martes, 16 de agosto de 2011

NUEVAS PISTAS GENÉTICAS EN EL DESARROLLO DE LA ARTRITIS REUMATOIDE

MADRID, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -


   Científicos del Hospital Mount Sinai, en colaboración con investigadores de la Universidad de Toronto, la University Health Network y la Universidad McGill han descubierto nuevas claves sobre las causas de la artritis reumatoide (AR) y otros trastornos autoinmunes como la diabetes tipo 1, el lupus y la enfermedad de Graves.  Los resultados representan un gran paso inicial en el desarrollo del potencial de la medicina genómica y personalizada.


   En el estudio, publicado en el último ejemplar de 'Nature Genetics', la doctora Katherine Siminovitch y su equipo identificaron los medios exactos por los que una alteración en el gen PTPN22 aumenta el riesgo de sufrir artritis reumatoide y otras enfermedades autoinmunes. El estudio utiliza tecnologías avanzadas de la genómica que permiten realizar pruebas en millones de marcadores genéticos en un solo experimento para identificar genes que confieren un riesgo para la enfermedad, como el PTPN22.
El equipo generó un modelo genético en ratones para mostrar cómo la mutación del gen PTPN22 deteriora la función inmunológica celular, y posteriormente validó sus resultados en  seres humanos. Como resultado obtuvieron una comprensión más exacta sobre cómo se desarrollan las enfermedades autoinmunes, y cómo las nuevas pruebas de diagnóstico y las terapias dirigidas se pueden diseñar para un mejor control de los síntomas y una potencial curación.
"Nuestros hallazgos son particularmente interesantes porque este estudio establece un nuevo precedente para el estudio de la artritis y otras enfermedades autoinmunes", explica la autora principal, la doctora Siminovitch del Hospital Mount Sinai y profesora de la Universidad de Toronto. La doctora añade que "este es uno de los primeros estudios en el que hemos trazado los pasos que conectan una lesión genética específica con el desarrollo de una condición autoinmune, común y compleja".
El grupo de investigación utilizó ratones genéticamente modificados en los que el gen PTPN22 había sido alterado para simular una mutación genética que se encuentra en muchos pacientes con AR. Se observaron los efectos de este cambio en las células inmunes en los ratones, y los estudios se repitieron en muestras de sangre humana de pacientes con y sin AR. De este modo, el grupo se centró en el impacto de una proteína llamada 'Lyp / Pep' que, en las células sanas, previene las respuestas hiper-inmunes responsables de los trastornos autoinmunes. El grupo observó que la mutación del gen conduce a la disminución de los niveles de Lyp, eliminando así el freno natural que normalmente impide los procesos inflamatorios subyacentes a la AR y a muchos otros trastornos autoinmunes.
"La medición de los niveles de esta proteína nos ayudará a controlar la gravedad de la dolencia en pacientes con enfermedades autoinmunes, probar los efectos de varias terapias (incluyendo nuevos medicamentos), y determinar qué tratamientos funcionan mejor en cada paciente", afirma el doctor Edward Keystone, coautor del estudio y director del Centre for Arthritis and Autoimmune Disease del Hospital Mount Sinai.
   El doctor Keystone destacó la importancia de este tipo de investigación en la práctica de la medicina en general, teniendo en cuenta que los avances en el conocimiento genético están permitiendo diagnósticos más tempranos y tratamientos más personalizados, proporcionando a los pacientes mejores resultados. "Con el uso de las poderosas herramientas genéticas disponibles, las enfermedades, anteriormente crípticas, se diseccionan para identificar sus causas subyacentes", concluye el doctor Jim Woodgett, investigador en el hospital Mount Sinai.

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