Fuente: clarin.com
“Por ahora no aceptamos monotributistas ni personal doméstico. Tenemos el cupo completo”.
“Momentáneamente, por problemas en el sistema, no tomamos monotributistas”.
“Estamos de refacciones, llame en un mes”.
De acuerdo a lo que informaron a Clarín por numerosos lectores, así contestaron al pedido de afiliación en una decena de obras sociales que, según el listado de la Superintendencia de Salud, están obligadas a brindar los servicios médicos a esos sectores. Entre monotributistas y personal doméstico aportan al sistema 1.300.000 personas.
Sabiendo que eso está pasando, desde la Superintendencia –el organismo que supervisa el sistema– le dijeron a este diario que todo monotributista o empleada doméstica que no sea aceptado por una obra social debe dirigirse a la sede central –Avda. Roque Sáenz Peña 530 (Diagonal Norte y Rivadavia)– o a las delegaciones de la Superintendencia de Servicios de Salud donde por oficio se realizarán las afiliaciones o traspasos correspondientes. Y, al mismo tiempo, se le iniciará un sumario a la obra social por rechazar afiliaciones o traspasos, algo que está prohibido por legislación de la Seguridad Social.
La Superintendencia aclaró que eso abarca a los monotributistas independientes promovidos, monotributistas sociales, monotributistas sociales del Programa Ingreso Social con Trabajo, monotributistas sociales para la Agricultura Familiar y personal doméstico. Y que pueden elegir libremente cualquiera de las obras sociales inscriptas en la Superintendencia de Servicios de Salud.
Sin desconocer la importancia de esta decisión, la gente es renuente a recurrir a este mecanismo “de oficio” con un argumento elemental: “ Prefiero no estar afiliado a una obra social que me rechaza o que me tiene que afiliar por la fuerza o por estar denunciada. No quiero imaginarme cómo me van a atender cuando requiera los servicios médicos”.
La práctica de rechazar determinado tipo de afiliaciones se la conoce como “selección adversa”.
En materia de salud, esto consiste en evitar que adhieran a una determinada entidad afiliados de aportes bajos o que requieran mucha atención médica .
La cuota mensual de salud del personal doméstico es de $ 60 por mes y de los monotributistas, de $ 70. En cambio, el aporte medio total de un empleado en relación de dependencia soltero ronda los $ 200 mensuales o mucho más, según el sueldo. Y, aunque el aporte es diferenciado, todos los afiliados deben recibir los mismos servicios médicos del Programa Médico Obligatorio (PMO).
Entonces, aunque están obligadas a inscribirlos, buena parte de las obras sociales inventan excusas , como las del cupo o que “se cayó el sistema”, para evitar las afiliaciones de esa franja de trabajadores.
En la Superintendencia prometen sanciones y hasta dar de baja a las obras sociales que rechacen afiliaciones. Veremos.
“Por ahora no aceptamos monotributistas ni personal doméstico. Tenemos el cupo completo”.
“Momentáneamente, por problemas en el sistema, no tomamos monotributistas”.
“Estamos de refacciones, llame en un mes”.
De acuerdo a lo que informaron a Clarín por numerosos lectores, así contestaron al pedido de afiliación en una decena de obras sociales que, según el listado de la Superintendencia de Salud, están obligadas a brindar los servicios médicos a esos sectores. Entre monotributistas y personal doméstico aportan al sistema 1.300.000 personas.
Sabiendo que eso está pasando, desde la Superintendencia –el organismo que supervisa el sistema– le dijeron a este diario que todo monotributista o empleada doméstica que no sea aceptado por una obra social debe dirigirse a la sede central –Avda. Roque Sáenz Peña 530 (Diagonal Norte y Rivadavia)– o a las delegaciones de la Superintendencia de Servicios de Salud donde por oficio se realizarán las afiliaciones o traspasos correspondientes. Y, al mismo tiempo, se le iniciará un sumario a la obra social por rechazar afiliaciones o traspasos, algo que está prohibido por legislación de la Seguridad Social.
La Superintendencia aclaró que eso abarca a los monotributistas independientes promovidos, monotributistas sociales, monotributistas sociales del Programa Ingreso Social con Trabajo, monotributistas sociales para la Agricultura Familiar y personal doméstico. Y que pueden elegir libremente cualquiera de las obras sociales inscriptas en la Superintendencia de Servicios de Salud.
Sin desconocer la importancia de esta decisión, la gente es renuente a recurrir a este mecanismo “de oficio” con un argumento elemental: “ Prefiero no estar afiliado a una obra social que me rechaza o que me tiene que afiliar por la fuerza o por estar denunciada. No quiero imaginarme cómo me van a atender cuando requiera los servicios médicos”.
La práctica de rechazar determinado tipo de afiliaciones se la conoce como “selección adversa”.
En materia de salud, esto consiste en evitar que adhieran a una determinada entidad afiliados de aportes bajos o que requieran mucha atención médica .
La cuota mensual de salud del personal doméstico es de $ 60 por mes y de los monotributistas, de $ 70. En cambio, el aporte medio total de un empleado en relación de dependencia soltero ronda los $ 200 mensuales o mucho más, según el sueldo. Y, aunque el aporte es diferenciado, todos los afiliados deben recibir los mismos servicios médicos del Programa Médico Obligatorio (PMO).
Entonces, aunque están obligadas a inscribirlos, buena parte de las obras sociales inventan excusas , como las del cupo o que “se cayó el sistema”, para evitar las afiliaciones de esa franja de trabajadores.
En la Superintendencia prometen sanciones y hasta dar de baja a las obras sociales que rechacen afiliaciones. Veremos.
Derechos
Todos
los monotributistas y el personal doméstico, con sus grupos familiares
primarios, acceden a la cobertura de salud desde el inicio de su
actividad. En forma inmediata, a todas las prestaciones a nivel
ambulatorio y de emergencias médicas del Programa Médico Obligatorio
(PMO). En tanto, a partir de los 6 meses reciben las prestaciones de
alta complejidad, comotrasplantes, prótesis o medicamentos para HIV.
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