Bioetica y adolescencia. Algunas consideraciones.2
Consentimiento.
En
las situaciones clínicas autonomía significa el derecho del paciente a
dar un consentimiento informado, esto debe entenderse como un proceso
gradual y verbal en el seno se la relación médico paciente, en virtud
del cual el paciente acepta no someterse a una
intervención diagnóstica o terapéutica, después de la información
brindada por el médico sobre las intervenciones que se les va a
realizar. Sus riesgos y beneficios y sus posibles alternativas. El
consentimiento informado siempre es verbal, el documento que lo refleja
es sólo la prueba documental del proceso, el cual trata de garantizar
como la información más relevante ha sido dada por el médico y recibida
por el paciente. La información al paciente debe ser comprensible y
relevante.
En
Pediatría el consentimiento es otorgado por los padres, quienes
habitualmente son los representantes del paciente. Los adolescentes son
capaces de tomar una decisión y a esta hay que darle valor y respetarla,
ejemplo, los adolescentes prefieren usar tabletas, jarabes, al
supositorio. Al referir discretos síntomas hay que darle valor a los de
la madre que lo quiere siempre listo para lo que sea, pues hay que
respetar siempre la voluntad del adolescente. Debemos consentir en los
límites de una probada inocuidad tanto física como psíquica, debido a
los regímenes dietéticos a los que los adolescentes a veces se someten.
por lo que su criterio siempre hay que oírlo.
Comunicación e información.
En
pediatría de forma magistral lo describe el profesor Juan Pablo Beca en
Formas y Procesos de Comunicación, son variados, siempre se considera
al niño y a la familia como un todo y se tendrá en cuenta los distintos
medios socioeconómicos con situaciones culturales variadas. Diversas
estructuras o roles y valores familiares.
En
los adolescentes la relación medico paciente adquiere especial
característica. La confidencialidad de la información del paciente es
prioritaria, hay temas propios de esta etapa de la vida que debe ser
abordado y el adolescente debe asumir progresiva autonomía en las
decisiones relacionadas con el cuidado de la salud. Por otra parte, esta
autonomía tiene necesarios límites que establecerá el médico con
claridad mientras armoniza la participación de la familia en los
problemas de salud del adolescente. La información completa al paciente
es relativamente reciente en la práctica médica, pero esta debe ser más
bien un proceso que un reto y debe hacerse con sentido de la
oportunidad, aunque siempre se debe decir la verdad al enfermo. La
información al adolescente debe ser siempre veraz pero no necesariamente
completa, el médico deberá estar siempre en disposición de darle la
oportunidad de preguntar y también le deberá responder adecuadamente sus
interrogantes, pues la comunicación es sin duda la forma más efectiva
del sufrimiento.
En
cuanto a los padres al decirles la verdad, respetando sus capacidades
de acogida juega un doble papel, se pone en primer lugar al corriente de
la realidad, de lo que debe estar absolutamente informado y en segundo
lugar se les permitirá eventualmente tomar las medidas más adecuadas.
Abstención terapéutica.
Nuestro
Sistema de Salud procura el bien del paciente y preservar la vida del
enfermo como valor supremo del hombre. Sin embargo, la necesidad de
tomar en consideración el bien del paciente durante el manejo de un
proceso irreversible, plantea a veces el problema de enfrentar la
decisión de abstenerse de continuar el tratamiento, esto ocurre cuando
ante la muerte inevitable este sólo podría prolongar la vida y
convertirán el morir en un proceso más largo y peor atendido en el plano
humano y espiritual.
La
abstención terapéutica es éticamente aceptable cuando el tratamiento es
éticamente aceptable cuando el tratamiento disponible puede resultar en
una sobre vida demasiado corta, si esa prolongación limitada de la vida
va unida al sufrimiento y cuando no permite al paciente participación,
aunque sea mínima en la experiencia humana. El Pediatra debe crear
condiciones favorables para la toma de decisiones críticas pues los
padres requieren apoyo emocional. Empatía y comprensión del equipo de
salud y deben procurar que las decisiones sean conjuntas entre los
médicos, padres y adolescentes, en el seno de una adecuada Relación
Médico Paciente.
Concepto que tiene el adolescente de la muerte.
Los
adolescentes son más conscientes de una muerte próxima a la imaginada
por los adultos, ya que las edades para adquirir el concepto de la
muerte está entre los 8 y 11 años. Además han alcanzado horizontes en la
vida, mueren muy angustiados cuando están conscientes y responden de
manera similar al adulto, de morir en sus casas, en sus camas, su
habitación, rodeados de personas queridas y que no los dejarán solos.
Aunque a veces adquieren tonos más sentimentales que los adultos.
Atención de nuestro sistema de salud a los adolescentes.
En
estos últimos años nuestro Sistema de Salud le ha dedicado especial
atención a este grupo etáreo que en un momento determinado se encontró
en territorio de nadie en cuanto a especialidad médica se refiere, se
incluye hasta los 18 años como pacientes pediátricos, pero un paciente
muy especial por todas sus características tanto físicas como
psicológicas. Se les asignó una consulta de adolescencia en la atención
primaria y secundaria para brindarles todo el apoyo necesario y
orientaciones de las esferas biopsicosocial.
En
caso de ingresos hospitalarios se mantendrán separados del resto de los
pacientes pediátricos, salvaguardando su espacio y privacidad. En la
comunidad, la labor educativa es muy importante, pues evita las
complicaciones de las entidades que le afectan, además trasmitirles, una
excelente educación sexual, la lucha contra el hábito de fumar, el
alcoholismo y las drogas. Al igual que las enfermedades de trasmisión
sexual. Esta labor siempre debe ser aprobada por sus padres un apoyo
fundamental del grupo básico de salud para la labor educativa y
preventiva.
Conclusiones.
La
Bioética es solamente la respuesta a los desafíos actuales de la
ciencia y la tecnología aplicada a los seres humanos, el enfrentamiento
de la cultura, de la vida, con la muerte.
En
nuestro medio este tema debe alcanzar la atención que merece por lo que
es deber nuestro educarnos a nosotros mismos y a nuestros estudiantes,
en la ética que les permita adquirir hábitos y aptitudes positivas y
trasmitirlos. Debemos adquirir los conocimientos prácticos y filosóficos
necesarios para comprender los aspectos; éticos de su labor para poder
adoptar posturas y tomar decisiones que respeten los valores y derechos
de los pacientes, en nuestro caso de los adolescentes. Tener en cuenta
que a estas edades hay que abordarlos con naturalidad, en forma
respetuosa, con cortesía y amabilidad,
De
acuerdo a las características de este grupo etáreo hemos llegado a la
conclusión de la necesidad que existe de lograr una buen relación medico
paciente para obtener éxitos en nuestro resultado final, ya que a los
adolescentes no les resulta fácil visitar al médico, mucho menos cuando a
este van también niños pequeños y además no cooperan correctamente.
Crecimiento y desarrollo al igual que su estado nutricional son aspectos
fundamentales para el manejo de los adolescentes ya que repercute
socialmente en ellos, acarreando un manejo adecuado de los mismos.
Nuestro
sistema de salud ha realizado, una labor hermosa al darle el lugar que
le corresponde a estos pacientes, pues se debe seguir por el camino de
su bienestar a plenitud, que conozcan su lugar, que son comprendidos, y
que su sociedad lo sepa identificar como lo que son realmente, que son
un grupo etáreo diferente con características complejas pero
comprendidos y que realmente no son niños ni adultos, simplemente luchar
por una adolescencia feliz.
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