"La legalización o despenalización del
aborto no es el camino para solucionar las muertes maternas. Además, supone una
grave violación del derecho a la vida de la persona por nacer. En realidad, más
allá de las controversias estadísticas, muchas de las muertes maternas pueden
ser prevenidas por medidas sanitarias."
En agosto de 2010, la ONG Human Rights
Watch (en adelante HRW) dio a conocer el informe titulado "¿Derecho o Ficción? La
Argentina no rinde cuentas en materia de salud reproductiva". Luego, el 30 de noviembre de
2010, la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados de la Nación
invitó a la representante de HRW, Marianne Mollmann a exponer en una jornada
pública sobre el tema del aborto, que marcó para algunos un inicio en el
tratamiento legislativo del tema. A continuación, formulamos un análisis crítico
del informe de HRW:
1. La sobreestimación de la
cantidad de abortos
El informe de HRW se refiere a la
cantidad de abortos que ocurrirían anualmente en Argentina y sostiene:
"Las cifras oficiales aún calculan que
el 40 por ciento de los embarazos (460.000) anuales son interrumpidos mediante
abortos ilegales".
La cita del informe de HRW que
fundamenta esta afirmación dice:
"Valeria Perasso, "Argentina: aborto por
teléfono", BBC Mundo, 4 de septiembre de 2009,
http://www.bbc.co.uk/mundo/lg/america_latina/2009/09/090904_1632_aborto_argentina_mf.shtml,
consultado el 24 de mayo de 2010, donde se hace referencia a datos obtenidos del
Ministerio de Salud
de la Nación. Ver también Ministerio de Salud de la Nación, Guía técnica para la Atención
Integral de los Abortos No Punibles, p. 15".
Realizamos una indagación sobre las
fuentes que utiliza HRW para afirmar que se realizan 460.000 abortos y las
conclusiones a las que arribamos son las siguientes:
a) El artículo de Valeria Perasso dice
textualmente: "Pese a que en Argentina el aborto es ilegal, las cifras del
Ministerio de Salud
indican que se practican 500 mil abortos por año, lo que equivale a casi uno por
minuto. Como consecuencia de prácticas mal realizadas, unas 60.000 mujeres son
hospitalizadas cada año, y el 24,2% de las muertes maternas son por causa de
abortos clandestinos". No tiene ninguna cita ni refiere a documento oficial
alguno, ni precisa a qué año se refiere. Es un artículo periodístico publicado
en internet. Además, utiliza de manera deliberadamente confusa las cifras, pues
luego de hablar de las hospitalizaciones, incorpora un porcentaje de muertes
maternas por abortos clandestinos que, por la ubicación contextual en el
artículo, parece aplicarse a 60.000. Si el 24,2% de las muertes se refiriera a
las 60.000 mujeres hospitalizadas, entonces habría 14520 muertes maternas. En
realidad, las muertes maternas por aborto son 74 en 2007, lo que significa el
0,12% del total de mujeres hospitalizadas.
b) En cuanto a la cita de la Guía
Técnica del Ministerio de Salud, HRW parece referirse a la guía publicada
en 2010. En esta Guía, en p. 15, se afirma: "Por tratarse de una práctica
clandestina no se dispone de datos precisos sobre el número de abortos inducidos
que se producen en el país. Las estimaciones recientes indican que ocurren
460.000 abortos inducidos por año (notas 7 y II). La única información
disponible es el número de hospitalizaciones por complicaciones de aborto en los
establecimientos públicos del país —en la que no se distingue entre abortos
espontáneos y provocados— y representa sólo una fracción del total de los
abortos que ocurren anualmente. En el año 2007 se registraron 59.960
hospitalizaciones por aborto en todo el país. En el período comprendido entre
1995 y 2007, las hospitalizaciones de niñas y adolescentes entre 10 y 19 años
representaron cerca del 15.5% del total y las hospitalizaciones de jóvenes de 20
a 24 años fueron un 26% aproximadamente. Juntos, ambos grupos constituyen cerca
del 40% del total de los egresos hospitalarios por aborto (nota 8)".
En cuanto a las notas al pie de la Guía,
la nota 7 remite al artículo: "Pantelides, E.; Mario, S; (2007). Estimación de
la magnitud del aborto inducido, Resumen Ejecutivo. Disponible en:
http://www.cedes.org/areas/salud-es/index.html".
