Fuente: diariomedico
Nan Nash, juez del Segundo Distrito Judicial de Nuevo México, ha decidido que los médicos pueden prescribir fármacos letales a los pacientes terminales y que estos gozan del derecho constitucional a solicitar tal ayuda. Así lo ha hecho en la demanda que la Unión de Libertades Civiles y Compassion & Choices han presentado en nombre de un médico y un paciente de cáncer.
Si la Fiscalía General decide no recurrir el fallo, Nuevo México podría convertirse en el quinto Estado que autoriza el suicidio asistido, esta vez por vía judicial.
"Este tribunal no puede concebir un derecho más fundamental, más propio de la esfera privada o más integral para la libertad, la seguridad y la felicidad de un ciudadano de Nuevo México que el derecho de un paciente competente, en estado terminal, a solicitar ayuda a morir", señala la sentencia.
"Si las decisiones que se toman cuando la propia muerte es inminente, respecto a cómo afrontarla tanto uno como sus seres queridos, no son fundamentales y enraizadas en las garantías constitucionales, ¿cuáles lo serán?", se preguntan los fundamentos de derecho.
La paciente demandante es Aja Riggs, de 50 años de edad, quien ha declarado a la cadena de informativos CNN que está "realmente contenta de que el tribunal haya reconocido que los pacientes terminales deben tener un margen mayor de elección en el modo de morir".
Morir en paz
Su proceso oncológico está actualmente en remisión, pero Riggs afirma que la recidiva es estadísticamente probable. "La mayoría de los americanos quieren morir en paz en casa, rodeados de sus seres queridos, y no en la agonía de un hospital. Coincido con ellos. Si mi cáncer retorna y afronto un sufrimiento intolerable, quiero tener la opción de cortarlo de raíz y morir pacíficamente en mi hogar".
Jennifer Popik, asesora legal del Centro Powell de Ética Médica, en Nuevo México, ha declarado que confía en que la Fiscalía General recurra el fallo: "Aunque el fallo se refiere a enfermos terminales, no hay nada en sus razonamientos que restrinja su aplicación a ellos. Si el Supremo estatal confirma la sentencia, a no mucho tardar veremos peticiones de familiares para que se permita la muerte de pacientes que no pueden decidir por sí mismos".
Nan Nash, juez del Segundo Distrito Judicial de Nuevo México, ha decidido que los médicos pueden prescribir fármacos letales a los pacientes terminales y que estos gozan del derecho constitucional a solicitar tal ayuda. Así lo ha hecho en la demanda que la Unión de Libertades Civiles y Compassion & Choices han presentado en nombre de un médico y un paciente de cáncer.
- Si la Fiscalía General decide no recurrir el fallo, Nuevo México se convertiría en el quinto estado en autoriza el suicidio asistido, esta vez por vía judicial
Si la Fiscalía General decide no recurrir el fallo, Nuevo México podría convertirse en el quinto Estado que autoriza el suicidio asistido, esta vez por vía judicial.
"Este tribunal no puede concebir un derecho más fundamental, más propio de la esfera privada o más integral para la libertad, la seguridad y la felicidad de un ciudadano de Nuevo México que el derecho de un paciente competente, en estado terminal, a solicitar ayuda a morir", señala la sentencia.
"Si las decisiones que se toman cuando la propia muerte es inminente, respecto a cómo afrontarla tanto uno como sus seres queridos, no son fundamentales y enraizadas en las garantías constitucionales, ¿cuáles lo serán?", se preguntan los fundamentos de derecho.
La paciente demandante es Aja Riggs, de 50 años de edad, quien ha declarado a la cadena de informativos CNN que está "realmente contenta de que el tribunal haya reconocido que los pacientes terminales deben tener un margen mayor de elección en el modo de morir".
Morir en paz
Su proceso oncológico está actualmente en remisión, pero Riggs afirma que la recidiva es estadísticamente probable. "La mayoría de los americanos quieren morir en paz en casa, rodeados de sus seres queridos, y no en la agonía de un hospital. Coincido con ellos. Si mi cáncer retorna y afronto un sufrimiento intolerable, quiero tener la opción de cortarlo de raíz y morir pacíficamente en mi hogar".
Jennifer Popik, asesora legal del Centro Powell de Ética Médica, en Nuevo México, ha declarado que confía en que la Fiscalía General recurra el fallo: "Aunque el fallo se refiere a enfermos terminales, no hay nada en sus razonamientos que restrinja su aplicación a ellos. Si el Supremo estatal confirma la sentencia, a no mucho tardar veremos peticiones de familiares para que se permita la muerte de pacientes que no pueden decidir por sí mismos".
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