Fuente: mejorsalud.org.ar
Agencia CTyS (Nadia Luna) - El doctor en Ciencias Biológicas, Alejandro Montaner, pertenece a un equipo de investigadores del Conicet que consiguió regenerar el tejido dañado del páncreas en un modelo de ratas diabéticas, al inyectar ciertas moléculas sintéticas que estimulan las células madre adultas del propio animal.
Agencia CTyS (Nadia Luna) - El doctor en Ciencias Biológicas, Alejandro Montaner, pertenece a un equipo de investigadores del Conicet que consiguió regenerar el tejido dañado del páncreas en un modelo de ratas diabéticas, al inyectar ciertas moléculas sintéticas que estimulan las células madre adultas del propio animal.
El científico trabaja en el Instituto de Ciencia y
Tecnología Dr. César Milstein, asociado a la Fundación Pablo Cassará.
También son responsables del grupo las doctoras Victoria Lux-Lantos,
Silvia Bianchi y Norma Chasseing, del Instituto de Biología y Medicina
Experimental (IByME).
El modelo experimental consiste en inducir un daño
sobre las células beta del páncreas (encargadas de fabricar insulina)
para generar una Diabetes tipo I y, de esta manera, poder estudiar el
efecto de una molécula sintética sobre la regeneración del tejido
dañado.
“Lo que hemos descubierto en el laboratorio es una
nueva familia de oligonucleótidos (ODNs) inmunomoduladores, que tienen
la capacidad de estimular las propias células madre adultas; esto
permitiría utilizarlas en la regeneración de tejidos dañados”, explica
Montaner a Agencia CTyS, quien viene trabajando con este tipo de células
desde hace cinco años.
La ventaja de este método es que se estimula la
proliferación de las células madre residentes en el órgano, sin
necesidad de realizar un transplante ni de células madre ni de páncreas
(otros tratamientos que se vienen estudiando en los últimos años, pero
que aún siguen en fase experimental).
“Es un gran avance desde el punto de vista
terapéutico - analiza el investigador -. Los altos costos y riesgos
asociados a las cirugías complejas disminuirían”. Además, evitaría los
dilemas éticos que suscita trabajar con células madre de origen
embrionario.
Otro beneficio es que, como todo fármaco sintético,
estos ODNs podrían ser elaborados bajo estrictos controles de calidad y
pueden ser monitoreados periódicamente.
La fórmula del equilibrio
La diabetes es una enfermedad autoinmune que ataca
las células beta de los islotes de Langerhans del páncreas. En
consecuencia, disminuye la secreción de insulina, la hormona que
interviene en el aprovechamiento metabólico de los nutrientes, afectando
la concentración de glucosa en sangre (glucemia).
Uno de los ODNs utilizados, “bautizado” por el
grupo como IMT504, es inyectado por vía subcutánea. “De esta manera
logramos que permanezcan en tejido el tiempo suficiente para ejercer su
efecto biológico”, aclara el científico.
Al estimular la proliferación de las células madre y
regenerar el tejido dañado, el páncreas vuelve a producir insulina y se
regula la glucemia.
El tratamiento requiere de una dosis diaria de ODN
durante diez días consecutivos, luego del cual los animales permanecen
estables durante el resto de su vida.
La investigación fue publicada este año en la
revista internacional “Diabetología”, y a raíz de este reconocimiento el
grupo fue invitado a presentar los resultados en un Congreso de
Endocrinología en Suecia.
Esa extraña dama
Las células madre embrionarias son totipotenciales
(pueden diferenciarse en cualquier otro tejido del organismo) si se
obtienen inmediatamente después de producirse la fecundación. Cuatro
días después, pasan a ser pluripotenciales: pueden originar cualquier
célula, excepto totipotenciales y de la placenta.
También las hay multipotenciales, que se extraen
del cordón umbilical de un recién nacido. Y unipotenciales, que sólo
pueden especializarse en el mismo tipo de células del órgano en el que
residen (éstas son las que estimularon los científicos).
Por ahora, los únicos tratamientos con células
madre aprobados son los transplantes de médula ósea, que se realizan
para curar enfermedades de la sangre.
La posibilidad de tratar con ellas otro tipo de
enfermedades, como diabetes, Alzheimer o asma, genera grandes
expectativas pero también importantes temores. El hecho de modificar su
ADN puede derivar en la formación de tumores.
“Todo tratamiento con células madre puede generar
efectos adversos. Este punto es crítico y aún hay poca información al
respecto”, aclara Montaner.
En el caso de este modelo de ratas diabéticas, no
se observó la aparición de tumores, pero sí una disminución de la
ingesta y del peso que actualmente está siendo estudiada.
Proyecciones
Los objetivos a corto plazo están orientados a
estudiar mas profundamente el sistema. “Para ello pretendemos
caracterizar los receptores y los mecanismos de acción intracelular
involucrados en los procesos de regeneración pancreática”, describe el
biólogo.
El fin último del proyecto es poder desarrollar un
fármaco que permita tratar la diabetes tipo I, para lo cual es necesario
realizar antes estudios de toxicidad, eficiencia, etc., que requieren
mucho tiempo y dinero.
“Este tipo de desarrollos toma aproximadamente diez
años de trabajo. Y, aunque los resultados son alentadores, hay que ser
cautos y no generar falsas expectativas en la población”, concluye
Montaner.
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