Por su parte, la nota II de la p. 15 de
la Guía aclara: "El valor resulta del cálculo de estimación del aborto inducido
realizado por la Dra. Pantelides y la Lic. Silvia Mario, por medio del método de
los egresos hospitalarios por complicaciones de aborto (Singh, S. y Wulf. D.:
"Niveles estimados de aborto inducido en seis países latinoamericanos", en
International Family Planning Perspectives, número especial, 1994) y es también
el valor promedio del rango estimado por el método residual (Bongaarts, J.: "A
framework for the analysis of the proximate determinants of fertility" en
Population and Development Review, vol. 4, N° 1, 1978)".
La nota 8 remite a: "Ministerio de Salud (2009). Egresos de
establecimientos oficiales por diagnóstico. Dirección de Estadísticas e
Información en Salud, Ministerio de Salud".
c) El estudio que sirve de fuente al
Ministerio de Salud
es el de Silvia Mario y Edith A. Pantelides. Una versión completa de este
estudio fue publicada por la CEPAL en "Notas de población". (1) Este estudio presenta dos metodologías para calcular el número
de abortos, con las siguientes características:
i) Método basado en egresos
hospitalarios:
* Se parte de la base de la cantidad de
egresos hospitalarios por abortos tal como surgen de las estadísticas del
Ministerio de Salud.
En este sentido para Mario-Pantelides, sobre la base de datos del año 2000, hay
dos alternativas de egresos hospitalarios por aborto: (2) en la alternativa 1, el total ascendía a 65.735, mientras que
en la alternativa 2 el total era de 54.701. (3)
* Mario y Pantelides proponen que el
número total de abortos surja de multiplicar el número de egresos hospitalarios
por un coeficiente multiplicador que se elabora a partir de entrevistas a 30
"informantes clave".
* Las profesiones de los informantes
claves fueron: 23 ginecólogos u obstetras, 1 investigador, 3 gerentes o
administradores de programas de salud, 2 activistas en organizaciones de mujeres
y 1 de otra profesión no especificada.
* A los informantes clave "se les
preguntó su opinión sobre la frecuencia con que se utilizan los métodos para
practicar abortos en la actualidad y de las complicaciones asociadas a cada
método, los tipos de proveedores y el método preferido por cada uno de ellos,
proporción de abortos complicados que requieren internación y que recurren al
hospital público. Se les solicitó, además, que discriminaran en su respuesta la
conducta de mujeres de estratos socioeconómicos pobres y no pobres". (4)
* El multiplicador se calcula como "la
media ponderada por estrato socioeconómico —pobres y no pobres— de todos los
abortos que probablemente resultarían en hospitalizaciones, lo que depende de la
proporción de mujeres que recurren a cada proveedor de abortos —médicos, obstetras, proveedores informales,
autoinducción—, el método principalmente utilizado por cada uno de ellos, la
probabilidad de complicaciones asociada a cada método y la probabilidad de que
las mujeres sean hospitalizadas por una complicación". (5) El multiplicador se estimó en 6,8. (6)
* Si se multiplica la alternativa 1
(65.735 egresos) por el multiplicador, arroja un total de 446.998 abortos por
año, mientras que en el caso de la alternativa 2 (54.701) el resultado es
371.965 abortos.
* El carácter "subjetivo" del
multiplicador es reconocido por las investigadoras: "el cálculo del
multiplicador se basará, por tanto, en los conocimientos y percepciones que los
encuestados han adquirido en la experiencia directa de trabajo". (7) Y agregan luego: "La percepción de los entrevistados es que en
la actualidad la práctica del aborto inducido se realiza en un contexto de mayor
seguridad que en el pasado. Se espera, entonces, que las hospitalizaciones por
aborto reflejen una pequeña parte del total de abortos, ya que el nivel de
hospitalización es el resultado de la interacción de dos factores con tendencias
opuestas: la realización del aborto en condiciones seguras —que depende del
proveedor y del método— y el acceso de las mujeres a los hospitales". (8)
ii) Método residual:
* La segunda metodología se llama
"método residual" porque calcula índices para los determinantes próximos de la
fecundidad. Toma cinco variables para calcular la tasa global de fecundidad: la
Tasa de fertilidad potencial (hijos nacidos vivos que en promedio tendría una
mujer en toda su vida fértil —15,3 en promedio—); índice de matrimonio (reduce
proporcionalmente la fecundidad por los que no están expuestos a relaciones
sexuales); índice de uso de anticoncepción (que reduce la fertilidad); índice de
aborto inducido (también reduce esa fertilidad) y el índice de infertilidad
post-parto.
