MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
La percepción de que su consumo apenas repercute en la salud humana hace que sean muy pocos los adictos a esta sustancia los que solicitan ayuda profesional. Además, "no se identifican con el resto de adictos que acuden a los dispositivos asistencias especializados", ha añadido Arias Horcajadas, quien ha resaltado además la baja inherencia a los tratamientos y las frecuentes recaídas en este campo.
Este experto ha señalado que su detección pasa por observar que el menor no esta alimentado o vestido correctamente o no recibe la atención sanitaria y educativa idónea. No obstante, ha lamentado que "en la mayoría de los casos, el diagnóstico se alcanza cuando la situación ya se ha hecho patente".
Por otro lado, otros tipo de maltrato son el psicológico que se presenta mediante agresividad, fobias, retraso psicomotor o problemas de aprendizaje agresividad; y el físico que "es mucho menos frecuente que las dos formas de maltrato anteriores". "Aunque no es muy habitual, su diagnóstico es difícil, ya que hay que sospecharlo desde el primer momento. El pronostico puede ser grave y ha habido casos en que el paciente ha fallecido como consecuencia de las lesiones sufridas", ha argumentado.
El último tipo de maltrato es el abuso sexual, que suele llevarse a cabo en el seno familiar. "Su sospecha es difícil porque las manifestaciones clínicas son muy inespecíficas, siendo el relato del niño, en ocasiones, el primer signo de sospecha", ha reconocido.
Así, la presidenta de la AEPap, Begoña Domínguez, ha señalado además que la labor de estos profesionales ha influido en que la salud de la población infantil haya mejorado en los últimos años. "Las evidencias indican claramente que el sistema en el que los pediatras de AP son responsables de la atención a la población menor de 15 años es el mejor para la salud de nuestros niños y el de menor coste económico", ha argumentado.
No obstante, esta asociación es consciente de que existe un "déficit" de pediatras --actualmente trabajan cerca de 6.200 en la AP--, por lo que instan a la Administración a que impulsen la formación y aumenten las plazas de Pediatría.
El consumo de cannabis es un factor de
riesgo en la aparición de esquizofrenia, a pesar de la controversia que
existe en torno a los posibles efectos que puede ocasionar esta droga
blanda, según ha afirmado la Asociación de Pediatría de Atención
Primaria (AEPap) con motivo del '9º Curso de actualización en Pediatría
de Atención Primaria', que se celebra este jueves en Madrid.
Así, el doctor Francisco Arias Horcajadas, de la Unidad de
Psiquiatría de Fundación Hospital Alcorcón de Madrid, ha explicado que
el consumo de cannabis es "altamente prevalente" entre los jóvenes y que
es la doga ilegal "más usada" en todos los países del entorno.
"Alrededor de un 60 por ciento de los estudiantes reconoce haber
consumido cannabis en alguna ocasión, y alrededor de un 20-25 por ciento
en el último mes", ha precisado este experto.La percepción de que su consumo apenas repercute en la salud humana hace que sean muy pocos los adictos a esta sustancia los que solicitan ayuda profesional. Además, "no se identifican con el resto de adictos que acuden a los dispositivos asistencias especializados", ha añadido Arias Horcajadas, quien ha resaltado además la baja inherencia a los tratamientos y las frecuentes recaídas en este campo.
MALTRATO INFANTIL
Por otro lado, durante el encuentro, los expertos han denunciado que uno de cada seis niños españoles menores de 15 años sufre maltrato (un 15%), especialmente en forma de abandono. "A pesar de que no es exclusivo de las clases sociales bajas, suele presentarse con mayor frecuencia en este grupo de población marginal, con problemas económicos o hábitos tóxicos", ha reconocido el doctor Jordi Pou Fernández, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.Este experto ha señalado que su detección pasa por observar que el menor no esta alimentado o vestido correctamente o no recibe la atención sanitaria y educativa idónea. No obstante, ha lamentado que "en la mayoría de los casos, el diagnóstico se alcanza cuando la situación ya se ha hecho patente".
Por otro lado, otros tipo de maltrato son el psicológico que se presenta mediante agresividad, fobias, retraso psicomotor o problemas de aprendizaje agresividad; y el físico que "es mucho menos frecuente que las dos formas de maltrato anteriores". "Aunque no es muy habitual, su diagnóstico es difícil, ya que hay que sospecharlo desde el primer momento. El pronostico puede ser grave y ha habido casos en que el paciente ha fallecido como consecuencia de las lesiones sufridas", ha argumentado.
El último tipo de maltrato es el abuso sexual, que suele llevarse a cabo en el seno familiar. "Su sospecha es difícil porque las manifestaciones clínicas son muy inespecíficas, siendo el relato del niño, en ocasiones, el primer signo de sospecha", ha reconocido.
PEDIATRAS EN LA AP
En este curso de actualización en Pediatría también se ha destacado la importancia que tiene la presencia del pediatra en la Atención Primaria (AP), que ha hecho posible, a juicio de estos expertos, que la tasa de mortalidad infantil haya descendido en la última década, al pasar de 7,6 por 100.000 (en 1990) a 3,15 (en 2010).Así, la presidenta de la AEPap, Begoña Domínguez, ha señalado además que la labor de estos profesionales ha influido en que la salud de la población infantil haya mejorado en los últimos años. "Las evidencias indican claramente que el sistema en el que los pediatras de AP son responsables de la atención a la población menor de 15 años es el mejor para la salud de nuestros niños y el de menor coste económico", ha argumentado.
No obstante, esta asociación es consciente de que existe un "déficit" de pediatras --actualmente trabajan cerca de 6.200 en la AP--, por lo que instan a la Administración a que impulsen la formación y aumenten las plazas de Pediatría.
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