Fuente: http://online.wsj.com/article/SB10001424052970204369404577209732677856516.html
El presidente del consejo de administración —el equivalente alemán del presidente ejecutivo— afirma que los pacientes agradecen a menudo a los médicos y enfermeros, pero no a las empresas que crearon los fármacos que ayudaron a curarlos.
La falta de reconocimiento entre los consumidores, en opinión de Dekkers, ha perjudicado a la industria y ha hecho de las empresas farmacéuticas un blanco fácil para los políticos y fabricantes de medicamentos genéricos que quieren adelantar las fechas de expiración de las patentes para poder seguir ofreciendo remedios más baratos a millones de consumidores.
Este ciclo, opina, ahorra dinero al consumidor, pero tiene un mayor costo para empresas como Bayer, que recibe menos dinero para desarrollar nuevas medicinas.
Dekkers, de 54 años, habló con The Wall Street Journal sobre la necesidad de reconocimiento de las farmacéuticas, la expansión en China y su estrategia para la zona euro. A continuación, algunos fragmentos de la entrevista.
WSJ: En el contexto de las dificultades de las naciones europeas con sus deudas, ¿le preocupa la capacidad de los sistemas de salud gubernamentales para pagar a las empresas?
Dekkers: Entiendo que los gobiernos están bajo presión debido a la situación de la deuda, y como resultado de esto, los gobiernos presionan a las empresas farmacéuticas para que reduzcan los precios de los medicamentos. La industria farmacéutica es, en ese sentido, un blanco relativamente fácil; no muchos votantes dejarán de votar por un candidato porque ejerce presión sobre una empresa farmacéutica por los precios.
Pero hay un efecto secundario: nosotros financiamos el desarrollo de nuevas medicinas con las ganancias de los medicamentos actuales, y las utilidades de tales medicamentos se han visto reducidas de manera significativa. En Alemania, por ejemplo, hay un descuento obligatorio de 16% en todas las recetas. Por lo tanto, vamos a perder 16 centavos por cada euro en ventas. Parece bueno en el corto plazo, pero tiene consecuencias para la sociedad en el largo plazo.
WSJ: Al igual que muchas otras empresas, Bayer ha ingresado de manera enérgica en China. ¿Cómo se distingue la compañía?
Dekkers: Por el lado del cuidado de la salud, tenemos los productos y estamos capacitando a vendedores. Con la urbanización en China, unas 350 millones de personas se mudarán del campo a las ciudades en los próximos años y muchas de ellas necesitarán medicamentos. Se están construyendo hospitales y estamos formando equipos de ventas en muchas de estas ciudades. Es un desafío retener a esa gente porque todos nuestros competidores están tratando de hacer lo mismo.
WSJ: ¿Han recibido ayuda del gobierno local?
Dekkers: Estamos trabajando con el gobierno para entrenar a los médicos en la parte occidental de China. Tenemos un programa donde ayudamos a los doctores de zonas rurales a capacitarse en la medicina moderna y estamos haciendo posible que 10.000 médicos sean entrenados con el patrocinio de Bayer.
WSJ: Usted ha expresado fuertes opiniones sobre temas relacionados con la expiración de patentes y la presión del gobierno sobre los precios de los medicamentos. ¿Siguen en pie esas críticas?
Dekkers: En la industria farmacéutica nos toma alrededor de 12 años tener la protección de la patente de un medicamento y luego expira. Dentro de ese período de tiempo tenemos que recuperar nuestra inversión, porque después los fabricantes de genéricos están listos rápidamente. Cuando hay retrasos en la aprobación de nuevos medicamentos, se erosiona la capacidad de que una empresa farmacéutica recupere su inversión en el descubrimiento de remedios.
WSJ: ¿Consideraría la división de las unidades química y farmacéutica de Bayer en dos empresas separadas o la venta de una de ellas, dado que no hay mucha sinergia entre ambas?
Dekkers: Tradicionalmente, Bayer se ha concentrado en tener una cartera diversificada. No es muy distinto al caso de General Electric, a pesar de que ellos son mucho más diversificados. Es bueno tener cierta diversidad en el portafolio porque ayuda a controlar los altibajos de ciertos ciclos en el negocio, sobre todo en la industria farmacéutica. A veces uno tiene un gran éxito, pero si ya no cuenta con una patente, sobreviene un período seco y se vuelve vulnerable. Es algo que puede verse en este momento en algunas empresas farmacéuticas. El riesgo se distribuye.