* En concreto, se calcula cuántos hijos
podría tener una mujer fértil a lo largo de su vida y se aplican reducciones a
esa tasa global de fecundidad para los casos en que no tiene relaciones
sexuales, en caso que aborta y en caso que use anticoncepción o si es infértil
luego del parto. Si despejamos las variables, tenemos que el índice de aborto
inducido se puede calcular como la tasa global de fecundidad, dividida por los
otros factores.
* El coeficiente de aborto que calculan
Mario y Pantelides es de 0,602 y se obtiene porque se estima la tasa de
fecundidad (15,3), el índice de matrimonio (0,801), el índice de anticoncepción
(0,351) y el índice de infertilidad posparto (0,897).
* A partir del índice de aborto como
residuo, se obtiene una tasa global de aborto de 2,13 o 2,29 que corresponde al
promedio de abortos que tendría una mujer de una cohorte hipotética al término
de su vida fértil. Ello conduce a una tasa general de aborto de 60,8 o 65,4 cada
1000 mujeres de 15 a 49 años. Por ello, aplicando el número de mujeres en edad
fértil, se concluye presumiendo que el número de abortos inducidos anuales sería
entre 485.974 y 522.216. (9)
d) En conclusión, el informe de HRW se
basa en el Ministerio de Salud y el Ministerio de Salud se basa en el
estudio de Mario y Pantelides, que a su vez puede ser observado en los
siguientes aspectos:
* Los únicos datos oficiales y objetivos
son los referidos a la cantidad de egresos hospitalarios por abortos tal como
surgen de las estadísticas del Ministerio de Salud (entre 54.701 y 65.735 en el año 2000).
Ahora bien, incluso la variación en las maneras de registrar los "abortos
espontáneos" que motiva las dos alternativas trabajadas por las investigadoras
revela la fragilidad de las estadísticas en la materia.
* El multiplicador es mucho más elevado
en las clases "no pobres", porque presume que las mujeres en estos casos "rara
vez recurren a no médicos o se autoprovocan un
aborto". Por tanto, el número de 460.000 abortos surge de multiplicar el número
de egresos hospitalarios por un coeficiente multiplicador que se elabora a
partir de entrevistas a referentes y que se estimó en 6,8.
* El número obtenido para la Argentina
(460.000) es muy elevado si consideramos que en el año 2000 hubo en Argentina
701,878 nacidos vivos (700.792 en 2007). Si dividimos el número de presuntos
abortos por el número de nacidos vivos, obtenemos que la razón de aborto sería
del 65% de los nacidos vivos.
* Según la Organización Mundial de la
Salud cada año hay
aproximadamente 210 millones de embarazos, de los cuales nacen 130 millones de
niños, mientras que 46 millones de niños por nacer son muertos por abortos
procurados (27 millones legalmente y 19 millones ilegalmente). (10) Más allá de las polémicas en torno a estas cifras, aún en
este caso la relación entre niños nacidos y niños muertos por aborto es de 35%.
Esta relación se la denomina "razón de aborto" y se calcula a partir del
cociente entre el número de abortos y el total de nacidos vivos durante un
período de tiempo, generalmente un año. En el informe mencionado de la OMS se
estima la tasa de los denominados "abortos inseguros" en 39 cada 100 nacidos
vivos para Sudamérica. Llamativamente, la OMS recurre a fuentes parecidas a las
que utilizan Mario y Pantelides y que también son cuestionables por la alta
subjetividad de los resultados.
* En un país con un número similar de
nacidos vivos como Inglaterra y Gales y donde el aborto es legal, sobre un total
de 708,183 nacidos vivos en 2008 (11) se afirma
que se habrían realizado 195,296 abortos. (12) Es
decir, la razón de aborto sería del 27%.
* Sobre todo, el número es criticable
pues, más allá del esfuerzo por presentarlo como científicamente validado, se
basa en un multiplicador construido a partir de entrevistas personales, es
decir, a partir de datos subjetivos. Ello quita validez científica al
multiplicador y al pretendido número de abortos.
