MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
Una mejor coordinación del sistema sanitario de cada comunidad autónoma salvaría cada año a mil personas que sufrieran un infarto agudo de miocardio (IAM), según lo han explicado los expertos reunidos este miércoles en una rueda de prensa organizada por la Sociedad Española de Cardiología (SEC) para presentar las últimas novedades en el tratamiento del IAM en España.
"La coordinación en red de la atención sanitaria resulta fundamental para aumentar la supervivencia tras un infarto agudo de miocardio. Se trata de una cuestión organizativa de cada comunidad autónoma, no de cuestiones económicas, falta planificación sanitaria para tratar a estos pacientes", según ha explicado el secretario de la sección de Cardiopatía Isquémica y Unidades Coronarias de la SEC, el doctor Antonio Fernández Ortiz.
En este sentido, la velocidad de respuesta es clave en esta patología que afecta a 70.000 españoles cada año de los cuales 40.000 llegan vivos al hospital, pero, aún así, un 15 por ciento de estos últimos no logra sobrevivir. En palabras del presidente de la SEC, el doctor Carlos Macaya, "es muy importante el tiempo por lo que en el momento en el que el propio individuo o los familiares crean que puede ser un infarto, por ese dolor intenso, deben ponerse en contacto con los servicios de urgencias extrahospitalarios para que le diagnostiquen cuanto antes".
Tal es la importancia del tiempo que si el paciente logra ser intervenido con una angioplastia primaria en el tiempo adecuado, sus posibilidades de supervivencia son del 95 por ciento. "Si pasan más de 90 ó 120 minutos, se pierden los beneficios de la angioplastia porque todas las células relacionadas con la arteria ocluida se habrán muerto y el infarto se habrá completado", explica Macaya.
Si se logra coordinar bien el sistema sanitario, desde los sistemas de emergencias médicas, los servicios de urgencias hospitalarios y extrahospitalarios, las unidades coronarias y de vigilancia intensiva, hasta los cardiólogos y los cardiólogos intervencionistas, el paciente podría llegar a tiempo para que le sea practicada esta técnica. Por el contrario, si no se dispone de este tratamiento, la persona infartada deberá ser tratada con fibrinólisis (administración intravenosa de trombolíticos), reduciendo así la eficacia un 35 por ciento y aumentando el riesgo de hemorragias importantes.
Por el contrario, la Comunidad Valenciana es la comunidad en la que menos angioplastias por millón de habitantes se realizaron en 2010, con 122, seguida de Asturias, Andalucía y Aragón.
Para remediar esta variabilidad, los cardiólogos han presentado durante la rueda de prensa la iniciativa 'Stent for life', promovida desde la European Society of Cardiology (ESC) y respaldada por la SEC, que pretende dar acceso a la angioplastia primaria al mayor número de pacientes mediante la implantación de programas de reperfusión en red para el tratamiento del infarto agudo de miocardio.
Los expertos son conscientes de las barreras con las que cuenta España para tratar a estos pacientes con equidad, entre las que han destacado el hecho de que se cuente con 17 modelos de sistema sanitario distintos, la falta de educación de los servicios médicos y de la población sobre esta enfermedad, la escasez de presupuesto o la inexistencia de un "código infarto" que iguale el tratamiento del IAM en todas las comunidades.
Por ello, aseguran que "es muy importante que todas las comunidades autónomas cuenten con una estructura que permita a los pacientes con IAM tener acceso a una angioplastia primaria practicada de manera temprana, pues la experiencia muestra (tomando como ejemplo el caso de Cataluña) que un programa de reperfusión en red puede rebajar un 5 por ciento en valor absoluto los casos de mortalidad en personas que han sufrido un infarto, lo que supondría, a nivel estatal, 972 vidas salvadas cada año".
Pese a todo, según los datos del Registro Nacional de Actividad en Cardiología Intervencionista, España ha aumentado en un 79,2 por ciento el número de angioplastias primarias realizadas en los últimos diez años, pasando de 2.149 en 2000 a 10.339 en 2010.
Una mejor coordinación del sistema sanitario de cada comunidad autónoma salvaría cada año a mil personas que sufrieran un infarto agudo de miocardio (IAM), según lo han explicado los expertos reunidos este miércoles en una rueda de prensa organizada por la Sociedad Española de Cardiología (SEC) para presentar las últimas novedades en el tratamiento del IAM en España.