Las farmacéuticas son blanco fácil de presiones, dice su jefe
Por GEOFFREY ROGOW
SIDNEY—Marijn Dekkers, mandamás del gigante farmacéutico y químico alemán Bayer AG, dice que los consumidores no dan suficiente reconocimiento a los medicamentos.El presidente del consejo de administración —el equivalente alemán del presidente ejecutivo— afirma que los pacientes agradecen a menudo a los médicos y enfermeros, pero no a las empresas que crearon los fármacos que ayudaron a curarlos.
La falta de reconocimiento entre los consumidores, en opinión de Dekkers, ha perjudicado a la industria y ha hecho de las empresas farmacéuticas un blanco fácil para los políticos y fabricantes de medicamentos genéricos que quieren adelantar las fechas de expiración de las patentes para poder seguir ofreciendo remedios más baratos a millones de consumidores.
Este ciclo, opina, ahorra dinero al consumidor, pero tiene un mayor costo para empresas como Bayer, que recibe menos dinero para desarrollar nuevas medicinas.
Dekkers, de 54 años, habló con The Wall Street Journal sobre la necesidad de reconocimiento de las farmacéuticas, la expansión en China y su estrategia para la zona euro. A continuación, algunos fragmentos de la entrevista.
WSJ: En el contexto de las dificultades de las naciones europeas con sus deudas, ¿le preocupa la capacidad de los sistemas de salud gubernamentales para pagar a las empresas?
Dekkers: Entiendo que los gobiernos están bajo presión debido a la situación de la deuda, y como resultado de esto, los gobiernos presionan a las empresas farmacéuticas para que reduzcan los precios de los medicamentos. La industria farmacéutica es, en ese sentido, un blanco relativamente fácil; no muchos votantes dejarán de votar por un candidato porque ejerce presión sobre una empresa farmacéutica por los precios.
Pero hay un efecto secundario: nosotros financiamos el desarrollo de nuevas medicinas con las ganancias de los medicamentos actuales, y las utilidades de tales medicamentos se han visto reducidas de manera significativa. En Alemania, por ejemplo, hay un descuento obligatorio de 16% en todas las recetas. Por lo tanto, vamos a perder 16 centavos por cada euro en ventas. Parece bueno en el corto plazo, pero tiene consecuencias para la sociedad en el largo plazo.
WSJ: Al igual que muchas otras empresas, Bayer ha ingresado de manera enérgica en China. ¿Cómo se distingue la compañía?
Dekkers: Por el lado del cuidado de la salud, tenemos los productos y estamos capacitando a vendedores. Con la urbanización en China, unas 350 millones de personas se mudarán del campo a las ciudades en los próximos años y muchas de ellas necesitarán medicamentos. Se están construyendo hospitales y estamos formando equipos de ventas en muchas de estas ciudades. Es un desafío retener a esa gente porque todos nuestros competidores están tratando de hacer lo mismo.
WSJ: ¿Han recibido ayuda del gobierno local?
Dekkers: Estamos trabajando con el gobierno para entrenar a los médicos en la parte occidental de China. Tenemos un programa donde ayudamos a los doctores de zonas rurales a capacitarse en la medicina moderna y estamos haciendo posible que 10.000 médicos sean entrenados con el patrocinio de Bayer.
WSJ: Usted ha expresado fuertes opiniones sobre temas relacionados con la expiración de patentes y la presión del gobierno sobre los precios de los medicamentos. ¿Siguen en pie esas críticas?
Dekkers: En la industria farmacéutica nos toma alrededor de 12 años tener la protección de la patente de un medicamento y luego expira. Dentro de ese período de tiempo tenemos que recuperar nuestra inversión, porque después los fabricantes de genéricos están listos rápidamente. Cuando hay retrasos en la aprobación de nuevos medicamentos, se erosiona la capacidad de que una empresa farmacéutica recupere su inversión en el descubrimiento de remedios.
WSJ: ¿Consideraría la división de las unidades química y farmacéutica de Bayer en dos empresas separadas o la venta de una de ellas, dado que no hay mucha sinergia entre ambas?
Dekkers: Tradicionalmente, Bayer se ha concentrado en tener una cartera diversificada. No es muy distinto al caso de General Electric, a pesar de que ellos son mucho más diversificados. Es bueno tener cierta diversidad en el portafolio porque ayuda a controlar los altibajos de ciertos ciclos en el negocio, sobre todo en la industria farmacéutica. A veces uno tiene un gran éxito, pero si ya no cuenta con una patente, sobreviene un período seco y se vuelve vulnerable. Es algo que puede verse en este momento en algunas empresas farmacéuticas. El riesgo se distribuye.
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