* En cuanto al método residual, las
mismas autoras reconocen que el valor de la tasa de fertilidad potencial (TF
15,3) influye en el resultado y que es sólo una aproximación: "si bien no es
posible calcular la TF para el caso argentino, es razonable suponer que el
aborto no tiene un efecto despreciable como reductor de la fecundidad, por lo
que podría asumir un valor inferior a 15,3". En definitiva, se admite que "las
estimaciones del número de abortos obtenidas mediante el método residual podrían
estar sobreestimadas". (13)
* Por otra parte, la mera existencia de
un número elevado de abortos no justifica de suyo la legalización de este hecho,
que configura una violación al derecho a la vida. (14)
Por estas razones, las estadísticas
sobre aborto citadas por HRW son, cuanto menos, cuestionables en su
razonabilidad y por tanto no pueden ser utilizadas por el Congreso de la Nación
para tomar medidas legislativas en una materia tan delicada.
2. La omisión de estadísticas
sobre las causas de la mortalidad materna
Con base en el número de abortos que
supuestamente se realizarían en el país, el informe de HRW impulsa una
despenalización de este delito. Para ello, HRW presupone que el denominado
"aborto ilegal" tiene una decisiva incidencia en las muertes maternas. Al
respecto, una lectura atenta del informe permite advertir que a lo largo del
informe HRW en ningún momento menciona cuántas son las muertes maternas por
aborto en Argentina.
En realidad, las estadísticas oficiales
permiten tener una dimensión real del problema. En 2009, el Ministerio de Salud de la Argentina
publicó el informe "Estadísticas vitales - Información básica - 2007", brindando
interesantes elementos para el análisis de diversos factores que son citados con
frecuencia en los debates sobre aborto y salud reproductiva. En lo que concierne a
"mortalidad materna", el número total de muertes en 2007 ascendió a 306 casos,
de los cuales por "aborto" el número de muertes fue de 74 (Tabla 38). De estas
muertes, 10 ocurrieron en el grupo de edad de 15 a 19 años, mientras que 20
casos se ubicaron entre los 20 y 24 años. Para dimensionar la incidencia de la
mortalidad materna por aborto, debe tenerse presente que el total de defunciones
de mujeres durante 2007 fue de 149.698 y el mayor número de muertes se
produjeron por enfermedades del sistema circulatorio (47.879), tumores (27.818)
y enfermedades del sistema respiratorio (24.253).
En cuanto a la tasa de mortalidad
materna, que se mide sobre los nacidos vivos, se mantiene en 4,4 muertes
maternas cada 10.000 nacidos vivos (tabla 38). El número total de nacidos vivos
del año 2007 fue 700.792. Esta tasa no registra grandes variaciones en los
últimos quince años, dado que en 1993 se ubicaba en 4,6, en 2006 fue de 4,8 y
alcanzó su pico más bajo en 2000, cuando era de 3,5.
Si bien debemos tratar de evitar cada
muerte, no es menos cierto que se inflan las cifras y manipulan los porcentajes
para atemorizar y lograr objetivos de política legislativa que vulneran derechos fundamentales.
Por otra parte, la misma argumentación de la prevención de la mortalidad materna
se utilizaba en las campañas de salud reproductiva y debemos señalar que, en
comparación con el año 2000 (3,5 era la tasa de mortalidad materna), las muertes
maternas han aumentado, a pesar de la incorporación en 2002 del Programa
Nacional de Salud
Sexual y Procreación Responsable.
Estos datos oficiales dejan al
descubierto cómo, en muchos discursos y debates, se manipulan las estadísticas
con confusas referencias que abultan el número de muertes maternas para promover
la despenalización del aborto. Por otra parte, el aborto siempre es peligroso
para la madre y por ello su legalización o despenalización configura no sólo un
injusto avasallamiento del derecho a la vida, sino también una amenaza para
la misma vida de la madre.
En un trabajo publicado recientemente,
Inés Franck (15) analiza el tema de la mortalidad
materna y presenta algunas experiencias internacionales que confirman que no
siempre la legalización del aborto conlleva una disminución de la mortalidad
materna (caso Sudáfrica) y que, en otros casos, la mortalidad materna baja a
pesar de que existe una penalización del aborto (casos Irlanda o Chile).
