Esto es una consecuencia no deseada: Eli Lilly se acercó a la placa de divulgación, convirtiéndose en el primer fabricante de medicamentos en conocer su lista de subvenciones. Los investigadores tomaron los datos nuevos, se analizó y encontró que sólo una cuarta parte de los grupos de defensa de la salud que han recibido subvenciones de hecho menciona la financiación de Lilly en sus sitios web, y sólo el 18 por ciento lo mencionó en sus informes anuales. Incluso los que mencionaban la relación financiera no reveló la cantidad.
Los investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Columbia miró a 161 organizaciones y los datos del primer semestre de 2007. Lilly dio $ 3.2 millones a grupos de defensa durante ese periodo de tiempo, dirigidas a grupos que tratan problemas neurológicos o psiquiátricos como la depresión o la esquizofrenia, enfermedades endocrinas como la diabetes y el cáncer.
El estudio tiene la promesa de los legisladores de considerar la revelación dentro de nuevas reglas para las organizaciones de pacientes. Después de todo, la promoción de organismos de los grupos de presión y los legisladores en "nombre de los pacientes, actúan como agentes de relaciones públicas de determinadas enfermedades y grupos de pacientes, dijeron los investigadores.
"No estoy diciendo que está mal, sólo que debe ser revelada", dijo Sheila Rothman, al New York Times . "No hay forma en este punto que usted puede seguir el dinero como un ciudadano, un proveedor de cuidado de salud o como legislador o regulador."
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