Fuente:Terra argentina
Costa Rica no alcanzaría a dictar dentro del nuevo plazo concedido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que vence el 31 de mayo, una ley que autorice la fecundación in vitro en el único país americano que prohíbe esta técnica médica, dijeron diputados.
Dos representantes, al participar en un debate sobre el proyecto de fecundación in vitro el miércoles en la noche, admitieron que las vacaciones de Semana Santa (una semana) y las ceremonias de inicio del nuevo año legislativo, el 1 de mayo, reducirán el tiempo de discusión de un tema polémico en el país.
"Se viene la Semana Santa y un nuevo año legislativo, lo cual complica el avance en la discusión, sin tomar en cuenta que el plan no está en los primeros lugares de la agenda", dijo la diputada opositora María Eugenia Venegas, al advertir que nuevamente el país incumpliría el plazo otorgado por la CIDH.
La CIDH, con sede en Washington, prorrogó hasta el 31 de mayo el plazo para que el país elimine la prohibición a la fecundación in vitro, luego de que San José no cumpliera el plazo original, el 23 de febrero pasado.
La Comisión Interamericana tomó cartas en el asunto al acoger reclamos de parejas costarricenses que deseaban tener hijos y que no podían hacerlo debido a la prohibición, que fue introducida el año 2000 por presiones de la Iglesia Católica, que es oficial en Costa Rica.
Debido a los cuestionamientos de la CIDH, la presidenta Laura Chinchilla envió en octubre un proyecto de ley destinado a levantar la prohibición, pero el Congreso tiene tradición de tomarse mucho tiempo en todas las leyes importantes o polémicas.
Un grupo de diputados opositores presentó el martes al Congreso un proyecto alternativo al del gobierno, pero este plan también ha recibido críticas, lo que augura que el debate se prolongará.
El nuevo proyecto "arrastra las mismas fallas y errores de la iniciativa original", criticó el legislador opositor Carlos Avendaño, quien participó con su colega Venegas en el debate organizado por el diario La Nación, en el que cualquier ciudadano pudo hacer preguntas por internet a los dos diputados.
Si Costa Rica no levanta la prohibición, la CIDH elevaría el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en San José. Tal posibilidad no agrada a un país que se jacta de respetar las garantías individuales y de ser la democracia más antigua y estable de Centroamérica.
El proyecto de Chinchilla ha sido cuestionado también por la oficina del ombudsman (defensor de los derechos humanos) costarricense, que alega que "violenta derechos de mujeres", y por el papa Benedicto XVI, que pidió a la presidenta en diciembre que desista de esta iniciativa.
Benedicto XVI pidió a Chinchilla, quien es una católica devota, que no legalice esta técnica médica para "no violar el derecho de nacer con leyes que legitimen la fecundación in vitro y el aborto".
Un sondeo reveló en diciembre que el 47% de los costarricenses aprueba este método de fecundación asistida, contra el 33% que lo rechaza.
Costa Rica no alcanzaría a dictar dentro del nuevo plazo concedido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que vence el 31 de mayo, una ley que autorice la fecundación in vitro en el único país americano que prohíbe esta técnica médica, dijeron diputados.
Dos representantes, al participar en un debate sobre el proyecto de fecundación in vitro el miércoles en la noche, admitieron que las vacaciones de Semana Santa (una semana) y las ceremonias de inicio del nuevo año legislativo, el 1 de mayo, reducirán el tiempo de discusión de un tema polémico en el país.
"Se viene la Semana Santa y un nuevo año legislativo, lo cual complica el avance en la discusión, sin tomar en cuenta que el plan no está en los primeros lugares de la agenda", dijo la diputada opositora María Eugenia Venegas, al advertir que nuevamente el país incumpliría el plazo otorgado por la CIDH.
La CIDH, con sede en Washington, prorrogó hasta el 31 de mayo el plazo para que el país elimine la prohibición a la fecundación in vitro, luego de que San José no cumpliera el plazo original, el 23 de febrero pasado.
La Comisión Interamericana tomó cartas en el asunto al acoger reclamos de parejas costarricenses que deseaban tener hijos y que no podían hacerlo debido a la prohibición, que fue introducida el año 2000 por presiones de la Iglesia Católica, que es oficial en Costa Rica.
Debido a los cuestionamientos de la CIDH, la presidenta Laura Chinchilla envió en octubre un proyecto de ley destinado a levantar la prohibición, pero el Congreso tiene tradición de tomarse mucho tiempo en todas las leyes importantes o polémicas.
Un grupo de diputados opositores presentó el martes al Congreso un proyecto alternativo al del gobierno, pero este plan también ha recibido críticas, lo que augura que el debate se prolongará.
El nuevo proyecto "arrastra las mismas fallas y errores de la iniciativa original", criticó el legislador opositor Carlos Avendaño, quien participó con su colega Venegas en el debate organizado por el diario La Nación, en el que cualquier ciudadano pudo hacer preguntas por internet a los dos diputados.
Si Costa Rica no levanta la prohibición, la CIDH elevaría el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en San José. Tal posibilidad no agrada a un país que se jacta de respetar las garantías individuales y de ser la democracia más antigua y estable de Centroamérica.
El proyecto de Chinchilla ha sido cuestionado también por la oficina del ombudsman (defensor de los derechos humanos) costarricense, que alega que "violenta derechos de mujeres", y por el papa Benedicto XVI, que pidió a la presidenta en diciembre que desista de esta iniciativa.
Benedicto XVI pidió a Chinchilla, quien es una católica devota, que no legalice esta técnica médica para "no violar el derecho de nacer con leyes que legitimen la fecundación in vitro y el aborto".
Un sondeo reveló en diciembre que el 47% de los costarricenses aprueba este método de fecundación asistida, contra el 33% que lo rechaza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario