Fuente: medynet.com
La misión de la Organización
Panamericana de la Salud (OPS) no ha variado prácticamente
desde su constitución oficial en diciembre de 1902. Su
razón de ser radica, principalmente, en ayudar a que
los países del continente americano colaboren para combatir
las enfermedades, prolongar la vida y promover el bienestar
físico y mental de las personas que lo habitan. Actualmente,
y tras 100 años de existencia, siendo así la organización
de salud pública más antigua del mundo, la OPS
debe hacer frente casi a diario a las innumerables amenazas
para la salud de los pueblos a los que representa. |
La Organización Panamericana de la Salud, conocida mundialmente con las siglas OPS, ha celebrado durante todo este año su primer centenario, cuyos actos conmemorativos concluyeron el pasado dos de diciembre. Justo 100 años antes, el 2 de diciembre de 1902, este organismo iniciaba sus actividades, con apenas 5.000 dólares en su caja, sin local propio y siete funcionarios en nómina. Sin embargo, logró subsistir, convirtiéndose, de esta forma en la entidad sanitaria internacional más antigua del mundo. Pese a sus tímidos inicios, en la actualidad la OPS se erige, desde sus oficinas de Washington, con 35 países miembros y un presupuesto cercano a los 128 millones de dólares, como uno de los organismos internacionales de mayor prestigio e influencia, que ha logrado en este primer centenario de vida mejorar los estándares de salud de todo el continente americano.
La OPS está compuesta por científicos y técnicos expertos, quienes, bien desde la sede, en las oficinas representativas en 27 países o en sus nueve centros científicos, trabajan con todos los gobiernos del continente americano, incluyendo el área del Caribe, en programas de salud. Está formada por 35 países americanos, a excepción de Puerto Rico, que actúa en calidad de Estado asociado. Entre los miembros participantes de Europa figuran Francia, Gran Bretaña y Holanda, mientras que España y Portugal ejercen de Estados observadores.
La misión esencial de la Organización es brindar cooperación técnica a los países miembros y estimular la cooperación entre ellos, bajo el lema 'Salud para todos y por todos' que reza desde sus inicios. La OPS promueve, principalmente, estrategias de Atención Primaria dirigidas a las personas integradas en sus comunidades, y para extender los servicios de salud equitativamente a todos los individuos. Asimismo, presta ayuda a los distintos Estados para combatir enfermedades clásicas reemergentes tales como el cólera, el dengue, la tuberculosis, y otras nuevas como el sida.
Este organismo presta particular importancia a brindar a los grupos más débiles el acceso igualitario a la atención de salud de calidad, entre los que se encuentran niños, ancianos, refugiados y personas desplazadas. La OPS tiene en marcha, en este sentido, iniciativas concretas con el fin de procurar dar a las poblaciones vulnerables un acceso equitativo al agua potable de mejor calidad y al saneamiento adecuado. Otras estrategias van encaminadas, por ejemplo, a reducir la perniciosa inequidad por razón de sexo, mediante la reducción del abuso doméstico y el suministro de información sobre salud reproductiva.
Constitución de la Organización
Pero, ¿cómo nació la OPS? ¿A cuándo se remontan sus orígenes más directos? Aunque su constitución formal lleva por fecha el 2 de diciembre de 1902, lo cierto es que esta organización comenzó a gestarse a finales del siglo XIX, una vez que se empezó a pensar en la manera de combatir las epidemias que saltaban de un país a otro a raíz del aumento del intercambio comercial mediante el movimiento marítimo. De hecho, el germen de la Organización Panamericana de la Salud se encuentra en una epidemia de fiebre amarilla que en 1870 azotó a los países de Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina y que, en apenas ocho años, logró propagarse a Estados Unidos, donde provocó más de 20.000 muertes a lo largo del Río Missisipi.
El 2 de diciembre de 1902 este organismo inició su andadura con 5.000 dólares en su caja y siete funcionarios en nómina |
Precisamente, en la segunda conferencia de la OEA celebrada en México en octubre de 1901 se recomendó convocar una 'Convención general de los representantes de las oficinas de salubridad de las Repúblicas americanas' para formular acuerdos y disposiciones sanitarias y celebrar periódicamente convenciones de salud. Se designaría, a su vez, una junta ejecutiva de cinco miembros, de la que se denominaría 'Oficina Sanitaria Internacional' (la base de la actual OPS), que tendría su sede en Washington. Es así como se lleva a cabo la primera Convención Sanitaria Internacional de las Repúblicas Americanas del 2 al 5 de diciembre de 1902, con la participación de representantes de 11 países, en la que se decidió constituir la referida oficina, la cual estuvo integrada, en un principio, por siete personas, y presidida por el doctor Walter Wyman. La reunión tuvo lugar en el Hotel Willard, en Washington, D.C., asistiendo a su celebración el entonces presidente estadounidense Theodore Roosevelt.
