Fuente: elglobal.net
Las elecciones de 2014 suponen el primer examen ciudadano a los ajustes llevados a cabo en dos años de legislatura
Las elecciones de 2014 suponen el primer examen ciudadano a los ajustes llevados a cabo en dos años de legislatura
La Unión Europea se enfrenta a un semestre crucial, no solo marcado por la presidencia griega (ver EG núm. 638). Las elecciones que se celebrarán del 22 al 25 de mayo de 2014 (en España solo el último día) brindan a los más de 500 millones de votantes de los 28 estados la oportunidad de influir en el curso político futuro al elegir a los 751 diputados al Parlamento Europeo que representarán sus intereses durante los próximos cinco años. En un momento en el que la UE intenta superar la crisis y sus líderes reflexionan sobre el camino a seguir, estas elecciones ya son consideradas las europeas más importantes de la historia. En el examen de las medidas aprobadas en los territorios, la Sanidad se perfila como una de las armas arrojadizas más importantes de la precampaña.
En el caso de España, uno de los países que más ha ajustado su gasto sanitario (la propia Comisión Europea lo ha reconocido, pese a que haya pedido más esfuerzos al ejecutivo de Mariano Rajoy), las elecciones son además un anticipo de los comicios autonómicos y locales de 2015. Y como la maquinaria de un proceso de estas características empieza mucho antes de la precampaña, cualquier movimiento es susceptible de leerse en clave electoral.
España tiene que elegir a un total de 54 eurodiputados. El PP estima que podría perder entre cinco y nueve escaños. Su tarea consiste en minimizar este impacto. Hasta ahora, se ha esforzado en convencer a la población de que los esfuerzos que se han pedido han sido duros, pero necesarios, y que han merecido la pena. Lo que ocurra en mayo demostrará si esta idea ha calado o no, y su resultado será a su vez determinante para el final de legislatura del PP.
La marcha atrás de los copagos en productos ortoprotésicos, dietoterápicos y en transporte sanitario no urgente puede contribuir a calmar los ánimos de algunos sectores, pero tal vez no baste para convencer de la acumulación de medidas que componen la agenda reformista 'popular'.
La última de ellas, que excluye de la cobertura sanitaria por parte del Sistema Nacional de Salud a los parados de larga duración que hayan agotado el subsidio de desempleo y residan fuera de España más de 90 días ha caído como un jarro de agua fría, tanto dentro de España (País Vasco, Andalucía, Asturias y Cataluña ya han declarado la insumisión) como en las 700.000 personas que componen, aproximadamente, el colectivo de emigrantes españoles.
Otro efecto boomerang muy parecido es el que, de rebote, puede sufrir la ministra de Sanidad por culpa de la polémica reforma de la Ley del Aborto, sobre el que su departamento también tiene cosas que decir. De momento, esta modificación no solo tiene dividido al PP, sino que ha sido duramente criticada por países del entorno europeo como un auténtico retroceso y puede restar muchos votos en las elecciones.
Los comicios de mayo de 2014 no solo serán trascendentales por suponer la evaluación de los ajustes. Además, será la primera vez que se apliquen las nuevas competencias de la Eurocámara introducidas en 2009 en el Tratado de Lisboa. La primera de ellas radica en la que será la primera misión de la Eurocámara: elegir al sucesor de José Manuel Durão Barroso al frente de la Comisión Europea. La candidatura presentada por los Veintiocho tendrá que ser respaldada por el Parlamento porque ahora, según el Tratado, la Eurocámara 'elige' al presidente de la Comisión. Los resultados de las elecciones serán determinantes ya que ahora los votantes decidirán quién toma el testigo del Gobierno de la UE.
Más allá, el nuevo Europarlamento también dará forma a la legislación europea durante los próximos cinco años en ámbitos como el mercado único o las libertades civiles. El Parlamento se constituye ahora como una pieza esencial del sistema europeo de toma de decisiones, y su opinión tiene el mismo peso que la de los gobiernos nacionales en casi todas las leyes de la UE.
Las sombras de la gestión de Ana Mato que más pueden afectar al PP europeo
De la misma manera que la polémica reforma de la Ley del Aborto ha colocado en la picota la continuidad de Alberto Ruiz Gallardón al frente del Ministerio de Justicia, la no menos polémica reforma sanitaria de Ana Mato puede conducir a que su nombre también esté presente en la crisis de Gobierno que los confidenciales dan como segura y de una manera inminente y que la siguen situando como número dos del actual ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, en las listas del PP a las elecciones europeas.
De ocurrir, no parece ser que su marcha del ministerio responda tanto a su gestión (el presidente del Gobierno siempre ha mostrado su apoyo a la ministra) sino al hecho de que su imagen se haya visto demasiado afectada por el caso Gürtel. Sin embargo, es patente que la gestión de la ministra ha generado preocupación dentro del PP, por su previsible impacto en los comicios europeos. Algunos barones no han dudado en mostrar su descontento con algunas de las medidas de la ministra, como la decisión de quitar la cobertura sanitaria a los españoles en el extranjero o de aplicar el copago farmacéutico en los hospitales (esta semana Madrid se ha sumado a la propuesta de Castilla-La Mancha y Extremadura de no trasladarlo a los usuarios).
No hay comentarios:
Publicar un comentario