A menudo se cuestiona la estadística de
muertes maternas afirmando que existe una subregistración. En un artículo
publicado en el Boletín de la Organización Mundial de la Salud sobre Argentina, se
constata que la tasa de subregistración era de 10,8% en forma global,
discriminada en 9,5% para la muerte materna hasta el día 42 desde el nacimiento
y 15,4% para las muertes maternas tardías (hasta el año). (16)
En este mismo artículo, se señala la
incidencia de algunos factores importantes en la mortalidad materna y que no
significan dar muerte al concebido. En efecto, el estudio demuestra la conexión
entre tamaño del hospital donde se atiende el parto complicado y muerte materna.
La conclusión a la que arriban es:
"La estructura del hospital es la más
importante variable para determinar el riesgo de muerte materna. La
disponibilidad de cuidados obstétricos esenciales, emergencias activas y
especialistas juegan un rol importante en prevenir estas muertes". (17)
En definitiva, la legalización o
despenalización del aborto no es el camino para solucionar las muertes maternas.
Además, supone una grave violación del derecho a la vida de la persona por nacer. En
realidad, más allá de las controversias estadísticas, muchas de las muertes
maternas pueden ser prevenidas por medidas sanitarias que apuntan a temas de
estructuras hospitalarias, presencia de personal capacitado, disponibilidad de
cuidados obstétricos de emergencia y otras medidas que pueden salvar la vida de
la madre y del niño por nacer. Ante las muertes maternas, eliminar al concebido
no es la solución. El camino tiene que ser salvar a las dos vidas.
3. Manipulación del Código
Penal
Llamativamente, HRW contradice en un
punto clave su informe anterior de 2005. En efecto, mientras que en 2005 HRW
interpretaba las causales de no punibilidad como referidas a los casos de
violación de mujer mentalmente discapacitada, en 2010 amplía los supuestos de no
punibilidad a toda violación.
En 2005 el informe afirmaba: "El Código
Penal argentino indica que el aborto es ilegal en cualquier circunstancia,
aunque se suspende su penalización en dos circunstancias: 1) cuando el médico decide que la vida o la salud de la mujer
embarazada están en peligro y no puede ser salvada por ningún otro método que no
sea induciendo el aborto; y 2) cuando una mujer mentalmente discapacitada
resulta embarazada como producto de una violación y su representante legal
autoriza el aborto". (18)
En 2010, en cambio, dice: "En teoría,
cualquier mujer o niña para quien el embarazo entrañe un riesgo para su salud física o psíquica o
cuyo embarazo sea resultado de una violación tiene derecho a someterse a un aborto legal en la
Argentina". (19)
Este cambio revela una deliberada
manipulación del Código Penal en el informe de 2010, pues:
* Se omite aclarar que el art. 86
expresamente dispone que el aborto no es punible en caso que el peligro para la
vida o la salud de
la madre "no pueda ser evitado por otros medios" (art. 86 inc. 1 CP). De esta
manera, manipulando el expreso texto del art. 86 se omite una referencia
decisiva que cambia completamente la interpretación de la norma.
* Se omite hablar del peligro para la
"vida" y se agregan dos calificativos a la expresión "salud" que no figuran en
el texto del Código Penal: "física o psíquica". De esta manera, se pretenden
ampliar los casos de no punibilidad.
* Se pretende ampliar el segundo inciso
a todos los casos de violación, cuando en realidad la jurisprudencia y la
doctrina están divididas en este punto y la interpretación tradicional sostiene
lo que decía HRW en su informe de 2005: que sólo se aplica al caso de mujer con
enfermedad mental. Por eso, llama la atención el cambio.
4. Infundada pretensión de
legalizar el aborto en Argentina
El informe recomienda al Congreso de la
Nación "derogar las disposiciones del Código Penal que penalizan el aborto,
especialmente aquellas que sancionan a mujeres y niñas que se han sometido a
abortos". Sin embargo, dado que está centrado en la idea de rendición de
cuentas, a lo largo del texto sólo se analiza la situación referida a los
abortos no punibles y no considera todos los problemas jurídicos que se vinculan
con el aborto libre a petición de la mujer. Es decir, se realiza una petición
sin ninguna fundamentación específica.