En un principio las funciones principales de la OPS eran la recopilación de estadísticas de salud, investigación y control de brotes de las denominadas 'enfermedades pestilentes', además de la protección de la salud pública de los países. Uno de los programas prioritarios fue la eliminación de mosquitos para evitar la transmisión de la fiebre amarilla.
El centenario, paso a paso
Hubo que esperar, sin embargo, hasta 1924, para que la OPS comenzara a funcionar con una verdadera entidad internacional. Fue durante una conferencia mundial celebrada en La Habana (Cuba), en el marco de la firma del Código Sanitario Pan Americano, ratificado por 21 gobiernos del continente, cuando se asignó a la organización funciones de agencia coordinadora central para actividades internacionales de salud. La Oficina Sanitaria se transformó entonces en el brazo ejecutivo de la Organización Sanitaria Panamericana, con una Constitución aprobada por su Consejo Directivo el año siguiente en Buenos Aires.
La labor de los nueve centros científicos y técnicos de la Organización Panamericana de la Salud Los nueve centros científicos y técnicos con los que cuenta, en la actualidad, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) abordan temas de notable importancia para la Salud Pública de la región de las Américas, según información ofrecida por la propia OPS; reúnen y coordinan esfuerzos que contribuyen al fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica, al ahorro de recursos y a la mejor distribución de la cooperación técnica entre los países. Uno de los centros especializados de la OPS es el Centro Latinoamericano y del Caribe para Información en Ciencias de la Salud (BIREME), con sede en São Paulo, Brasil, establecido en colaboración con el Ministerio de Salud, el de Educación, la Secretaría da Salud del Estado de São Paulo y la Universidad Federal de esta ciudad. El objetivo de BIREME es la promoción de la cooperación técnica en información científico técnica en temas de salud con y entre los países de América Latina y el Caribe, para desarrollar los medios y las capacidades para proporcionar acceso inmediato y equitativo a este tipo de información actualizada, y asequible para los distintos países. El Centro de Epidemiología del Caribe, CAREC, con sede en Puerto España, Trinidad, se creó para mejorar la salud de los pueblos del Caribe, al brindar cooperación técnica, servicios, entrenamiento, investigación y un personal altamente cualificado para impulsar el desarrollo en las áreas de epidemiología, tecnología de laboratorio y otras disciplinas de salud pública relacionadas. Otro centro de la OPS ubicado en el Caribe es el Instituto de Alimentación y Nutrición del Caribe (CFNI) con sede en Kingston, Jamaica, y coordina los esfuerzos de esa región relacionados con la alimentación, la higiene alimentaria, en especial vinculada al turismo, entre otros temas. El CEPIS, Centro Panamericano de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente está ubicado en Lima, Perú, y se encarga de cooperar con los países de las Américas en la evaluación y el control de los factores ambientales de riesgo que, directa o indirectamente, afectan la salud de sus poblaciones. La cooperación del CEPIS se manifiesta en la diseminación de información, la formación de especialistas y las asesorías técnicas directas. Mediante estas modalidades de trabajo se fomentan programas y proyectos que refuerzan la cooperación de la OPS con los gobiernos y se ejecutan investigaciones aplicadas al ambiente. Se da especial atención al desarrollo de tecnologías apropiadas, orientadas a las áreas rurales y urbano marginales; el desarrollo de estas tecnologías contempla su aplicación dentro de enfoques que hagan posible la autosustentabilidad de las soluciones propuestas. El Centro Latinoamericano de Perinatología y Desarrollo Humano (CLAP) establecido en el Hospital Clínicas de Montevideo, Uruguay, contribuye a mejorar la salud materno-infantil, cooperando con los países en la identificación y solución de los principales problemas perinatales (obstétricos y neonatales) y pediátricos de la región. Para ello se apoya en la docencia, la investigación, la difusión y la cooperación técnica. El Centro tiene una biblioteca especializada en salud perinatal, un área de desarrollo de sistemas informáticos y unidades para la producción de material audiovisual y para edición libros y producción de tecnologías. El Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP) es la institución centroamericana especializada en el campo de la alimentación y la nutrición, con presencia vigente y dinámica en el contexto de la integración centroamericana, con liderazgo científico y técnico para la promoción de la seguridad alimentaria y nutricional