para celebrar el trasplante número 1.000 efectuado por el BST, cuenta con la participación de referentes mundiales en la materia como el director del Banco de Cordón de Nueva York, Pablo Rubinstein, o la primera doctora que realizó un trasplante de sangre de cordón en el mundo, Eliane Gluckman, y Torrabadella ha señalado el "éxito" que supone reunir a expertos de toda España.
La cita ha servido también para abordar la potencialidad futura de esta sangre en el campo de la medicina regenerativa, por la capacidad que podría tener en la generación de hematíes y de células específicas de algún tejido concreto, entre otras.
El Banco de Cordón de Barcelona es el responsable del 10% de los trasplantes de este tipo que se realizan en el mundo, gracias a un número creciente también de donaciones de madres de toda España, que se han multiplicado por más de cinco en la última década hasta llegar a las 11.763 en 2011.
Actualmente, el banco catalán dispone de más de 15.000 unidades de sangre de cordón disponibles, en un contexto mundial en el que se realizan unos 2.000 trasplantes anuales, 150 en el caso de España.
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