Los geriátricos de la provincia de Buenos Aires deberán
contratar servicios de emergencias médicas y permitir la intervención
del médico de cabecera que disponga el internado. También tendrán que
garantizar el derecho a la intimidad de los abuelos y de recibir
visitas. Así quedó establecido en la ley que acaba de sancionar el
Senado provincial, para ordenar la actividad de más de 3.000 hogares
sustitutos, geriátricos y asilos, públicos y privados que funcionan en
Buenos Aires.
De acuerdo con los datos del ministerio de Salud, formalmente están registrados poco más de 600. Quiere decir que casi 2.500 establecimientos funcionan sin supervisión estatal.
La propuesta, redactada por el senador Santiago Nardelli (FPV), incluye un apartado con los “derechos” de los pacientes. Se enumera: a la comunicación e información permanente, a mantener en reserva los datos personales, a entrar y salir del establecimiento, a recibir visitas y a designar un médico a su costo, si lo requiere.
Los geriátricos deberán estar dirigidos por un médico que será responsable solidario con el propietario, ante eventuales irregularidades. Están obligados a informar las condiciones de alijamiento, a mantener el estado de las instalaciones y a contratar servicios de emergencias médicas.
Hasta ahora, estos institutos se regían por un decreto de 1990 que también regula clínicas y hospitales. El director de Fiscalización del Ministerio de Salud, Eduardo Bardín, dijo a Clarín que “la situación de los geriátricos es una de las más complejas y problemáticas”. El Estado tiene actualmente sólo 25 inspectores para controlarlos.
De acuerdo con los datos del ministerio de Salud, formalmente están registrados poco más de 600. Quiere decir que casi 2.500 establecimientos funcionan sin supervisión estatal.
La propuesta, redactada por el senador Santiago Nardelli (FPV), incluye un apartado con los “derechos” de los pacientes. Se enumera: a la comunicación e información permanente, a mantener en reserva los datos personales, a entrar y salir del establecimiento, a recibir visitas y a designar un médico a su costo, si lo requiere.
Los geriátricos deberán estar dirigidos por un médico que será responsable solidario con el propietario, ante eventuales irregularidades. Están obligados a informar las condiciones de alijamiento, a mantener el estado de las instalaciones y a contratar servicios de emergencias médicas.
Hasta ahora, estos institutos se regían por un decreto de 1990 que también regula clínicas y hospitales. El director de Fiscalización del Ministerio de Salud, Eduardo Bardín, dijo a Clarín que “la situación de los geriátricos es una de las más complejas y problemáticas”. El Estado tiene actualmente sólo 25 inspectores para controlarlos.
1 comentario:
El problema fundamental de los institutos geriatricos es ECONOMICO. Si la sociedad (por si o a traves del Estado) no provee los fondos, muchos ancianos no cuentan con los recursos necesarios para abonar el costo de los servicios que no son cubiertos por obras sociales. Y por lo tanto, reciben de acuerdo a lo que pagan. Incrementar las exigencias sin atender esta cuestion, simplemente obligara a los institutos a dejar fuera de atencion a aquellos que no abonen lo necesario para poder cumplir la ley... La insuficiencia de inspectores NO ES UN ERROR. Es parte de un esfuerzo deliberado de no inspeccionar adecuadamente, porque en tal caso ALGUIEN deberia hacerse cargo de los pacientes mal atendidos porque no pueden abonar lo necesario.
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