como estrategia para el desarrollo de las poblaciones de los países que lo forman: Belice, Costa Rica, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá y Guatemala, en cuya capital está la sede del centro. En la actualidad, el Instituto también colabora con la República Dominicana. El Instituto Panamericano de Protección de Alimentos y Zoonosis, (INPPAZ) tiene su sede en Buenos Aires, Argentina, y se dedica a brindar colaboración técnica para asegurar la inocuidad de los alimentos en la región, centrada en la vigilancia de las enfermedades transmitidas por los alimentos, así como a las que se propagan por vectores animales. Para estos propósitos, buena parte del trabajo se ha dedicado al fortalecimiento de los servicios de inspección de los alimentos. Debido a la seria amenaza que la fiebre aftosa representa para los países de la región, la OPS creó el Centro Panamericano de Fiebre Aftosa (PANAFTOSA) en Río de Janeiro, Brasil. La misión del centro es cooperar con los países afectados por la fiebre aftosa en la organización, desarrollo y fortalecimiento de los programas nacionales y regionales para la erradicación de la dolencia y apoyar a los países libres en la promoción de sistemas de prevención. Por otra parte, pretende ayudar al desarrollo y fortalecimiento de los programas de control y erradicación de las zoonosis, como la rabia y la brucelosis, de impacto en la salud humana y en la producción animal. Por último, el Programa Regional de Bioética de la OPS fue establecido en Santiago de Chile, mediante un convenio con el Gobierno y la Universidad de Chile. Es un organismo técnico integrado que colabora con entidades públicas y privadas en el desarrollo y la aplicación de conceptos y procedimientos para la sustentabilidad ética de decisiones relativas a la investigación científica, la capacitación técnica, la formación profesional y el cuidado de la salud. --------------------------------- Fuente: OPS |
Pese a la depresión económica de los años 30 y el estallido de la Segunda Guerra Mundial, a fines de esa década, los problemas de salud de los países americanos siguieron centrando la atención de la OPS. Como resultado de las investigaciones y desarrollo durante la guerra, se aplicaron nuevas técnicas y recursos a la prevención de enfermedades.
Terminada la convulsión de la Segunda Guerra Mundial, la OPS recibió un importante impulso. Hubo un aumento considerable en su presupuesto, por lo que fue posible establecer oficinas fuera de la sede en los países con profesionales especializados en distintos campos de Salud Pública. También se crearon centros de investigación. En 1949, la OPS se convirtió en la Oficina Regional para Las Américas de la Organización Mundial de la Salud (0MS), un organismo especializado de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Luego, en 1950, se firmó un acuerdo con la OEA mediante el cual la OPS se convertiría en organismo especializado en salud para Las Américas.
Además, en la década de los 50, se comenzó a dar atención especial a los programas de erradicación de malaria, viruela y del mosquito Aedes aegypti. Finalmente, en 1958, la XV Conferencia Sanitaria Panamericana (San Juan, Puerto Rico) cambió el nombre de Organización Sanitaria Pan Americana (Pan American Sanitary Organization) al actual de Organización Panamericana de la Salud, OPS (Pan American Health Organization, PAHO).
Pero si en sus inicios, las funciones de la OPS se centraron en investigación y estadísticas casi de forma exclusiva, con el tiempo su actividad central se fue ampliando. En 1929, la OPS comenzó a traducir y distribuir la publicación Control of Communicable Diseases Manual (Control de las enfermedades transmisibles), que ya ha llegado a su edición número 17. Además, también editó y continúa haciéndolo publicaciones científicas, manuales de normas y de difusión de diferentes aspectos de la Salud Pública, indicadores básicos de salud de los países, como así también las actas, recomendaciones y resoluciones de reuniones representativas de los países miembros, que conciernen a problemas de salud humana y animal.
La OPS, en la actualidad
Desde su sede en Washingtong, D.C., y bajo la dirección general del doctor A.O. Alleyne, de Barbados, la OPS dirige los esfuerzos científicos y técnicos de los expertos que en ella trabajan. Los 35 países miembros de esta organización son: Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dominica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Saint Kitts y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Suriname, Trinidad y Tabago, Uruguay y Venezuela. Los gobiernos participantes son: Francia, los Países Bajos y el Reino Unido de Gran Bretaña. Puerto Rico es miembro asociado y Portugal y España son observadores.
