Fuente: miradaprofesional.com
SEUL, septiembre 17: Científicos de la Universidad nacional de Corea del Sur crearon un método a distancia para aplicar medicamentos sin necesidad de una aguja que perfore la piel. El aparato, en fase experimental, emite un chorro del tamaño de un pelo humano, que penetra la piel sin dañarla.
Cuántas veces la fobia a las agujas -conocida como “tripanofobia” -termina por impedir un normal acceso a los tratamientos médicos, como una vacuna o un medicamento. Muchas más de las que se piensan, es la respuesta. Según estimaciones, el 70 por ciento de los médicos experimenta algún tipo d problema con estos pacientes. Pero desde Corea del Sur parece llegar una solución definitiva al conflicto. Es que investigadores anunciaron que dieron un paso fundamental en la creación de una inyección láser que no perfora la piel, se puede aplicar a distancia y aplica la cantidad justa del fármaco en cuestión.
El avance fue presentado durante el fin de semana por un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Seúl, en Corea del Sur. Los científicos crearon un sistema que utiliza un pequeño láser infrarrojo para introducir “la cantidad justa” de medicamento a unos 30 metros por segundo. Este estudio podría cambiar el método para colocar las vacunas u otros tratamientos que implican la perforación de la piel con aguja, evitando las fobias.
De acuerdo con la investigación, reflejada en distintos medios del mundo, la sección del chorro “es ligeramente mayor que la de un cabello humano y puede penetrar la piel hasta una profundidad de unos pocos milímetros, sin dañar el tejido”.
Jack Yoh, profesor de ingeniería mecánica y aeroespacial y uno de los responsables del avance, detalló que “se ha combinado un pequeño adaptador que contiene el fármaco en forma líquida con un láser que genera una burbuja de vapor de alta presión, que actúa como un director de fluido, de tal forma que el mecanismo libera el medicamento a través de una boquilla pequeña”.
“El microchorro inyector impulsado por el láser puede controlar con precisión la dosis y la profundidad de penetración del fármaco por debajo de la piel. Yo creo que el control a través de la potencia del láser es el mayor avance sobre otros dispositivos” explicó el investigador surcoreano. El equipo trabaja actualmente con una compañía para producir a bajo costo inyectores intercambiables para uso clínico.
Cabe recordar que diversos relevamientos realizados muestran que el 70 por ciento de los profesionales de la salud piensa que el temor de los pacientes hacia las agujas es uno de los factores responsables de las perdidas de vacunación, lo que implica que la persona no esté protegida frente a diversas enfermedades de riesgo que son prevenibles.
Entre los puntos más conflictivos se encuentran la aplicación de vacunas e inyecciones, inclusive en aquellos que las necesitan diariamente como los diabéticos insulinodependientes, pero también esta dificultad impide otros cuidados de la salud como las visitas al dentista o la realización de procedimientos quirúrgicos y estudios invasivos que requieren la administración de anestesia o la aplicación de suero.
En lo que hace específicamente a la “tripanofobia”, se la define como “un persistente, anormal e injustificado miedo a las inyecciones, cuyos síntomas son distintos a los de otras reacciones típicas de ansiedad, ya que la presión sanguínea y el ritmo cardiaco aumentan en un principio para después descender bruscamente, y para evitarlo se recurre a medicamentos contra la ansiedad”.
SEUL, septiembre 17: Científicos de la Universidad nacional de Corea del Sur crearon un método a distancia para aplicar medicamentos sin necesidad de una aguja que perfore la piel. El aparato, en fase experimental, emite un chorro del tamaño de un pelo humano, que penetra la piel sin dañarla.
Cuántas veces la fobia a las agujas -conocida como “tripanofobia” -termina por impedir un normal acceso a los tratamientos médicos, como una vacuna o un medicamento. Muchas más de las que se piensan, es la respuesta. Según estimaciones, el 70 por ciento de los médicos experimenta algún tipo d problema con estos pacientes. Pero desde Corea del Sur parece llegar una solución definitiva al conflicto. Es que investigadores anunciaron que dieron un paso fundamental en la creación de una inyección láser que no perfora la piel, se puede aplicar a distancia y aplica la cantidad justa del fármaco en cuestión.
El avance fue presentado durante el fin de semana por un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Seúl, en Corea del Sur. Los científicos crearon un sistema que utiliza un pequeño láser infrarrojo para introducir “la cantidad justa” de medicamento a unos 30 metros por segundo. Este estudio podría cambiar el método para colocar las vacunas u otros tratamientos que implican la perforación de la piel con aguja, evitando las fobias.
De acuerdo con la investigación, reflejada en distintos medios del mundo, la sección del chorro “es ligeramente mayor que la de un cabello humano y puede penetrar la piel hasta una profundidad de unos pocos milímetros, sin dañar el tejido”.
Jack Yoh, profesor de ingeniería mecánica y aeroespacial y uno de los responsables del avance, detalló que “se ha combinado un pequeño adaptador que contiene el fármaco en forma líquida con un láser que genera una burbuja de vapor de alta presión, que actúa como un director de fluido, de tal forma que el mecanismo libera el medicamento a través de una boquilla pequeña”.
“El microchorro inyector impulsado por el láser puede controlar con precisión la dosis y la profundidad de penetración del fármaco por debajo de la piel. Yo creo que el control a través de la potencia del láser es el mayor avance sobre otros dispositivos” explicó el investigador surcoreano. El equipo trabaja actualmente con una compañía para producir a bajo costo inyectores intercambiables para uso clínico.
Cabe recordar que diversos relevamientos realizados muestran que el 70 por ciento de los profesionales de la salud piensa que el temor de los pacientes hacia las agujas es uno de los factores responsables de las perdidas de vacunación, lo que implica que la persona no esté protegida frente a diversas enfermedades de riesgo que son prevenibles.
Entre los puntos más conflictivos se encuentran la aplicación de vacunas e inyecciones, inclusive en aquellos que las necesitan diariamente como los diabéticos insulinodependientes, pero también esta dificultad impide otros cuidados de la salud como las visitas al dentista o la realización de procedimientos quirúrgicos y estudios invasivos que requieren la administración de anestesia o la aplicación de suero.
En lo que hace específicamente a la “tripanofobia”, se la define como “un persistente, anormal e injustificado miedo a las inyecciones, cuyos síntomas son distintos a los de otras reacciones típicas de ansiedad, ya que la presión sanguínea y el ritmo cardiaco aumentan en un principio para después descender bruscamente, y para evitarlo se recurre a medicamentos contra la ansiedad”.
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