BRUSELAS, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
La semana pasada, Bruselas dio a conocer un primer informe sobre los implantes mamarios Poly Implant Prothèse (PIP) que han causado la alarma en varios países de la UE y afirmó que no hay pruebas de que tales prótesis supusieran un riesgo "más elevado" que otras para los pacientes.
Sin embargo, admitió la necesidad de realizar exámenes "en detalle" sobre la incidencia de las prótesis PIP y señaló lagunas en la legislación europea que deben solucionarse como, por ejemplo, reforzar los controles haciendo inspecciones sorpresa y mejorar la coordinación entre autoridades.
Este jueves, Dalli ha recordado que los expertos continúan el estudio "en profundidad" del polémico caso y ha admitido su "preocupación" porque aún no hay resultados concluyentes sobre el daño que los implantes PIP puedan tener sobre las mujeres que los llevan.
"Estoy profundamente preocupado por el impacto potencial en la salud de muchas mujeres, en Europa y en otras partes del mundo, que recibieron implantes mamarios de silicona defectuosa fabricados por la empresa francesa PIP. Las consecuencias para su salud son todavía inciertas", ha declarado en rueda de prensa.
La Comisión trabaja para revisar las normas de seguridad sanitaria que afecta a los implantes médicos en general pero asume que su adopción y puesta en marcha "llevará inevitablemente un tiempo", por lo que ve necesario aliarse con los Estados miembros para "reforzar los controles" con las armas que permita la legislación actual "en los próximos doce meses".
Por el momento, Dalli apuesta por impulsar inspecciones sorpresa en las empresas fabricantes de este tipo de dispositivos médicos y no avisar del control con antelación como sí se hizo, por ejemplo, con el caso de las prótesis PIP. También exige a los Estados miembros y los países con los que hay acuerdos de libre comercio que garanticen que los organismos de certificación que supervisan los implantes actúan "con rigor y consistencia".
El comisario europeo de Salud y
Protección al Consumidor, John Dalli, ha pedido a los gobiernos
nacionales que refuercen la vigilancia y el control de los implantes
médicos que se utilizan dentro de la Unión Europea, en especial las
prótesis mamarias pero sin descuidar otros dispositivos, con el objetivo
de "garantizar la seguridad" y "recuperar la confianza" de los
pacientes.
Dalli ha anunciado en rueda de prensa este jueves que ha
enviado una carta a los Ministerios de Sanidad de los Veintisiete
señalando "un plan de acciones inmediatas" que el Ejecutivo comunitario
puede coordinar con las autoridades nacionales para mejorar las medidas
de control en el marco de lo que permite la legislación comunitaria
actual.La semana pasada, Bruselas dio a conocer un primer informe sobre los implantes mamarios Poly Implant Prothèse (PIP) que han causado la alarma en varios países de la UE y afirmó que no hay pruebas de que tales prótesis supusieran un riesgo "más elevado" que otras para los pacientes.
Sin embargo, admitió la necesidad de realizar exámenes "en detalle" sobre la incidencia de las prótesis PIP y señaló lagunas en la legislación europea que deben solucionarse como, por ejemplo, reforzar los controles haciendo inspecciones sorpresa y mejorar la coordinación entre autoridades.
Este jueves, Dalli ha recordado que los expertos continúan el estudio "en profundidad" del polémico caso y ha admitido su "preocupación" porque aún no hay resultados concluyentes sobre el daño que los implantes PIP puedan tener sobre las mujeres que los llevan.
"Estoy profundamente preocupado por el impacto potencial en la salud de muchas mujeres, en Europa y en otras partes del mundo, que recibieron implantes mamarios de silicona defectuosa fabricados por la empresa francesa PIP. Las consecuencias para su salud son todavía inciertas", ha declarado en rueda de prensa.
La Comisión trabaja para revisar las normas de seguridad sanitaria que afecta a los implantes médicos en general pero asume que su adopción y puesta en marcha "llevará inevitablemente un tiempo", por lo que ve necesario aliarse con los Estados miembros para "reforzar los controles" con las armas que permita la legislación actual "en los próximos doce meses".
Por el momento, Dalli apuesta por impulsar inspecciones sorpresa en las empresas fabricantes de este tipo de dispositivos médicos y no avisar del control con antelación como sí se hizo, por ejemplo, con el caso de las prótesis PIP. También exige a los Estados miembros y los países con los que hay acuerdos de libre comercio que garanticen que los organismos de certificación que supervisan los implantes actúan "con rigor y consistencia".
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