El presupuesto anual de la OPS para sus programas principales asciende a, aproximadamente, 128 millones de dólares. De esta cantidad, la Organización Mundial de la Salud aporta alrededor de 39 millones de dólares. Los restantes 89 millones proceden de las contribuciones de los Gobiernos miembros de la OPS. Por otra parte, las contribuciones voluntarias de la comunidad internacional suman más de 100 millones de dólares al año.
Los logros y los nuevos retos
En sus 100 años de existencia, muchos han sido los logros obtenidos por la Organización Panamericana de la Salud. Uno de sus principales hitos ha sido el control y la erradicación de varias enfermedades transmisibles en el hombre, así como de otras de importancia zoonótica. Desde el botulismo, a la difteria, pasando por el cólera, dengue, Chagas o la poliomielitis. Ni que decir de la viruela, cuya erradicación mundial es responsabilidad casi directa de la OPS, que en 1949 puso en marcha un programa pionero de vacunación infantil, mediante una vacuna liofilizada que estableció las bases para que en 1978 dicha enfermedad lograra desaparecer de la faz de la tierra. También estableció las condiciones para la eliminación de otras enfermedades, como la poliomielitis (que desapareció de América en 1994) y el sarampión, actualmente en vías de extinción.
Entre los retos de la Organización para este nuevo siglo se encuentran el sida y el resurgimiento de viejas epidemias que se consideraban controladas |
mentará en el futuro. Además, casi un millón de personas mueren en el continente americano a consecuencia del uso de tabaco, convirtiéndose así en la principal causa evitable de muerte. La inequidad por sexo, la violencia doméstica y la deficiente información sobre la salud reproductiva son problemas a los que la OPS tiene que enfrentarse. Cada año mueren 23.000 mujeres por causas relacionadas con el embarazo en América Latina y el Caribe, donde la probabilidad de morir durante el embarazo y el parto es de 1 de cada 130, comparada con 1 de cada 3.500 en los Estados Unidos.
En cuanto al síndrome de inmunodeficiencia adquirida, la Organización Panamericana de Salud lo considera, para América, como la epidemia del nuevo siglo. Se estima que en Latinoamérica, 2,8 millones de personas viven con el VIH/sida. Con una tasa de incidencia del 16 por ciento en adultos, el Caribe es la segunda zona más afectada del mundo después del África subsahariana.
De cara al futuro, la organización se plantea como principales retos reducir la mortalidad infantil en el continente americano. Para ello, está movilizando nuevos recursos políticos, institucionales y financieros para prevenir cerca de 25.000 defunciones infantiles por año, mediante la aplicación de la estrategia de atención integrada a las enfermedades prevalentes de la infancia. Asimismo, pretende el abastecimiento de agua potable y el saneamiento, e incrementar el acceso de los pobres a la atención de salud, con un enfoque de equidad, figurando estos objetivos entre las prioridades más altas de la OPS. La Organización está intensificando, además, sus esfuerzos para que los países conozcan el verdadero estado de salud de sus poblaciones y dónde residen las desigualdades.
La primera mujer al frente de la organización de Salud Pública más antigua del mundo
El próximo mes de febrero de 2003 el actual director general de la Organización Panamericana de la Salud, el doctor George A.O. Alleyne, será sustituido por Mirta Roses Periago, quién desde 1995, ocupa el cargo de subdirectora de este organismo, y que ostentará su nuevo cargo durante los próximos cinco años.
Roses, de 56 años y de nacionalidad argentina, es médica cirujana, especializada en clínica de las enfermedades infecciosas. Ingresó en la OPS en 1984 y durante todo este tiempo, ha llevado a cabo programas científicos, de cooperación y ha estado al frente de organización de equipos de emergencias destinados a la ayuda en números desastres acontecidos en el continente americano.
Entre sus objetivos, tal como desveló cuando fue designada, el pasado 25 de septiembre, en el transcurso de la 26ª Conferencia Sanitaria Panamericana, celebrada en Washintong, la futura directora busca reforzar el liderazgo de la OPS como foro de salud de toda América, y pretende realizar nuevos consensos y alianzas en pro de un mejor funcionamiento de la Organización.
La doctora Roses considera que se han producido importantes mejoras en cuanto a la esperanza de vida en la mayoría de los países americanos, y en cuanto a mortalidad infantil y control de enfermedades. Sin embargo, asegura que dentro de cada país y entre ellos la situación es muy dispar, por lo que su trabajo irá enfocado a reducir dichas diferencias.
En su opinión, "este es un momento crucial para aplicar el paradigma de promoción de la salud, para reconocer los beneficios de invertir en ella y para adoptar nuevos conceptos y modelos de protección social".
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