Fuente: www.forumlibertas.com
Julián García Rafanell
Existe
un debate que fascina a muchos bioéticos, juristas y teólogos en el que
se plantea si un embrión de menos de 14 días es un ser pre-personal o
no.
El concepto de que un embrión de menos de 14 días podría considerarse “no persona” alienta y condiciona la postura “oficial” que legisla sobre la reproducción asistida y la experimentación en embriones humanos.
La
posición a favor de esta teoría se basa en una “verdad” científica “no
demostrada”, según la cual, en el caso de gemelos monocigóticos, estos
se originarían a partir de la división del embrión (mejor dicho en este
caso pre-embrión) durante los primeros 14 días de la fecundación.
Por
tanto, si un embrión de menos de 14 días puede dar lugar a dos
embriones (los gemelos), estos embriones serían los seres personales y
no el embrión original, o mejor dicho el pre-embrión, que sería, en
consecuencia, un ser pre-personal. En efecto, si la persona es un ser
único e irrepetible creado por Dios, no sería posible que una persona
(el embrión de menos de 14 días) pudiera dar lugar a dos personas (los
gemelos monocigóticos) y ante esta posibilidad “técnica” no se
podría considerar nunca que un embrión de menos de 14 días pudiera ser
definido ya como un ser personal, con la dignidad intrínseca que dicha
condición supone.
Sin embargo la “verdad
científica” que este proceso ocurra dentro de los primeros 14 días de
la fecundación es una mera conjetura no demostrada científicamente. Esta
es, al menos, la tesis del doctor Gonzalo Herranz, catedrático de
Anatomía Patológica, y Profesor Honorario del Departamento de
Humanidades Biomédicas de la Universidad de Navarra. Tesis que ha defendido
en una lección magistral dada recientemente en ocasión de la clausura
de la V Edición del Master en Bioética de la citada Universidad (Diario Médico, 19 de Julio 2011).
Durante
tres años, el doctor Herranz se ha dedicado exhaustivamente a
investigar la solidez científica de la teoría de los 14 días para llegar
a la conclusión que se trata de una mera hipótesis que lanzó en su
origen G.W.Corner en 1922 y que sumisamente se ha ido aceptando hasta
nuestros días sin una investigación rigurosa que la sustente. En su
conferencia puso de manifiesto que, este modelo, el mismo Corner
ya en la década de los cincuenta lo consideraba como artificial y
especulativo. Ha transcurrido más de medio siglo y nadie lo ha
modificado o intentado poner en cuestión
El
profesor Herranz también se pregunta ¿porqué no se ha investigado la
posibilidad que la gemelación se dé en el primer momento, en la primera
división del zigoto? Ello resolvería muchos problemas ontológicos.
Fe
y Razón, o Fe y Ciencia se mueven en ámbitos distintos pero
complementarios y nunca pueden ser contradictorios si lo contemplamos
bajo el prisma de verdadera Fe y verdadera Ciencia.
Sin
negar ni dejar de reconocer la relevancia de cualquier descubrimiento
tras aplicación rigurosa del método científico que pueda iluminar el
pensamiento teológico, el concepto establecido de que el “ser personal”
con su plena dignidad ya está presente desde el primer momento de la
concepción continua siendo válido y no existe, por el momento, ningún
descubrimiento científico contrastado que pueda modificar esta
concepción.
Como
concluye el Profesor Herranz “no podemos aceptar el modelo de Corner
para apoyar la tremenda afirmación que el embrión de menos de 14 días
está desnudo de dignidad y se trataría de un ser pre-personal, que lo
mantendría en el limbo de inferioridad ética y así poder manipularlo impunemente .Esta es una inferencia despótica”.
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