Fuente: www.datasantafeonline.com
Carina Benítez es madre de un chico autista, contó su experiencia y la realidad que se vive en la sociedad con relación a los Transtornos Generalizados de Desarrollo (TGD). Benítez habló sobre lo costoso que es lidiar con el Estado, las Obras Sociales y las Instituciones educativas a la hora de beneficiar a chicos con estos transtornos, “algunas obras sociales cumplen pero, en su mayoría, hay que mediar con un recurso de amparo. La ley existe pero no se cumple, te dan vueltas”.
Carina Benítez es madre de un chico autista, contó su experiencia y la realidad que se vive en la sociedad con relación a los Transtornos Generalizados de Desarrollo (TGD). Benítez habló sobre lo costoso que es lidiar con el Estado, las Obras Sociales y las Instituciones educativas a la hora de beneficiar a chicos con estos transtornos, “algunas obras sociales cumplen pero, en su mayoría, hay que mediar con un recurso de amparo. La ley existe pero no se cumple, te dan vueltas”.
El autismo es uno de
los cinco Transtornos Generalizados de Desarrollo (TGD). “El autismo se
puede detectar entre el año y los dos años, en la primera infancia. Acá
tenemos un problema porque los médicos pediatras a veces no derivan a la
parte neurológica y hacen esperar un tiempo”, explicó Carina Benítez a
Alejandro Colussi. Algunas conductas para detectarlos, describió la
entendida son “un nene con autismo tiene una habilidad específica para
girar cosas, a veces tienen autoagresiones, tienen problemas en el
lenguaje, entre otras muchas”.
En referencia a la
importancia de un diagnóstico inmediato para que se estimule al niño
desde edad temprana, Benítez destacó en “Una mañana de locos”, “no es lo
mismo hablar de un diagnóstico al año y medio o uno entre los cuatro o
cinco años. Un diagnóstico precoz produce una mejoría notable con el
tiempo”. “Es un cuadro complejo porque hablamos de la sociabilización,
de las conductas problemas”, agregó.
Además, la madre
indicó “hay chicos que pueden estar muy bien integrados en escuelas
comunes y hay chicos con gran capacidad que pueden seguir la secundaria.
Pero tenemos un problema con la educación porque, como con todas las
discapacidades, hay chicos que están sin escolaridad ya que no hay gente
capacitada para trabajar con chicos autistas. Hoy en día empezaron a
formarse sobre el tema pero hace unos cuántos años que ni en la
educación especial se podía mandar a los chicos”.
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