sábado, 13 de noviembre de 2010

FECUNDACIÓN IN VITRO PRESENTA GRAVE VACÍO LEGAL EN PERÚ

Por: Pamela Sandoval Del Águila


En el seno de un hogar o en los planes a futuro de toda pareja, tener hijos es quizás uno de los sueños más preciados. Sin embargo, como sucede con aquellos sueños que la realidad impide o dificulta, la desilusión por no poder concebir lleva a los ansiosos padres a buscar en la ciencia una esperanza para generar vida.

De estos anhelos conocen bien Ana María Rodríguez (26) y Walter González (40), quienes en mayo de este año se sometieron a un proceso de fertilización asistida en la clínica Concebir, de San Isidro. Según registros médicos de este instituto, mostrados a este Diario, el procedimiento –que se realizó in vitro– concluyó sin contratiempos y ambos padres regresaron a su natal Chiclayo para aguardar la llegada de sus mellizas, Silvana y Mariana. Esta última nació con síndrome de Down y afecciones cardíacas y pulmonares congénitas. “¿Cómo se sentiría si le dieran un producto fallado?” es la frase que inquirió González y que indignó a la opinión pública defensora del derecho a la vida.

En respuesta, el doctor Luis Noriega, director de Concebir, aseguró desde España que en todo momento se informó a la pareja sobre las etapas, diagnósticos necesarios y riesgos del proceso.

“El embrión es un producto de los cromosomas dados por los padres. A la paciente se le implantaron los dos únicos embriones que se fecundaron. Nunca hubo manipulación genética, ni se pensó la posibilidad de desechar al embrión por alguna discapacidad”, declaró.
El médico explicó que, como ni las leyes ni los protocolos médicos peruanos regulan métodos como este, su institución sigue los parámetros de la Red Latinoamericana de Reproducción Asistida, que recomienda la implantación de no más de tres embriones fecundados, así como la preservación –congelados– de aquellos embriones que no llegarán al vientre materno.

Para Carlos Mesía, miembro del Tribunal Constitucional (TC), he allí la matriz del problema: la falta de regulación para el tratamiento de los bebes probeta. “La Constitución protege la vida desde su concepción, pero falta regular el tratamiento de los bebes probeta. Es un conflicto ético y constitucional”, refirió.

ENTRE LA LEY Y LA CONCIENCIA

Jaime Seminario, presidente de la Sociedad Peruana de Fertilidad, defendió la fecundación in vitro, descartando que se realicen manipulaciones en los laboratorios. “No se fertilizan embriones porque sí, hay principios éticos y criterio. En caso de que haya más de dos fecundados, los restantes siempre se congelan”, dijo. Julio Díaz Pinillos, médico de la clínica Nacer, ahondó en la posición de su colega: “Si solo implantamos dos embriones es para evitar riesgos como los partos prematuros”, aseveró.

Para los constitucionalistas Fernando Vidal y Natale Amprimo, estas consideraciones médicas devolverían los cuestionamientos a la fertilización in vitro al ámbito legal, e incluso al de la conciencia de los propios padres, médicos y autoridades.

“No hay precedentes como este. La legislación peruana no sanciona la fecundación in vitro, que hasta tiene una disciplina jurídica [bioética]”, dijo Vidal.

“Nuestra ley no hace distinción entre concepción y fecundación porque es protectora. Un niño no es un televisor o una licuadora, la generación de vida no puede ser un comercio, pero tampoco está normada. Hay, pues, un tema que debemos atender con mayor detenimiento”, puntualizó.

EN PUNTOS

Otras opciones

Además de la fertilización in vitro, que comprende la fecundación del óvulo por el espermatozoide en un laboratorio, existens otros métodos asistidos que cuentan hasta con el 12% de posibilidades de terminar en embarazo:

Inseminación artificial intrauterina cuando la mujer está ovulando se le inyecta, mediante una cánula, semen seleccionado de su pareja.

Inseminación cervical: se introduce el semen en el fondo de la vagina.

LA CIFRA

5.000

Niños han nacido mediante la técnica de fecundación asistida aplicada por la clínica Concebir desde que se creó en 1988.

Días después de fecundado el embrión in vitro se puede realizar el diagnóstico genético preinplantacional (PGD).



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