Internet se ha convertido en la
principal vía de venta de medicamentos falsificados en los países
desarrollados, entre ellos España. En este nuevo negocio, millonario e
ilegal, no se escatiman esfuerzos en el marketing online de sus
productos. Alrededor de 15.000 millones de mensajes al día -una cuarta
parte del tráfico mundial de emails- son mensajes spam
promocionando medicamentos falsos y se estima que entre 4.500 y 15.000
sitios web ofrecen uno de los medicamentos más demandados, los fármacos
frente a la disfunción eréctil.
Para conocer cómo llegan estos
productos al consumidor español y qué reclamos utilizan, hoy se ha
presentado el informe Traffic Online, donde se analizan los sitios web
en los que se venden medicamentos, de los cuales, un 65% de los casos
son falsificaciones, según datos de la Alianza Europea para el Acceso a
Medicamentos Seguros (EAASM).
La principal conclusión del informe,
realizado por Lilly, es que tras una correcta apariencia, existe una
enorme dificultad para saber qué se está comprando, así como la
imposibilidad de identificar la empresa que vende o el país desde el que
operan. De hecho, la mayor parte de las presentaciones ofertadas por
estos sitios ni siquiera existen en formatos legalmente autorizados y
fabricados por la compañía original.
Estudio a partir de Google
Para la realización del estudio se
han analizado los 250 primeros resultados de una búsqueda realizada en
google.es sobre las búsquedas “comprar” más los nombres de los
medicamentos para la disfunción eréctil. El 15% resultó ser sitios de
comercio electrónico, con poca credibilidad en el campo de la salud, un
16% se autodefinían como farmacias online y el 70% restante no se
incluye en ninguna de estas categorías. “En el estudio observamos cómo
se utilizan técnicas de ocultación para que nadie sepa quién es la
persona o la entidad que distribuye estos medicamentos falsificados”,
explica la directora de Asuntos Corporativos de Lilly, Teresa Millán.
“Estas páginas son difíciles de rastrear porque pueden ser activadas y
desactivadas con sólo darle a un botón. Si en lugar de distribuir
medicamentos falsos distribuyeran cocaína, la dificultad sería la
misma”, continua Millán.
La Organización Mundial de la Salud
(OMS) define los medicamentos falsificados como aquellos que ofrecen
información falsa de manera deliberada y fraudulenta sobre su identidad o
su origen. Las imitaciones llegan a ser tan perfectas que sólo un
análisis en un laboratorio químico puede determinar su autenticidad.
Dichos análisis revelan que los medicamentos falsificados pueden
contener el principio activo pero en cantidades o pureza inadecuada,
sustituirlo por otro más barato o menos activo, mezclarlo con sustancias
tóxicas o no contenerlo en absoluto.
Asimismo, destacan también que “se
venden presentaciones que ni siquiera se están comercializando dentro de
la industria farmacéutica”, resalta Teresa Millán. Esta venta “al por
mayor” también provoca grandes oscilaciones de precios, ya que según los
sitios web, “cuanto más compras, más barato. “
Delito contra la salud pública
La OMS señala que el volumen de ventas que actualmente puede alcanzar
los medicamentos falsificados a nivel mundial es el 10% del mercado de
fármacos. Para finales de 2010 se estima que este tráfico supondrá una
cantidad de 75.000 millones de dólares, un incremento del 92% respecto
al 2005, “aunque ya estamos viendo un aumento de la concienciación y se
ha dictado en España la primera sentencia que considera que fabricar y
distribuir medicamentos falsificados es un delito contra la salud
pública”, expone Teresa Millán.
En este sentido, el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, Alberto García Romero, afirma que “el tráfico ilegal de medicamentos por internet se puede combatir en España a través de la colaboración de los colegios profesionales con la Agencia Española del Medicamento, y con las autoridades competentes como el Ministerio de Sanidad, para que toda la cadena dé las garantías suficientes al ciudadano”. Para contribuir a combatir este tráfico, la Fundación Lilly ha puesto en marcha una campaña de concienciación social bajo el eslogan Comprar fármacos online es jugar a la ruleta rusa, disponible en la web notelajueguesonline.com.
En este sentido, el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, Alberto García Romero, afirma que “el tráfico ilegal de medicamentos por internet se puede combatir en España a través de la colaboración de los colegios profesionales con la Agencia Española del Medicamento, y con las autoridades competentes como el Ministerio de Sanidad, para que toda la cadena dé las garantías suficientes al ciudadano”. Para contribuir a combatir este tráfico, la Fundación Lilly ha puesto en marcha una campaña de concienciación social bajo el eslogan Comprar fármacos online es jugar a la ruleta rusa, disponible en la web notelajueguesonline.com.
►Descargar el informe 'Traffic Online'
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