Fuente: miradaprofesional.com
BUENOS AIRES: Esta semana las empresas entregarán análisis financiero para justificar su pedido de suba. Hasta que no se vea eso, no se permitirán aumentos como pretendían. Además, un análisis de la situación financiera de las empresas revela cómo desvirtuaron su intensión original.
Luego de una reunión con el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y el Superintendente de Servicios de Salud, Ricardo Bellagio, las empresas de medicina prepagas dieron marcha atrás con el aumento previsto para febrero. Esta semana, las firmas del sector deberán entregar al gobierno un informe de la situación económica que atraviesan, para justificar su pedido de aumento, el cual no podrá ser puesto en marcha en febrero, confirmaron desde el gobierno. Por esto, las facturas de este mes comenzaron a llegar a los afiliados sin subas. Quienes hayan recibido el incremento no deberán pagarlo.
Según conforma una nota publicada en el diario Clarín, las principales empresas de prepagas empezaron a enviar a sus afiliados las facturas de febrero “sin el anunciado aumento del 5,5 por ciento”, suba anunciada el año pasado luego que se firmó a mediados de 2011 el acuerdo salarial con el personal de la sanidad. Ese acuerdo fijó incrementos de sueldos en 3 cuotas (agosto, diciembre y febrero) llevando el básico de la categoría más representativa de 3 mil a 4 mil pesos.
La semana pasada, el gobierno se reunió con integrantes de la Cámara de Instituciones de Diagnóstico Médico (CADIME) y les anunció que no podían facturar la suba. A cambio, les ofreció que entreguen esta semana sus informes con el análisis económico-financiero de sus costos, para analizar en un plazo de 15 días si autoriza un ajuste. "A partir de las reuniones con las entidades que representan a las prepagas, se definió el procedimiento para avanzar con el análisis económico financiero de sus costos", precisó CADIME.
La entidad señaló además, mediante un comunicado de prensa, que espera la pronta convocatoria al Consejo Permanente de Concertación, con la participación de las entidades de los prestadores, para poder contar con una paritaria periódica para la actualización de los valores arancelarios de los prestadores.
Según estimó un referente de la actividad al diario La Nación, “aproximadamente un 60 por ciento de los ingresos totales corresponde al pago de salarios, otro 20 por ciento a las prestaciones (insumos, internaciones, equipos, etcétera) y un 17 por ciento a gastos de administración. El restante 3 por ciento sería, en promedio, la rentabilidad de la actividad”.
Sin embargo, un estudio publicado ayer domingo por el suplemento económica Cash del diario Página/12 revela detalles de la estructura económica del sector, y la acusa de desvirtuar los orígenes del sistema.
El trabajo del economista de la UBA Leonardo Goldberg recuerda que “las prepagas nacieron en la década del ’60 y reconocen su origen en asociaciones de médicos”, y destaca que “desvirtuando lo que fueron los orígenes del sistema, junto con las corporaciones farmacéuticas, han sido un factor de aceleración de la mercantilización de la medicina”.
“El subsistema de empresas de medicina prepaga debe definirse como integrantes del sistema público de seguridad social de la Nación, gestionada privadamente. La Argentina tiene una historia desgraciada en esto de la gestión privada de la seguridad social. El ejemplo son las AFJP”, afirma el economista. Goldberg sostuvo que “el esquema básico sería el de cuentas individuales integrando un fondo, una empresa organizadora, administradora y orientadora del gasto médico”. (ver nota “Auscultar el negocio”).
BUENOS AIRES: Esta semana las empresas entregarán análisis financiero para justificar su pedido de suba. Hasta que no se vea eso, no se permitirán aumentos como pretendían. Además, un análisis de la situación financiera de las empresas revela cómo desvirtuaron su intensión original.
Luego de una reunión con el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y el Superintendente de Servicios de Salud, Ricardo Bellagio, las empresas de medicina prepagas dieron marcha atrás con el aumento previsto para febrero. Esta semana, las firmas del sector deberán entregar al gobierno un informe de la situación económica que atraviesan, para justificar su pedido de aumento, el cual no podrá ser puesto en marcha en febrero, confirmaron desde el gobierno. Por esto, las facturas de este mes comenzaron a llegar a los afiliados sin subas. Quienes hayan recibido el incremento no deberán pagarlo.
Según conforma una nota publicada en el diario Clarín, las principales empresas de prepagas empezaron a enviar a sus afiliados las facturas de febrero “sin el anunciado aumento del 5,5 por ciento”, suba anunciada el año pasado luego que se firmó a mediados de 2011 el acuerdo salarial con el personal de la sanidad. Ese acuerdo fijó incrementos de sueldos en 3 cuotas (agosto, diciembre y febrero) llevando el básico de la categoría más representativa de 3 mil a 4 mil pesos.
La semana pasada, el gobierno se reunió con integrantes de la Cámara de Instituciones de Diagnóstico Médico (CADIME) y les anunció que no podían facturar la suba. A cambio, les ofreció que entreguen esta semana sus informes con el análisis económico-financiero de sus costos, para analizar en un plazo de 15 días si autoriza un ajuste. "A partir de las reuniones con las entidades que representan a las prepagas, se definió el procedimiento para avanzar con el análisis económico financiero de sus costos", precisó CADIME.
La entidad señaló además, mediante un comunicado de prensa, que espera la pronta convocatoria al Consejo Permanente de Concertación, con la participación de las entidades de los prestadores, para poder contar con una paritaria periódica para la actualización de los valores arancelarios de los prestadores.
Según estimó un referente de la actividad al diario La Nación, “aproximadamente un 60 por ciento de los ingresos totales corresponde al pago de salarios, otro 20 por ciento a las prestaciones (insumos, internaciones, equipos, etcétera) y un 17 por ciento a gastos de administración. El restante 3 por ciento sería, en promedio, la rentabilidad de la actividad”.
Sin embargo, un estudio publicado ayer domingo por el suplemento económica Cash del diario Página/12 revela detalles de la estructura económica del sector, y la acusa de desvirtuar los orígenes del sistema.
El trabajo del economista de la UBA Leonardo Goldberg recuerda que “las prepagas nacieron en la década del ’60 y reconocen su origen en asociaciones de médicos”, y destaca que “desvirtuando lo que fueron los orígenes del sistema, junto con las corporaciones farmacéuticas, han sido un factor de aceleración de la mercantilización de la medicina”.
“El subsistema de empresas de medicina prepaga debe definirse como integrantes del sistema público de seguridad social de la Nación, gestionada privadamente. La Argentina tiene una historia desgraciada en esto de la gestión privada de la seguridad social. El ejemplo son las AFJP”, afirma el economista. Goldberg sostuvo que “el esquema básico sería el de cuentas individuales integrando un fondo, una empresa organizadora, administradora y orientadora del gasto médico”. (ver nota “Auscultar el negocio”).
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