"La coordinación en red de la atención sanitaria resulta fundamental para aumentar la supervivencia tras un infarto agudo de miocardio. Se trata de una cuestión organizativa de cada comunidad autónoma, no de cuestiones económicas, falta planificación sanitaria para tratar a estos pacientes", según ha explicado el secretario de la sección de Cardiopatía Isquémica y Unidades Coronarias de la SEC, el doctor Antonio Fernández Ortiz.
En este sentido, la velocidad de respuesta es clave en esta patología que afecta a 70.000 españoles cada año de los cuales 40.000 llegan vivos al hospital, pero, aún así, un 15 por ciento de estos últimos no logra sobrevivir. En palabras del presidente de la SEC, el doctor Carlos Macaya, "es muy importante el tiempo por lo que en el momento en el que el propio individuo o los familiares crean que puede ser un infarto, por ese dolor intenso, deben ponerse en contacto con los servicios de urgencias extrahospitalarios para que le diagnostiquen cuanto antes".
Tal es la importancia del tiempo que si el paciente logra ser intervenido con una angioplastia primaria en el tiempo adecuado, sus posibilidades de supervivencia son del 95 por ciento. "Si pasan más de 90 ó 120 minutos, se pierden los beneficios de la angioplastia porque todas las células relacionadas con la arteria ocluida se habrán muerto y el infarto se habrá completado", explica Macaya.
ANGIOPLASTIA PRIMARIA, LA MEJOR RESPUESTA
La angioplastia primaria es la técnica más recomendada para el
tratamiento del infarto agudo de miocardio, siempre que se realice en
las condiciones adecuadas y con rapidez. Esta técnica trata la
obstrucción de la arteria coronaria mediante la aspiración del trombo y
la implantación de un 'stent' (una especie de malla metálica) que
resuelve la estrechez subyacente. Si se logra coordinar bien el sistema sanitario, desde los sistemas de emergencias médicas, los servicios de urgencias hospitalarios y extrahospitalarios, las unidades coronarias y de vigilancia intensiva, hasta los cardiólogos y los cardiólogos intervencionistas, el paciente podría llegar a tiempo para que le sea practicada esta técnica. Por el contrario, si no se dispone de este tratamiento, la persona infartada deberá ser tratada con fibrinólisis (administración intravenosa de trombolíticos), reduciendo así la eficacia un 35 por ciento y aumentando el riesgo de hemorragias importantes.
EQUIDAD EN EL TRATAMIENTO DEL IAM EN LAS DISTINTAS COMUNIDADES
Los doctores han destacado la enorme variabilidad que existe entre
las diferentes comunidades autónomas españolas en cuanto al acceso a la
angioplastia primaria. Tanto es así que, aquellas que ya cuentan con
una red asistencial establecida para el tratamiento del IAM, como
son Navarra, Murcia, Galicia, Cataluña y Baleares, presentan una mejor
respuesta y han conseguido llevar a cabo, cada una de ellas, más de 300
intervenciones por millón de habitantes en el último año, llegando a las
410 en el caso de Navarra.Por el contrario, la Comunidad Valenciana es la comunidad en la que menos angioplastias por millón de habitantes se realizaron en 2010, con 122, seguida de Asturias, Andalucía y Aragón.
Para remediar esta variabilidad, los cardiólogos han presentado durante la rueda de prensa la iniciativa 'Stent for life', promovida desde la European Society of Cardiology (ESC) y respaldada por la SEC, que pretende dar acceso a la angioplastia primaria al mayor número de pacientes mediante la implantación de programas de reperfusión en red para el tratamiento del infarto agudo de miocardio.
Los expertos son conscientes de las barreras con las que cuenta España para tratar a estos pacientes con equidad, entre las que han destacado el hecho de que se cuente con 17 modelos de sistema sanitario distintos, la falta de educación de los servicios médicos y de la población sobre esta enfermedad, la escasez de presupuesto o la inexistencia de un "código infarto" que iguale el tratamiento del IAM en todas las comunidades.
Por ello, aseguran que "es muy importante que todas las comunidades autónomas cuenten con una estructura que permita a los pacientes con IAM tener acceso a una angioplastia primaria practicada de manera temprana, pues la experiencia muestra (tomando como ejemplo el caso de Cataluña) que un programa de reperfusión en red puede rebajar un 5 por ciento en valor absoluto los casos de mortalidad en personas que han sufrido un infarto, lo que supondría, a nivel estatal, 972 vidas salvadas cada año".
Pese a todo, según los datos del Registro Nacional de Actividad en Cardiología Intervencionista, España ha aumentado en un 79,2 por ciento el número de angioplastias primarias realizadas en los últimos diez años, pasando de 2.149 en 2000 a 10.339 en 2010.
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