Por otra parte, en el informe se
presenta el aborto como un supuesto "derecho" cuando en realidad no existe tal derecho al aborto, que
siempre es un delito, aún en los casos de no punibilidad o excusas absolutorias
del art. 86 del Código Penal. Estas excusas absolutorias, a su vez, son
consideradas como inconstitucionales por quebrar el derecho a la vida desde la concepción reconocido
en los tratados internacionales con jerarquía constitucional.
Esta ignorancia del informe sobre los
problemas jurídicos del aborto se traslada hacia los médicos y su ciencia, a quienes se los acusa de no
realizar abortos por temor o ignorancia: "Esta judicialización excesiva de
servicios que son legales responde a dos razones principales. La primera es que
los médicos temen las consecuencias sociales y
jurídicas que puede traer aparejadas la prestación de determinados servicios, en
particular los abortos. La segunda es que muchos médicos todavía desconocen la ley". (20)
5. El objetivo del informe
Como su nombre lo indica, el informe
publicado en agosto de 2010 por HRW sobre la salud reproductiva en Argentina denuncia un
incumplimiento de la obligación de "rendir cuentas" en esta temática por parte
del país, recurriendo retóricamente a una contraposición entre derecho y ficción.
La finalidad del informe es explicitada
en el resumen inicial: "Los datos oficiales sobre salud indican que no se han producido grandes
cambios para las mujeres y niñas que dependen del sistema de salud pública en los cinco
años transcurridos desde que Human Rigths Watch publicó un informe sobre este
tema por primera vez. Sus derechos continúan siendo denegados y se ignora
sistemáticamente su sufrimiento. La pregunta que intenta abordar este informe es
¿por qué?" (p. 2). Y luego explica que "existe en Argentina un sistema bastante
complejo y avanzado de rendición de cuentas que, sin embargo, se utiliza pocas
veces o nunca en beneficio de la salud reproductiva femenina... La consecuencia
última de esta falta de rendición de cuentas para las personas no es otra que el
sufrimiento, y a veces incluso la muerte. Para el estado, esto también tiene un
alto costo en cuestiones urgentes de salud pública, como la mortalidad materna
prevenible, el aborto inseguro y los embarazos no deseados. Asimismo, la
implementación irregular y la falta de rendición de cuentas en relación con
políticas destinadas a abordar estos temas generan un uso ineficiente, y en
ocasiones negligente, de los recursos públicos" (pp. 3-4).
Sin embargo, el tono del informe es de
denuncia y presión: "HRW insta al gobierno a tomar todas las medidas pertinentes
para implementar la ley argentina, incluida la emisión de las reglamentaciones
necesarias, el ejercicio de funciones de supervisión efectivas y la aplicación
de sanciones a los funcionarios públicos que no cumplan su deber de proteger y
promover la salud
reproductiva de mujeres y niñas" (p. 4).
6. Conclusión
HRW publica un informe referido a
supuestas omisiones en la rendición de cuentas en temas de salud reproductiva en
Argentina. En el informe, sin embargo, se va más allá y se impulsa una
despenalización del aborto. En síntesis, podemos concluir que en el informe,
* se magnifican las estadísticas sobre
cantidad de abortos.
* se omite toda referencia al tema de la
mortalidad materna y a considerar los problemas reales de salud que existen en torno
a la atención obstétrica de emergencia.
* se manipula el texto del Código Penal,
ampliando los supuestos de no punibilidad y omitiendo mencionar expresamente
algunas restricciones que surgen del art. 86.
* se sostiene la necesidad de legalizar
el aborto pero no se funda tal pretensión en razones jurídicas.
El informe de HRW constituye una manera
de presionar al país para que modifique su legislación en favor del aborto,
ignorando las claras disposiciones constitucionales y legales que protegen la
vida desde la concepción.
(*) Director del Centro de Bioética,
Persona y Familia y Director de Investigación Jurídica Aplicada de la Facultad
de Derecho de la
Pontificia Universidad Católica Argentina. El presente informe corresponde al
trabajo realizado en el marco del Centro de Bioética, Persona y Familia en
noviembre de 2010 y publicado en www.centrodebioetica.org
(1) Mario, Silvia, Pantelides,
Edith, "Estimación de la magnitud del aborto inducido en la Argentina", CEPAL,
Notas de población n° 87, CELADE, 2009, p. 95-120, en
http://www.eclac.cl/publicaciones/xml/1/36501/lcg2405-P_4.pdf (último acceso:
25-11-2010).
