PARÍS, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha prometido este jueves la "refundación en profundidad de la política del medicamento", después del caso Mediator, una droga sospechosa de provocar la muerte de más de medio millar de personas y que fue retirada en 2009, después de que la hubiesen usado más de cinco millones de personas.
Sarkozy ha dicho, en un discurso ante profesionales del sector sanitario, que entiende "el enfado y la incomprensión" de los ciudadanos por el caso, el mayor escándalo sanitario de Francia en su historia reciente. En este sentido, ha ordenado nuevos análisis de decenas de medicamentos.
El jefe de Estado galo ha instado a "aprender las lecciones de este caso" y ha afirmado que el ministro de Sanidad, Xavier Bertrand, se encargará de realizar un análisis en profundidad de la situación del sistema, informan los medios locales
El objetivo, ha añadido, es responder a "tres cuestiones fundamentales". Así, ha pedido "ajustar las grietas del sistema de vigilancia de fármacos"; reformar "la independencia, transparencia e imparcialidad" de las tomas de decisiones durante todo el proceso de producción y distribución de los medicamentos; y "apoyar" a los doctores encargados de prescribir las recetas.
Las nuevas medidas podrían entrar en vigor "a mediados de año", según ha adelantado Sarkozy, que no obstante ha defendido el sistema sanitario francés como "uno de los mejores del mundo".
RETIRADA TARDÍA
Mediator estaba reservado en principio para los diabéticos con sobrepeso y exceso de grasa en la sangre, pero, con el tiempo, se extendió su uso a los tratamientos generales de pérdida de peso. El Gobierno reconoce la posible implicación de su principal componente --el benfluorex-- en más de 500 muertes por problemas cardiacos, mientras que cientos de personas han acudido a los tribunales desde que saliese a la luz el caso.
El parlamentario Maxime Grametz, miembro del Partido Comunista, confirmó esta semana que había tomado Mediator durante quince años y anunció que emprenderá acciones legales contra la farmacéutica responsable de su fabricación, Servier.
Un informe de inspectores públicos publicado el pasado sábado reveló que las autoridades deberían haber retirado la droga del mercado al menos una década antes. Culpa tanto a Servier como a las autoridades de salud pública por no actuar todo lo rápido que habría hecho falta.
Las dudas acerca de la eficacia de Mediator surgieron a finales de la década de los noventa, poco después de que otro medicamento con fines dietéticos, producido por la misma empresa y compuesto por ingredientes similares, fuese prohibido por sus efectos secundarios, principalmente problemas en las válvulas cardiacas.
El escándalo también ha adquirido tintes políticos, ya que el fundador de la farmacéutica productora de Mediator, Jacques Servier, fue reconocido con la Legión de Honor por parte de Sarkozy menos de un año después del veto del medicamento.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha prometido este jueves la "refundación en profundidad de la política del medicamento", después del caso Mediator, una droga sospechosa de provocar la muerte de más de medio millar de personas y que fue retirada en 2009, después de que la hubiesen usado más de cinco millones de personas.
Sarkozy ha dicho, en un discurso ante profesionales del sector sanitario, que entiende "el enfado y la incomprensión" de los ciudadanos por el caso, el mayor escándalo sanitario de Francia en su historia reciente. En este sentido, ha ordenado nuevos análisis de decenas de medicamentos.
El jefe de Estado galo ha instado a "aprender las lecciones de este caso" y ha afirmado que el ministro de Sanidad, Xavier Bertrand, se encargará de realizar un análisis en profundidad de la situación del sistema, informan los medios locales
El objetivo, ha añadido, es responder a "tres cuestiones fundamentales". Así, ha pedido "ajustar las grietas del sistema de vigilancia de fármacos"; reformar "la independencia, transparencia e imparcialidad" de las tomas de decisiones durante todo el proceso de producción y distribución de los medicamentos; y "apoyar" a los doctores encargados de prescribir las recetas.
Las nuevas medidas podrían entrar en vigor "a mediados de año", según ha adelantado Sarkozy, que no obstante ha defendido el sistema sanitario francés como "uno de los mejores del mundo".
RETIRADA TARDÍA
Mediator estaba reservado en principio para los diabéticos con sobrepeso y exceso de grasa en la sangre, pero, con el tiempo, se extendió su uso a los tratamientos generales de pérdida de peso. El Gobierno reconoce la posible implicación de su principal componente --el benfluorex-- en más de 500 muertes por problemas cardiacos, mientras que cientos de personas han acudido a los tribunales desde que saliese a la luz el caso.
El parlamentario Maxime Grametz, miembro del Partido Comunista, confirmó esta semana que había tomado Mediator durante quince años y anunció que emprenderá acciones legales contra la farmacéutica responsable de su fabricación, Servier.
Un informe de inspectores públicos publicado el pasado sábado reveló que las autoridades deberían haber retirado la droga del mercado al menos una década antes. Culpa tanto a Servier como a las autoridades de salud pública por no actuar todo lo rápido que habría hecho falta.
Las dudas acerca de la eficacia de Mediator surgieron a finales de la década de los noventa, poco después de que otro medicamento con fines dietéticos, producido por la misma empresa y compuesto por ingredientes similares, fuese prohibido por sus efectos secundarios, principalmente problemas en las válvulas cardiacas.
El escándalo también ha adquirido tintes políticos, ya que el fundador de la farmacéutica productora de Mediator, Jacques Servier, fue reconocido con la Legión de Honor por parte de Sarkozy menos de un año después del veto del medicamento.
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