Fuente: www.diariocordoba.com
AMPARO CASTILLA 07/08/2011
Ginés Parra, almeriense, profesor de matemáticas y director de un instituto. Será una de las voces que tomarán partido en los comités de ética sanitaria creados por la Consejería de Salud para tratar sobre los conflictos médicos que, a menudo, enfrentan la asistencia sanitaria con los derechos de los ciudadanos. Los andaluces tienen, gracias a esta medida pionera en España, un espacio para el debate de asuntos tan complejos y a la vez perentorios como la muerte digna, la asistencia en la fase final de la vida o la declaración de la voluntad vital anticipada. "No nos damos cuenta de la importancia de estos temas hasta que no tenemos un problema cercano que nos atañe directamente", dice Parra.
El se presentó de forma voluntaria para contribuir con su opinión al debate. No tiene relación directamente profesional con el mundo sanitario pero sí le viene por distintas vertientes su interés: su esposa y su hijo trabajan en la sanidad y el instituto que dirige imparte módulos de educación media y superior en Salud. "Desde siempre me llamó la atención la ética sanitaria por la dificultad que entraña en la toma de decisiones de los profesionales de cara a salvaguardar los derechos de los pacientes". Sus expectativas son altas y emana entusiasmo al hablar de la primera reunión de su comité el próximo 22 de septiembre. Antes, Parra y los demás participantes recibirán cursos de formación para familiarizarse con las leyes.
Los comités de ética asistencial están formados por ciudadanos de muy distinta índole. Hay desde amas de casa y profesores de institutos y universidad hasta agricultores y policías locales, "todos ellos mostrando un gran entusiasmo desde el principio". La selección de los miembros se ha hecho por sorteo sobre las bases de datos de los centros de salud de toda Andalucía. Los requisitos eran sencillos: personas mayores de edad, con buena comprensión lectora, que no fueran profesionales del Derecho o la Sanidad y que no participaran activamente en ninguna confesión o asociación religiosa. Además, tenían que pasar una entrevista en la que, según Carretero, "lo que más se valoraba era que fueran personas prudentes en sus valores".
LOS COMITES En total son 370 personas distribuidas en 19 comités las que han sido seleccionadas como representación de la sociedad para mostrar sus posturas personales desde la base de la empatía y sin influencia legal o sanitaria. Ello dará una visión fundamental al desarrollo de los valores en la asistencia. Rafael Carretero, subdirector de Investigación y gestión del Conocimiento de la Consejería de Salud, asegura que ya se practicaban sesiones de este tipo con ciudadanos desvinculados del ámbito sanitario en otros países y también en otras comunidades.
Sin embargo, Andalucía ha sido la primera comunidad autónoma en adaptar la normativa estatal a la regulación de los órganos de ética asistencial y de investigación biomédica. "Lo que se ha hecho de forma pionera es llevar al plano legal la participación ciudadana", apunta Carretero.
Esta iniciativa se enmarca en la Estrategia de Bioética 2011-2014 del Sistema Sanitario Público de Andalucía, un plan que trata de reforzar las líneas fundamentales de los valores éticos en los centros sanitarios para dar respuesta a los conflictos que puedan derivarse del choque de derechos humanos. Pretende, asimismo, que los pacientes cuenten con la información necesaria en el momento de tomar decisiones difíciles y también dotar de cobertura y respaldo moral a lo profesionales sanitarios.
AMPARO CASTILLA 07/08/2011
Ginés Parra, almeriense, profesor de matemáticas y director de un instituto. Será una de las voces que tomarán partido en los comités de ética sanitaria creados por la Consejería de Salud para tratar sobre los conflictos médicos que, a menudo, enfrentan la asistencia sanitaria con los derechos de los ciudadanos. Los andaluces tienen, gracias a esta medida pionera en España, un espacio para el debate de asuntos tan complejos y a la vez perentorios como la muerte digna, la asistencia en la fase final de la vida o la declaración de la voluntad vital anticipada. "No nos damos cuenta de la importancia de estos temas hasta que no tenemos un problema cercano que nos atañe directamente", dice Parra.
El se presentó de forma voluntaria para contribuir con su opinión al debate. No tiene relación directamente profesional con el mundo sanitario pero sí le viene por distintas vertientes su interés: su esposa y su hijo trabajan en la sanidad y el instituto que dirige imparte módulos de educación media y superior en Salud. "Desde siempre me llamó la atención la ética sanitaria por la dificultad que entraña en la toma de decisiones de los profesionales de cara a salvaguardar los derechos de los pacientes". Sus expectativas son altas y emana entusiasmo al hablar de la primera reunión de su comité el próximo 22 de septiembre. Antes, Parra y los demás participantes recibirán cursos de formación para familiarizarse con las leyes.
Los comités de ética asistencial están formados por ciudadanos de muy distinta índole. Hay desde amas de casa y profesores de institutos y universidad hasta agricultores y policías locales, "todos ellos mostrando un gran entusiasmo desde el principio". La selección de los miembros se ha hecho por sorteo sobre las bases de datos de los centros de salud de toda Andalucía. Los requisitos eran sencillos: personas mayores de edad, con buena comprensión lectora, que no fueran profesionales del Derecho o la Sanidad y que no participaran activamente en ninguna confesión o asociación religiosa. Además, tenían que pasar una entrevista en la que, según Carretero, "lo que más se valoraba era que fueran personas prudentes en sus valores".
LOS COMITES En total son 370 personas distribuidas en 19 comités las que han sido seleccionadas como representación de la sociedad para mostrar sus posturas personales desde la base de la empatía y sin influencia legal o sanitaria. Ello dará una visión fundamental al desarrollo de los valores en la asistencia. Rafael Carretero, subdirector de Investigación y gestión del Conocimiento de la Consejería de Salud, asegura que ya se practicaban sesiones de este tipo con ciudadanos desvinculados del ámbito sanitario en otros países y también en otras comunidades.
Sin embargo, Andalucía ha sido la primera comunidad autónoma en adaptar la normativa estatal a la regulación de los órganos de ética asistencial y de investigación biomédica. "Lo que se ha hecho de forma pionera es llevar al plano legal la participación ciudadana", apunta Carretero.
Esta iniciativa se enmarca en la Estrategia de Bioética 2011-2014 del Sistema Sanitario Público de Andalucía, un plan que trata de reforzar las líneas fundamentales de los valores éticos en los centros sanitarios para dar respuesta a los conflictos que puedan derivarse del choque de derechos humanos. Pretende, asimismo, que los pacientes cuenten con la información necesaria en el momento de tomar decisiones difíciles y también dotar de cobertura y respaldo moral a lo profesionales sanitarios.
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