Fuente: http://www.impre.com/
NUEVA YORK – Cerca de cincuenta personas se reunieron ayer afuera de la Clínica Dr. Emily en el sur de El Bronx para celebrar los 38 años de la decisión del Tribunal Supremo que legalizó el aborto en Estados Unidos y para demandar para que los derechos que se lograron entonces no se desvanezcan.
La clínica que atiende a mujeres de clase trabajadora, 85% de ellas hispanas según su directora, provee atención médica ginecológica y realiza abortos, sin importar el estatus migratorio de las pacientes.
Sin embargo, la directora Mariana Benzil explicó que desde el 2005 grupos religiosos anti-aborto acosan a las mujeres que acuden a la clínica, aterrorizándolas para intentar disuadirlas de su decisión de abortar.
"Generalmente están aquí cuatro días a la semana y a veces invaden la propiedad, por lo que tenemos policía activa cuatro días a la semana. El grupo que viene, el EMS Pregnancy Network, se acerca a nuestras clientas y les ofrecen un ultrasonido en un bus que estacionan en frente de la clínica", explicó Benzil.
"Saben que las mujeres aquí son más humildes y están más temerosas y no saben cuál es su derecho a ser tratadas (…) A veces les dicen que si son inmigrantes, van a ser deportadas si vienen a la clínica", agregó Benzil.
La manifestación fue organizada por la New York Coalition for Abortion Clinic Defense y Mujeres Radicales con el apoyo de diversos grupos de los cinco condados que temen que las restricciones para que las mujeres ejerzan su derecho a elegir sobre su cuerpo aumenten este año.
egún un estudio de NARAL Pro-Choice America Foundation, después de las elecciones del año pasado, 15 estados tienen gobernadores anti-aborto, cinco más que en el 2010; y que en Congreso hay más legisladores contrarios al aborto después de las elecciones: 42 representantes y 6 senadores más.
"El tiempo pasa y aquí estamos, casi 40 años después, portando los mismos carteles. Es lo mismo que hacíamos antes y aquí estamos otra vez. Es tan triste. ¿Es esto progreso?", comentó Jenny Heinz de 66 años que luchó por la legalización del aborto 38 años atrás.
Heinz y Joan Pleune, de 71, acudieron a la marcha usando los mismos botones que usaron en ese entonces.
"Como mujeres tenemos el derecho de decidir si abortamos o no", dijo María de las Mercedes Rosales, 35, de Trabajadoras de Casa Unidas.
Confrontada antes la opinión de Rosa Ramos, residente de El Bronx de 55 años que dijo que el aborto "está mal porque es una vida que se está matando", Rosales dijo que hay casos y casos.
"Yo creo que es más asesinato traer un niño al mundo y no tener qué darle de comer. O también tener niños que porque fue una violación la mamá va a estar recordándose de la persona que la violó y va a maltratar al niño y se va a desquitar con él de lo que le pasó", contestó Rosales.
Un grupo de tres sacerdotes franciscanos se apostaron a un lado de la protesta con carteles anti-abortos.
"Dios nos dio la vida y sólo él puede quitarla", dijo el padre Louis Marie.
En Nueva York, 38,7% de los embarazos se abortan, cifras que según Verónica Bayetti, del Instituto Nacional de Latinas para la Salud Reproductiva, son tan altas por la falta de acceso y educación reproductiva.
El Concejo de la ciudad está estudiando una propuesta de ley que obliga a los "centros de crisis del embarazo" a especificar que no ofrecen abortos ni anticonceptivos y que no hay un doctor con licencia en el centro luego de que un estudio mostró que un 75% de éstos se promueven como clínicas sin serlo, no clarifican en sus anuncios o en sus páginas web que son anti-aborto, el 89% de ellos dan información falsa diciendo que el aborto aumenta las posibilidades de cáncer de mamas o provoca infertilidad y problemas mentales.
NUEVA YORK – Cerca de cincuenta personas se reunieron ayer afuera de la Clínica Dr. Emily en el sur de El Bronx para celebrar los 38 años de la decisión del Tribunal Supremo que legalizó el aborto en Estados Unidos y para demandar para que los derechos que se lograron entonces no se desvanezcan.
La clínica que atiende a mujeres de clase trabajadora, 85% de ellas hispanas según su directora, provee atención médica ginecológica y realiza abortos, sin importar el estatus migratorio de las pacientes.
Sin embargo, la directora Mariana Benzil explicó que desde el 2005 grupos religiosos anti-aborto acosan a las mujeres que acuden a la clínica, aterrorizándolas para intentar disuadirlas de su decisión de abortar.
"Generalmente están aquí cuatro días a la semana y a veces invaden la propiedad, por lo que tenemos policía activa cuatro días a la semana. El grupo que viene, el EMS Pregnancy Network, se acerca a nuestras clientas y les ofrecen un ultrasonido en un bus que estacionan en frente de la clínica", explicó Benzil.
"Saben que las mujeres aquí son más humildes y están más temerosas y no saben cuál es su derecho a ser tratadas (…) A veces les dicen que si son inmigrantes, van a ser deportadas si vienen a la clínica", agregó Benzil.
La manifestación fue organizada por la New York Coalition for Abortion Clinic Defense y Mujeres Radicales con el apoyo de diversos grupos de los cinco condados que temen que las restricciones para que las mujeres ejerzan su derecho a elegir sobre su cuerpo aumenten este año.
egún un estudio de NARAL Pro-Choice America Foundation, después de las elecciones del año pasado, 15 estados tienen gobernadores anti-aborto, cinco más que en el 2010; y que en Congreso hay más legisladores contrarios al aborto después de las elecciones: 42 representantes y 6 senadores más.
"El tiempo pasa y aquí estamos, casi 40 años después, portando los mismos carteles. Es lo mismo que hacíamos antes y aquí estamos otra vez. Es tan triste. ¿Es esto progreso?", comentó Jenny Heinz de 66 años que luchó por la legalización del aborto 38 años atrás.
Heinz y Joan Pleune, de 71, acudieron a la marcha usando los mismos botones que usaron en ese entonces.
"Como mujeres tenemos el derecho de decidir si abortamos o no", dijo María de las Mercedes Rosales, 35, de Trabajadoras de Casa Unidas.
Confrontada antes la opinión de Rosa Ramos, residente de El Bronx de 55 años que dijo que el aborto "está mal porque es una vida que se está matando", Rosales dijo que hay casos y casos.
"Yo creo que es más asesinato traer un niño al mundo y no tener qué darle de comer. O también tener niños que porque fue una violación la mamá va a estar recordándose de la persona que la violó y va a maltratar al niño y se va a desquitar con él de lo que le pasó", contestó Rosales.
Un grupo de tres sacerdotes franciscanos se apostaron a un lado de la protesta con carteles anti-abortos.
"Dios nos dio la vida y sólo él puede quitarla", dijo el padre Louis Marie.
En Nueva York, 38,7% de los embarazos se abortan, cifras que según Verónica Bayetti, del Instituto Nacional de Latinas para la Salud Reproductiva, son tan altas por la falta de acceso y educación reproductiva.
El Concejo de la ciudad está estudiando una propuesta de ley que obliga a los "centros de crisis del embarazo" a especificar que no ofrecen abortos ni anticonceptivos y que no hay un doctor con licencia en el centro luego de que un estudio mostró que un 75% de éstos se promueven como clínicas sin serlo, no clarifican en sus anuncios o en sus páginas web que son anti-aborto, el 89% de ellos dan información falsa diciendo que el aborto aumenta las posibilidades de cáncer de mamas o provoca infertilidad y problemas mentales.
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