(2) En la alternativa 2 se ajusta
el número porque se deducen los abortos espontáneos hospitalizados del segundo
trimestre (3,41% de los nacidos vivos en establecimientos del sector
público).
(3) Según el informe "Egresos de
establecimientos oficiales por diagnostico - año 2007" publicado por la
Dirección de Estadísticas e Información de la Salud del Ministerio de Salud de
la Nación, los egresos hospitalarios por aborto (considerando todos los
supuestos) son: "Ciudad de Buenos Aires: 6.086; Provincia de Buenos Aires:
29.208; Catamarca: 643; Córdoba: 4692; Corrientes: 2104; Chaco: 2037; Chubut:
709; Formosa: 1672; Jujuy: 1877; La Pampa: 571; La Rioja: 416; Mendoza: 3140;
Misiones: 1470; Neuquén: 990; Río Negro: 692; Salta: 3.792; San Juan: 904; San
Luis: 978; Santa Cruz: 695; Santa Fe: 2766; Santiago del Estero: 2.358; Tierra
del Fuego: 122; Total: 67.922. Este total incluye los abortos espontáneos.
(4) Mario, S. y Pantelides, E.,
op. cit., p. 104. En los Anexos no se explicita el texto preciso de las
preguntas.
(5) Mario, S. y Pantelides, E.,
op. cit., p. 103.
(6) El valor 6,8 "es un promedio
entre el multiplicador de las mujeres no pobres —igual a 9,1, lo que indica un
bajo nivel de hospitalización— y el de las pobres —igual a 2,7—" (Mario, S. y
Pantelides, E., op. cit., p. 105).
(7) Mario, S. y Pantelides, E.,
op. cit., p. 105.
(8) Mario, S. y Pantelides, E.,
op. cit., p. 105.
(9) Mario, S. y Pantelides, E.,
op. cit., p. 111.
(10) World Health Organization,
"Unsafe abortion. Global and regional estimates of the incidence of unsafe
abortion and associated mortality in 2000", Geneva, Fourth edition, 2004, p. 1.
Expresamos nuestras profundas discrepancias con este y otros informes que
promueven la legalización del aborto, por considerar que se vulnera el derecho a
la vida de las personas por nacer.
(11) Centre for Maternal and
Child Enquiries (CMACE) Perinatal Mortality 2008: United Kingdom. CMACE: London,
2010.
(12) Department of Health,
Statistical Bullettin, Abortion Statistics, England and Wales: 2008.
(13) Mario, S. y Pantelides, E.,
op. cit., p. 112.
(14) Las estadísticas sobre el
número de abortos tienen una contracara: el número de niños por nacer muertos en
estos procedimientos abortivos.
(15) Franck, María Inés, "Aborto
y mortalidad materna" en Lafferriere, Jorge Nicolás (coordinador), La vida,
primer derecho humano, Buenos Aires, Educa, 2010, p. 53.
(16) Silvina Ramos, a Ariel
Karolinski, b Mariana Romero c & Raúl Mercer d for the Maternal Mortality in
Argentina Study Groupe, "A comprehensive assessment of maternal deaths in
Argentina: translating multicentre collaborative research into action", Bulletin
of the World Health Organization, July 2007, 85 (7), p. 619. Dejamos aclarado
que no compartimos algunas conclusiones de este estudio en lo que concierne a la
legalización del aborto.
(17) Silvina Ramos, Ariel
Karolinski, Mariana Romero & Raúl Mercer for the Maternal Mortality in
Argentina Study Groupe, "A comprehensive assessment of maternal deaths in
Argentina: translating multicentre collaborative research into action", Bulletin
of the World Health Organization, July 2007, 85 (7), p. 620.
(18) Human Rights Watch,
"Decisión prohibida. Acceso de las mujeres a los anticonceptivos y al aborto en
Argentina", junio de 2005 Vol. 17, n° 1(B), p. 50.
(19) Human Rights Watch,
"¿Derecho o ficción? La Argentina no rinde cuentas en materia de salud
reproductiva", Human Rights Watch, ISBN 1-56432-670-5, Agosto de 2010, p.
22.
(20) Human Rights Watch,
"¿Derecho o ficción? La Argentina no rinde cuentas en materia de salud
reproductiva", Human Rights Watch, ISBN 1-56432-670-5, Agosto de 2010, p.
31.
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