Uno de los temas más recurrentes en la medicina moderna es la importancia de un diagnostico acertado y en el momento oportuno, que permita poner a la persona cuya salud se está viendo resentida en posición de poder obtener un tratamiento adecuado que le permita recuperarse, o cuando menos ver mejorada su calidad de vida.
No obstante, pocas veces nos preguntamos qué sucede si a ese paciente que ha sido diagnosticado de forma acertada por su médico y se le prescribe algún fármaco inadecuado para su estado. Este es un tipo de error puede acabar resultando fatal, constituyendo entonces un caso de negligencia médica por sobreprescripción.
Los fallos en la prescripción de fármacos
Los avances recientes en el campo de la farmacia, sobre todo a partir del siglo pasado con el descubrimiento de la Penicilina por Sir Alexander Fleming, han permitido que el tratamiento de enfermedades y patologías que anteriormente resultaban mortales sea ahora una realidad.
Sin embargo, los compuestos médicos pueden resultar tremendamente peligrosos cuando son tomados por una persona que no padece la enfermedad o dolencia para la cual fueron diseñados, o bien cuando se ingieren en una dosis equivocada.
Reacciones alérgicas inesperadas, efectos secundarios adversos y sobredosis son reacciones comunes que una persona podría sufrir a consecuencia de los fármacos que le son prescritos. De ahí la necesidad de tener un especial cuidado a la hora de emplearlos, así como de leer los prospectos que éstos contienen.
La responsabilidad del facultativo médico
El doctor que prescribe un medicamento es el responsable de cerciorarse de que éste es el adecuado para su paciente. El empleo de una medicación errónea, por su naturaleza o por la dosis recomendada, podría derivar en lesiones graves o incluso en su fallecimiento.
Imaginemos que a un paciente que padece problemas cardiovasculares su doctor le recomienda el empleo de un determinado fármaco incompatible con dicha dolencia, afirmándole que no tendrá problema alguno, y por causa de su uso ese paciente sufre un ataque, falleciendo en el acto.
Tendemos a confiar ciegamente en nuestros médicos, por sus extensos conocimientos y por el elevado papel y consideración que éstos tienen en nuestra sociedad; siguiendo siempre al pie de la letra sus instrucciones. Ello hace que en ocasiones ignoremos los prospectos, lo cual puede dar lugar a situaciones tan fatídicas como la anterior.
Los daños derivados de la prescripción errónea de medicamentos podrían determinar la responsabilidad por negligencia médica del facultativo que realizó la misma. Si éste ha sido tu caso, consulta con un abogado especializado en materia médica si hubieras sufrido un caso de este tipo, pues él podrá asesorarte sobre tus posibilidades.
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