MADRID, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
"La genética es importante para la comprensión de todo tipo de fenómenos biológicos", afirma el doctor William S. Kremen, profesor de psiquiatría en la Universidad de California, en San Diego, y coautor principal del estudio, junto con el doctor Anders M. Dale, profesor de radiología, neurociencia, y psiquiatría, también en la Universidad de California, en San Diego.
Según otro autor del estudio, el doctor Chi-Hua Chen, del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de California, en San Diego, "si podemos entender las bases genéticas del cerebro, podremos tener una mejor idea de cómo éste funciona, y se desarrolla -una información valiosa para mejorar, en última instancia, los tratamientos de enfermedades y trastornos".
La corteza cerebral humana, caracterizada por distintivos pliegues y fisuras, llamados surcos, tiene sólo entre 0,2 y 0,4 centímetros de grosor, pero contiene varias capas de neuronas interconectadas, cuyo papel es clave para la memoria, la atención, el lenguaje, la cognición y la conciencia.
Otros atlas han dividido el cerebro mediante citoarquitectura -según las diferencias en los tejidos o la función. Sin embargo, este nuevo mapa se basa enteramente en la información genética derivada de la resonancia magnética nuclear (RMN) de 406 gemelos adultos, que participaron en VETSA (Vietnam Era Twin Registry), un estudio longitudinal en curso sobre el envejecimiento cognitivo.
"Esperamos que este nuevo atlas nos ayude a entender los cambios relacionados con el envejecimiento en la estructura cerebral, y la función cognitiva", apunta el doctor Jonathan W. King, del Instituto Nacional Sobre el Envejecimiento.
Las correlaciones genéticas del atlas entre los diferentes puntos de la superficie cortical del cerebro de los gemelos coinciden; estas correlaciones compartidas representan la influencia genética, y revelan que las divisiones genéticas cerebrales no se corresponden con las divisiones tradicionales del cerebro, basadas en la estructura y la función.
Kremen concluye que el atlas cerebral genético puede ser especialmente útil para los científicos que trabajan con estudios genómicos de asociación, una herramienta relativamente nueva que busca variantes genéticas comunes que pueden estar asociadas con un rasgo particular, una condición concreta o una enfermedad.
Un equipo internacional de científicos,
dirigido por investigadores de la Universidad de California, en San
Diego, y la Administración de Veteranos del San Diego Healthcare System,
ha elaborado el primer atlas de la superficie del cerebro humano,
basado en la información genética. El trabajo ha sido publicado en la
revista 'Science'.
El atlas revela que la corteza cerebral se encuentra dividida
en zonas genéticas que difieren de aquellas en los mapas cerebrales
basados en la fisiología o la función -este atlas genético proporciona a
los científicos una nueva herramienta para estudiar y explicar cómo
funciona el cerebro."La genética es importante para la comprensión de todo tipo de fenómenos biológicos", afirma el doctor William S. Kremen, profesor de psiquiatría en la Universidad de California, en San Diego, y coautor principal del estudio, junto con el doctor Anders M. Dale, profesor de radiología, neurociencia, y psiquiatría, también en la Universidad de California, en San Diego.
Según otro autor del estudio, el doctor Chi-Hua Chen, del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de California, en San Diego, "si podemos entender las bases genéticas del cerebro, podremos tener una mejor idea de cómo éste funciona, y se desarrolla -una información valiosa para mejorar, en última instancia, los tratamientos de enfermedades y trastornos".
La corteza cerebral humana, caracterizada por distintivos pliegues y fisuras, llamados surcos, tiene sólo entre 0,2 y 0,4 centímetros de grosor, pero contiene varias capas de neuronas interconectadas, cuyo papel es clave para la memoria, la atención, el lenguaje, la cognición y la conciencia.
Otros atlas han dividido el cerebro mediante citoarquitectura -según las diferencias en los tejidos o la función. Sin embargo, este nuevo mapa se basa enteramente en la información genética derivada de la resonancia magnética nuclear (RMN) de 406 gemelos adultos, que participaron en VETSA (Vietnam Era Twin Registry), un estudio longitudinal en curso sobre el envejecimiento cognitivo.
"Esperamos que este nuevo atlas nos ayude a entender los cambios relacionados con el envejecimiento en la estructura cerebral, y la función cognitiva", apunta el doctor Jonathan W. King, del Instituto Nacional Sobre el Envejecimiento.
Las correlaciones genéticas del atlas entre los diferentes puntos de la superficie cortical del cerebro de los gemelos coinciden; estas correlaciones compartidas representan la influencia genética, y revelan que las divisiones genéticas cerebrales no se corresponden con las divisiones tradicionales del cerebro, basadas en la estructura y la función.
Kremen concluye que el atlas cerebral genético puede ser especialmente útil para los científicos que trabajan con estudios genómicos de asociación, una herramienta relativamente nueva que busca variantes genéticas comunes que pueden estar asociadas con un rasgo particular, una condición concreta o una enfermedad.
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