DEBATE ACERCA DE LA LEY DE MUERTE DIGNA

Fuente: elliberal.com.ar
SENADOR CABANCHIK


"Acciones que supriman la vida de un paciente están totalmente fuera de este proyecto de ley"Así lo sostuvo el legislador nacional, cuya iniciativa se debate en el Congreso Nacional. “Tratamos de legislar las conductas, los derechos y las obligaciones”, sostuvo en diálogo con EL LIBERAL.
 “Si entienden por eutanasia acciones concretas que acortan o suprimen la vida de un paciente, eso está totalmente fuera de este proyecto de ley; no es lo que se debate en el Congreso”, enfatizó el senador nacional Dr. Samuel Cabanchik al defender la iniciativa parlamentaria sobre la llamada muerte digna, de la cual es uno de sus autores.


El legislador vino a Santiago para participar de un foro de debate sobre este tema en la Universidad Nacional, y en diálogo con EL LIBERAL aclaró que, según su concepción, “muerte digna no es igual a eutanasia, más allá de las etimologías, porque remitirse a la etimología de la palabra eutanasia no nos ayuda a clarificar el problema”.

“Eutanasia quiere decir buena muerte o incluso muerte correcta, y por eso se la asocia a esta discusión, y la etiqueta ‘muerte digna’ no la puso nadie en la Legislatura, sólo que el periodismo en la difusión de la noticia terminó usando esta expresión que de ninguna manera es un termino técnico del proyecto”, especificó.

Explicó que el proyecto no hace mención a ninguna clase de acción que tienda a “suprimir” la vida de un paciente al cual los médicos consideran que no podrán sanar, y que “por el contrario”, establece normas de conducta que parten de “un registro de voluntad vital anticipada” que contempla el proyecto, donde se podrá “declarar previamente cómo queremos ser tratados si tenemos la desgracia de estar en una agonía prolongada, anticipada”, del “mismo modo en que es donante de órganos o no”.

“Lo que trata el proyecto es de acompañar con dignidad la vida hasta el final. Lo que tratamos de legislar son las conductas, los derechos, las obligaciones de todos aquellos que intervienen en la lamentable situación que muchas veces ocurre de una agonía prolongada que ya no tiene solución médica”, indicó.

Clarificó que “en esas situaciones y con el diagnóstico médico establecido”, el proyecto contempla “qué deben y pueden hacer los médicos; qué pueden y deben hacer los hospitales, sanatorios o clínicas donde están trabajando esos médicos; qué derechos le asisten al paciente que está sufriendo esa situación y a su grupo familiar. De esto trata el proyecto”.

Desamparo

“Hoy día los médicos están en una situación de desamparo, porque el paciente tal vez le pide terminar con su sufrimiento; los familiares de los pacientes también, y ante el temor de hacerse pasibles de una condena, de una mala praxis, de un homicidio culposo y la cuestión ética, no saben qué hacer cuando ya no puede curarlo, para aliviar ese dolor manteniendo la vida. Si hay convergencia entre la voluntad del paciente y/o del grupo familiar, el diagnóstico del equipo de salud responsable del tratamiento, y el dictamen del comité de ética, el médico puede desconectar un respirador artificial para que cese un sufrimiento, en función de cuidar los momentos finales de la vida del paciente”, ahondó.
Por su parte, fray Víctor Fernández aportó la visión de la Iglesia en esta discusión, y en ese sentido adhirió a las declaraciones vertidas a este medio por monseñor Torrado Mosconi, y centró su reflexión “en tres ejes: la vida como un don de Dios y como tal es sagrada y tangible; en segundo lugar destacar el valor que tiene el sufrimiento, que desde la vida cristiana es importante porque subrraya cómo Jesucristo afrontó el sufrimiento desde una mirada redentora; y finalmente, recordar que la Iglesia brinda algunas reflexiones sobre alternativas que brinda sobre el acompañamiento al enfermo terminal, al moribundo, una nueva perspectiva de lo que es la muerte digna”.